El futuro que le espera a Steam
Hace unas semanas, hablamos de una entrevista que Gabe Newell concedió a The Verge en la que hablo, sobre todo, del Steam Box. Pero dejó otro punto en el aire: la renovación de Steam. ¿Cómo debería afrontarla su compañía?
A nadie se le escapa que el ecosistema del comercio online no tiene nada que ver con el que Steam se encontró al principio de la presente generación. En 2007, todavía sin ese agente externo llamado smartphone y que llegó asociado a la tienda de aplicaciones, Steam era el alumno aventajado de clase, el listillo, el tipo que iba dos cuerpos por delante en clase de educación física. Era el referente.
Pero el mismo Newell ha admitido que en Valve se tienen que poner las pilas con la oferta de su tienda digital, un debate que va a encender acaloradas discusiones entre los partidarios de un modelo cerrado donde sea el editor el que elija qué se publica y qué se queda fuera y los amigos de la libertad absoluta, de dejar que cualquiera pueda publicitarse en Steam.
Conocemos que Wii U ha montado un ecosistema indie muy apreciado por dicha comunidad que permite jugar con el precio de sus productos, no les carga sobrecoste por parchear sus juegos y les permite hacer ofertas. Hemos escuchado a Sony hablar de que PS4 va a tener una store con juegos de todos los tipos, a todos los precios. En definitiva, un nuevo acercamiento al modelo de Steam con varios años de retraso. Imaginamos que cuando Microsoft nos enseñe su nueva máquina, ésta vendrá acompañada de un empujón hacia el comercio online y hacia la posibilidad de que cualquier desarrollador pueda publicar en su consola.
Hemos entrado en la era del todo-el-mundo-debería-tener-acceso-a-todos-los-títulos, una premisa que choca frontalmente con lo que Valve nos ha mostrado a lo largo de estos años. Yo soy el gatekeeper, yo soy el que controlo el patio del colegio y yo decido quién puede venir a jugar conmigo. Y, francamente, no creo que les haya ido nada mal. De entre las muchas alabanzas que se le hacen a Steam, el hecho de que tenga una cuidada selección de juegos que le convierte en un referente para todos los jugones es una de las más celebradas.
Pero tampoco nos vamos a engañar. En Steam faltan títulos. Más allá de eso, a Steam le hace falta un revolcón que vuelva a ponerle en la picota. Una de las propuestas que más se escuchan es la de convertir a los usuarios en tiendas. O, para hacerlo más sencillo, convertir a los jugadores en DJs, de manera que nos descubran nuevos juegos a los que les seguimos. Una idea más que interesante y que enlaza con esa polémica que tuvimos en esta web al respecto de las notas en los videojuegos: sería una herramienta magnifica para utilizar con aquellas personas con las que comparto gustos.
Del hecho de que Steam se convierta en una plataforma abierta tengo mis dudas. Es más, prefiero que Steam mantenga ese modelo cerrado aunque tendrá que abrirse ligeramente. Creo que Greenlight le ha demostrado a Valve las bondades de no permitir el acceso a cualquiera a su mercado. La inclusión de usuarios premium, aquellos con más seguidores, aquellos cuyas recomendaciones más ventas le supongan a la compañía, puede servir a Steam para ampliar miras y apoyar juegos recomendados por estos miembros y que no estén en su catálogo.
Lo que nos queda claro es que Valve debe mover ficha y el propio Newell lo sabe. Con la llegada de la nueva generación es posible que Valve no tarde en sacar su propio hardware dedicado al videojuego. ¿Aprovechará el anuncio para revitalizar Steam? ¿Lo hará con la llegada de Half-Life 3? Todos sabemos que en ese estudio son muy amigos de dejarnos ojipláticos.
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