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Gone Home y el uso de la tecnología anticuada

Walkman y ausencia de móviles para contar una historia
Por Adrián Suárez Mouriño

Gone Home llega a Playstation Network, lo hizo ayer y no puedo hacer otra cosa que recomendarlo. Gone Home nos traslada a 1995 y nos propone una aventura de exploración por las distintas estancias de una casa vacía. Lo que en un principio se supone que lo hacemos para saber por qué no hay nadie en ella, acaba convirtiéndose en un viaje por las vivencias de sus ocupantes, y por las nuestras mismas. Gone Home, entre otras muchas cosas, tiene un detalle fascinante: la elección del año en el que se ubica y la tecnología existente en dicho periodo.

 

Pensadlo, de haberse producido los acontecimientos del título de Fullbright en pleno 2010 no habría que buscar nada, se hace una llamada al móvil y ya sabemos dónde se encuentra aquellos que buscamos. La tecnología de cada periodo obliga a comunicarse de una manera u otra, imaginaos que en Juego de Tronos existieran los móviles, la de caminatas tontas, enredos y malentendidos que se habrían ahorrado los protagonistas. Gone Home, por falta de teléfono móvil, nos hace buscar en la casa. Al hacerlo encontramos otra pieza de tecnología hoy en desuso: las cintas de cassetes para el walkman.

 

 

Estas, que encontramos también en Metal Gear Solid V son más oportunas para ubicar en un videojuego que un CD, ¿por qué? Pues porque son más resistentes, con lo que tiene lógica que estén tiradas de cualquier manera en un cajón y se puedan escuchar. Estas cintas pueden además grabarse y regrabarse. En los 90 tenían cierta fama las grabadoras de cassete, con lo que tiene también bastante sentido que puedan aparecer en la habitación de una colegiala como si tal cosa. Además, puede escribirse sobre ellas, decorarlas y customizarlas.

 

Un videojuego ambientado en la actualidad carece de estas sensibilidades. También destaca la no presencia de internet, lo que es perfecto para que no podamos mirar en los mails de aquellos de los que queremos saber más, ni en su escritorio, ni en una posible carpeta de imágenes ni en el lugar donde guarda los vídeos que sube para youtube. En su lugar tenemos que explorar por todos los rincones de su habitación.

 

Esto nos lleva no solo a encontrar lo que buscamos sino a dar con piezas con las que no contábamos en lugares especiales y rodeados de otros trastos que acentúan su significado, redondeando lo que Gone Home nos quiere contar y cómo.

 

Sí, los noventa ya han pasado, pero del mismo modo que los teléfonos móviles han sido útiles en GTAV para la entrega de misiones y hacer más ágil el relato, impiden que videojuegos como Gone Home cuenten lo que quieren contar a su modo. Veremos, seguro, más títulos ambientados en los ochenta y en los noventa precisamente por esto, y Gone Home será siempre uno de los mejores en hacerlos. Si no lo habéis jugado aún, os invito a hacerlo.


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