El aprendizaje de Nioh junto a su protagonista
Tras poder volver a disfrutar de Nioh y daros mis impresiones, toca hablar sobre uno de los pocos elementos que creo que van a diferenciar a esta obra de ser un clon de Dark Souls más: la historia y la ambientación. El mundo que plantea esta obra es rico y complejo, basado en personajes, leyendas y hechos reales. La figura del protagonista va a ayudar a que esa riqueza sea comprendida por todo tipo de jugadores, tanto aquellos que llevan a cuestas ese aprendizaje previo como los que no.
El protagonista de Nioh es William Adams, un navegante inglés real que se dice fue el primer occidental en visitar Japón. Este personaje, que también sirvió de inspiración para James Clavell en su obra Shogun de 1975, no conocía absolutamente nada de este nuevo territorio. Eso es lo que va a aprovechar estupendamente bien Team Ninja para crear ese mundo complejo, repleto de referencias y personajes históricos reales que los conocedores van a saber interpretar, pero no por ello dejarán atrás a los que no. No todos tiene por qué conocer todos estos elementos, y ayuda que el protagonista tampoco tenga ni idea.
Los enemigos finales, por ejemplo, serán samuráis reales, que existieron en aquellas épocas (aunque utilizados con libertad creativa, como todos los elementos del juego, obviamente). Es muy grato que Nioh establezca unas bases para que dos tipos de público bastante diferentes puedan llegar a disfrutar de la experiencia. Además, va a servir como enriquecimiento cultural de aquellos que no conozcan todos estos elementos, mientras que los que sí encontrarán igualmente un atractivo indudable en la obra.
El público occidental podrá disfurtar de Nioh mientras aprende de las leyendas, historias y elementos reales de un universo tan rico como el que plantea el juego en este Japón. Es una idea genial que ha tenido el estudio, para conseguir establecer una conexión con varios tipos de público, incluso en distintos territorios del mundo. Veremos si solo con esto consigue establecerse como una obra interesante por sí sola, sin que nos acordemos demasiado de la saga Souls, que por lo visto hasta el momento (siempre bajo un punto de vista personal) parece muy superior en puros términos jugables.
Aun así, el aprendizaje a través de un personaje protagonista que tampoco sabe nada porque llega a un mundo desconocido (también lo es para el jugador) es fascinante, a pesar de tomar elementos reales que no hacen más que acrecentar el interés en visitarlo. Habrá que superar escollos muy complicados, eso sí, en caso de que queramos llegar al final de la aventura junto a William Adams, por su endiablada dificultad. El próximo 8 de febrero podremos comenzar la travesía, sepamos mucho, poco o nada de estos mundos de fantasía e historia que formarán parte de su atmósfera.
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