¿Está cambiando nuestra percepción ante las remasterizaciones?
Es curioso cómo la industria avanza y algunas percepciones cambian, o al menos en parte. Patrick Soderlund, vicepresidente de Electronic Arts, hablaba abiertamente hace unos días sobre la posibilidad real de que tengamos algún día las versiones remasterizadas de la trilogía Mass Effect, como un buen método de volver a encontrarnos (o de descubrir por primera vez) las aventuras espaciales del comandante Shepard. Sin embargo, como ya me centré en ese tema ayer mismo, ahora quería hacer hincapié en una de las frases pronunciadas por el propio directivo.
Soderlund comenta que la percepción del público con las remasterizaciones ha ido cambiando con el paso de los años y ahora no se sienten como algo tan negativo, destacando esa evolución que ha tenido el público. De hecho, asegura que ese es el motivo por el que pensarían realizar alguno de estos productos, viendo que otras compañías como Activision están teniendo buenos resultados con estos movimientos de mercado. Yo me pregunto: ¿realmente ha cambiado esta percepción ante las remasterizaciones o simplemente las hemos aceptado como algo propio de estos años?
De forma personal, nunca he estado en contra de las remasterizaciones de por sí, ya que creo que en casi todos los casos pueden llegar a ser muy útiles para según qué tipo de jugadores. Por ejemplo, la remasterización de The Last of Us fue muy criticada al tratarse de un juego muy reciente cuando se lanzó al mercado esta nueva versión de PS4, pero eso no quita que su presencia no sea tremendamente positiva para algunos jugadores. Aquellos que pasaron la anterior generación junto a una Xbox 360 o un PC pero que se lanzaron después a por la consola de Sony, tienen la oportunidad de poder disfrutar de una de las obras más importantes de los últimos años. Lo mismo ocurre un poco con la trilogía Mass Effect, que seguro que muchos jugadores no han descubierto hasta ahora y verían en una remasterización una excusa muy viable.
Tampoco quiero que me malinterpretéis. Por supuesto, lo más sensato y honorable en estos casos es que todas las consolas fueran retrocompatibles y ya está, y que incluso esas pequeñas mejoras de resolución o fluidez se incluyesen de forma gratuita, pero estamos hablando de empresas cuya meta principal siempre es obtener beneficios económicos. Lo curioso del tema es que realmente esta evolución en el pensamiento sea tan palpable como para que un directivo tan importante de una compañía principal de la industria lo comente con total naturalidad. ¿Realmente estamos aceptando las remasterizaciones o seguimos pensando lo mismo al respecto?
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