Far Cry 4 y Far Cry 3. La diferencia está en el protagonista

 Jason Brody no es A.J. Gale. El primero es el protagonista de Far Cry 3, un niño bien que acaba en una isla junto a sus amigos. A los demás los capturan pero él logra escaparse con la misión de rescatarlos a todos. Far Cry 3 empuja al jugador a aprender junto a Brody a saber vivir en la jungla, a machacar enemigos y a comer cositas ricas que te hacen volar. La trama de la tercera entrega de Far Cry avanza a medida que el jugador y Jason van convirtiéndose en guerreros, lo que motiva, y mucho, a destruir todo lo que tengas a tu alrededor; porque estás aprendiendo.

 

A.J. Gale llega a Kyrat ya como Superman. Su padre es considerado una leyenda por lo tanto él también lo es (cosas de los genes, ya tú sabes). Las mujeres lo adoran, los enemigos le temen y los lugareños le entregan su coche a la voz de: ¿Lo quieres? Llévatelo, no lo necesitaré más.

 

A medida que avanza la aventura te vas enterando de cosas referentes a A.J. Gale, un tipo que pasaba por ahí con la sencilla misión de arrojar al aire las cenizas de su madre; pero eh, No time to explain, coge una escopeta y a muchimatar. De vez en cuando te recuerdan que esto es lo tuyo, que hay que liberar a Kyrat y que si tu padre era la caña pues tú también tienes que serlo; pero sin demasiado entusiasmo. Te lo dicen todo sabiendo que esto es un videojuego, tú eres un jugador y que vienes a lo que vienes.

 

 

Jason Brody se acaba haciendo cansino, es cierto, pero logra su propósito: conseguir crear ese caminito que recorrer de la mano, tú a su lado. Te preocupas por él, por su progreso y por su misión. Por ello, Far Cry 3 se acaba entendiendo como una aventura mejor construida en sus tramos iniciales, que premia el progreso con algo más que puntos y habilidades. Far Cry 4 es más un mundo abierto con mucho por hacer y con una trama que aparece de vez en cuando para recordarte que todo lo que estás haciendo entraña un misterio, pero que tampoco te esperes demasiado.

 

Esta opinión es respecto a su arranque, no hablo de un posible giro de guión a medio-largo plazo en el cuarto Far Cry; simplemente que el comienzo del tercero sabe como empujarte a matar a través de la construcción de un Jason Brody que lo logra, mientras que A.J. Gale no se esfuerza lo más mínimo en ello. Lo hablaba este fin de semana con Dan Gimeno por twitter: Far Cry 4 cuenta con que Far Cry 3 te ha enamorado, y ese sentimiento, y no otro, es el Jason Brody de este juego; por supuesto que también funciona, yo sigo disfrutándolo con una sonrisa de oreja a oreja, pero siendo consciente de que lo que me hace avanzar es mi propio interés y disfrute, el recuerdo de un antiguo amor (oh, Jason), no algo dentro del propio juego.

 

Esto genera a veces vacíos narrativos, instantes en los que no tengo muy claro qué hacer porque no hay una motivación real, una luz al final del túnel; solo, eso sí, un túnel divertidísimo con elefantes y fortines y coches. No digo que eche de menos a Jason Brody pero sí que no contar con él cambia absolutamente la manera de acercarse y continuar en el juego. Ay, qué raro se hace realizar el viaje del héroe sin un héroe.

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