1. Mundogamers
  2. Noticias

El Kinect obligatorio sirve para los pequeños detalles

Vemos un par de ejemplos del pasado
Por Toni Piedrabuena

Vale, a partir del próximo 22 de noviembre muchos tendremos a una nueva huésped en casa, y lo queramos o no, traerá un añadido que podremos colocar o no encima o debajo de la televisión para disfrutar de funciones extra. Por suerte, Microsoft ya ha confirmado que Kinect no será de uso obligatorio, pero ya que lo tenemos... ¿Por qué no aprovecharlo?

 

Siendo realistas, más allá de la impresión de estar en el futuro con el primer Kinect aquel 10 de noviembre de 2010, al ver que podíamos mover el menú con las manos, el gadget de Xbox 360 no sirvió para mucho más. Pocos juegos, malas ideas, controles de movimiento mal implementados, falta de espacio, falta de libertad,... Y encima tuvimos que esperar para poder utilizar los comandos por voz en castellano, algo ridículamente limitado.

 

Al menos nos han asegurado que podremos hablar con el nuevo Kinect en nuestro idioma desde el primer día, y la lista de comandos por voz no estará tan limitada. De hecho, ya se ha confirmado el reconocimiento de varias voces, multitud de comandos tanto de encender y apagar la consola como de moverse por los menús, e incluso de acceder a menús y otras apps mientras estamos en juego.

 

Eso sí, tendremos que acostumbrarnos a utilizar nombres completos. No vale con decir «XBOX, RYSE» sino que tendremos que decir «XBOX, RYSE SON OF ROME». Falta por comprobar si aquí tendremos que esgrimir nuestro mejor inglés para pronunciar los juegos o si podremos castellanizarlos. ¿Servirá con un modesto «EQUIS BOX, FORZA CINCO» o tendremos que lanzarnos al «XBOX, FORSA MOTORSPORT FAIV» (pronunciación by Diego Emegé)? Mejor lo seleccionamos con el botón A de toda la vida...

 

También es curioso que el nuevo Kinect reconozca la voz de quien le habla y active su correspondiente perfil de Xbox Live con sus características personalizadas en el momento.

 

 

Pero este Kinect va más allá de la voz. Por suerte esta vez no nos obligan a decidir entre utilizar un mando Ó Kinect, sino que se combinan a la perfección. Kinect reconoce quién tiene el mando en sus manos y activa su perfil en el momento del cambio. Algo que parece una tontería puede fomentar de verdad que Xbox One se convierta en la reina del salón y que cada miembro de la familia (o amigos) tenga su perfil de Xbox Live, y en el momento de cambiar el mando de manos, cambia también el perfil, dando la oportunidad a que cada uno consiga sus propios logros y tenga sus propios récords para cambiar el concepto de jugar a vida o pantalla.

 

O bien nos ponemos a ver un vídeo o una película, a la que llegamos interactuando entre menús bien con la voz, con gestos o con el mando. Al dejar el mando sobre la mesa o alejarlo de las manos del usuario, Kinect lo detecta y pone el mando en un modo de ahorro de energía para consumir menos batería (de la que se dice que dura una eternidad, menos mal).

 

Claro que también tendrá sus pequeñas desventajas. Quienes todavía seguimos teniendo el Kinect original sobre la TV para esas partidas ocasionales a Fruit Ninja Kinect no lo podremos sustituir, habrá que seguir con ambos aparatos. Y vaya, que si el primer Kinect no era pequeño, este es un auténtico monstruo como se puede ver en la foto que lo sitúa sobre una Xbox One, que no es precisamente pequeña.

 

No habrá juegos interesantes que lo utilicen más allá de funciones muy secundarias, y seguro que si nos hubiesen dicho que podríamos tener una Xbox One por 350 o 400€ sin Kinect lo habríamos preferido de cabeza. La experiencia no sería la misma, claro, así que ya que nos lo tenemos que comer, ¿por qué no utilizarlo? Al menos ofrece estos pequeños detalles más que interesantes.


<< Anterior Siguiente >>