Gran Turismo 6 y su coche de 150 euros
A estas alturas ya os habréis enterado del último escándalo en materia de micropagos. Que Gran Turismo 6 iba a tener micropagos lo sabíamos desde hace tiempo, pero no ha sido hasta ayer mismo que han visto la luz la cantidad de dinero que nos costarían. Y la verdad, hay que ir pensando en dejar de llamarlos así, porque de micro no tienen nada.
500.000 créditos de juego por 4,99€, 1 millón de créditos por 9,99€ (es ridículo, es 0,01€ más caro que comprar dos packs de 500.000, y por ende, el pack menos rentable), 2,5 millones por 19,99€ y la joya de la corona, 7 millones de créditos por 49,99€. ¿Qué puedes hacer con 7 millones de créditos? Mucho si quieres completar el garaje del juego teniendo en cuenta que la cifra ronda los 1.200 coches, pero ni siquiera un pago extra de casi el precio del juego completo nos permitirá hacernos con todos.
El asunto más sonado es el del Jaguar XJ13, un coche que cuesta 20 millones de créditos. Haciendo las cuentas, son 150€ en paquetes de créditos, o bien tres de los de 50€ para que nos sobre un milloncejo que gastar en chucherías, o los 150€ que costarían los packs de dinero justos de 7m+7m+2,5m+2,5m+1m.
Y ni siquiera será el mejor coche. Faltará por ver con el paso del tiempo si las recompensas del propio juego son tan pobres que inciten a pagar dinero real por hacerse con un buen garaje, pero no parece que vaya a ser así. Al igual que tampoco lo es en Forza 5, siendo sinceros. El jugador sigue teniendo la opción de siempre de jugar, jugar y jugar hasta quemar un par de mandos y conseguirlo todo con el sudor de sus manos y que el contador de horas explote, pero ahora todo esto nos parece una estafa.
En el fondo, es la cantinela de siempre, la misma que se suma a la del precio de los juegos, al exceso de lanzamientos y la acumulación en fechas concretas. Dinero y tiempo libre enfrentados a lo que un juego ofrece. Claro que los que hemos hecho estas locuras de completista en los primeros Gran Turismo teníamos más tiempo libre entonces, no se lanzaban tantos juegos supuestamente imprescindibles ni nos planteábamos comprarlos todos, con lo que la opción de sacarle el máximo partido era más viable.
Shuhei Yoshida afirmaba que los micropagos eran para facilitar el juego a los usuarios más ocupados, los que ya no tienen tanto tiempo para grindear créditos carrera tras carrera. Pero ni tanto ni tan poco. No es que nos estén exigiendo 500 horas de juego a cambio de 50€, desde luego que es opcional y siempre existirán esos eventos en los que ganar más dinero de lo habitual con un poco de pericia extra.
Como si ahora rehiciesen Final Fantasy VIII y nos ofreciesen la opción de pagar para subir a nivel 99 en lugar de farmear contra Molboles, como si en Ikaruga tuviésemos que pagar por aumentar el contador de continuaciones disponibles o como si en Pokémon nos ofreciesen Master Balls a 5€. Como si el arriba-arriba-abajo-abajo-izquierda-derecha-izquierda-derecha-B-A de Konami abriese el menú de los micropagos. Lo mejor que podemos hacer es ignorar estas prácticas como si no existiesen. Asumir que ahora los trucos tienen un precio diferente a comprar una revista y leerla y que sólo nos queda nuestro esfuerzo para sacarle todo el partido posible a un juego.
Sencillamente, el que pase por caja con estas propuestas, no sólo no está disfrutando plenamente de un videojuego, sino que está contribuyendo a destruir un poco más lo bonito que queda de esta industria.
<< Anterior Siguiente >>