El huracán de la Gamescom se llama Pandaria PC

He de confesar que he sobrevivido a la tormenta perfecta. Oleadas de gente me zarandeaban de un lado a otro del pabellón 7 de la Gamescom. Gritos y música de tambores marcaban el ritmo de aquel zarandeo, mientras destellos de luces atraían la atención de los presentes hacia un escenario. Tras un rato envuelto en aquella aventura, comenzó el motivo del evento. Un orco y un humano naufragan y comienzan una lucha encarnizada, para acabar vencidos por un panda experto en artes marciales. Una cinemática espectacular que, en poco menos de 4 minutos,  sofocó lo caldeado del ambiente.

 

Es asombrosa la expectación que se genera cada expansión de World of Warcraft, las masas que mueve y todo teniendo en cuenta que lo que realmente se vio en la presentación fueron esos 4 minutos de video. Tras esos breves instantes se hizo la desolación, cada uno de aquellos amantes del MMO más popular, desapareció en cuestión de segundos. La duda al respecto es ¿dónde está la información que hace que Mists of Pandaria revolucione la larga historia que el juego online de Blizzard lleva a cuestas?

 

 

Y eso es lo que tantos años de acumular suscriptores, un servidor entre ellos, crear comunidad y generar la necesidad de conseguir el mejor equipamiento para nuestros personajes, han conseguido. Cualquier goteo de información, un dato suelto, que poco tenga que ver con la experiencia de juego, revoluciona a los fans, formando un torbellino.

 

La cuestión que se pretende abarcar en estas líneas es cómo, en lo que dura un tráiler que poco aporta sobre el contenido del juego en sí, se genera una expectación de tal porte. No cabe duda de que el sistema de negocio que la compañía lleva a cabo, funciona perfectamente. Sabe lo que el jugador de WoW quiere y cómo mantenerle interesado cuota tras cuota.

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