1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS4

Dishonored y los ports que hacen feo al original

El juego canta que es de PS3
Por Adrián Suárez Mouriño

Estos días he estado volviendo a Dunwall a través de la edición definitiva de PS4. Esta es otra de esas remasterizaciones que sirven para dar el salto de una generación anterior a esta, y ver lo que se puede rascar. La de Dishonored, pese a que el juego es magistral, es una de las reediciones menos necesarias. El título original ha sido regalado en PS3 a través del Plus y es objeto de ofertas continuas tanto en la de Sony como en Xbox 360 y PC.

 

Precisamente por lo poco necesario del juego, uno que además jamás ha presumido de apartado gráfico bruto, la revisión de Dishonored tendría que ser una de corregir pequeños fallitos de su aspecto gráfico y rendimiento para entregar la mejor cara del juego. Sí se agradecen la presencia de los DLC, que son largos y hasta apuntan a Dishonored 2 pero el título sigue moviéndose a 30 fps y las cargas siguen doliendo, aunque a 1080p, todo sea dicho.

 

Esta no es una remasterización como tal, no deja de ser una compilación de un juego de PS3 y Xbox 360 con todo el contenido que salió para él; pero estamos en la era de PS4 y Xbox One, el videojuego llega para ellas y no haber retocado estos asuntos logra que el juego pierda brillo y se vea viejo, y hasta feo. Dishonored nunca ha presumido de ser el mejor juego en lo técnico, sí en lo artístico. Es una maravilla cuando ambos puntos se juntan, lo técnico es lo que catapulta al arte hacia los cielos, pero aquí seguimos encontrándonos texturas pobres a lo lejos, expresiones cutrillas, cuerpos que se introducen en las paredes y demás cagadillas de las que ni yo mismo me di cuenta en PS3, ¿y por qué? Pues porque lo estaba jugando en una Playstation 3, precisamente.

 

 

El salto a una consola de nivel superior ha de llevar siempre aparejado una mejora cualitativa, porque realmente es un nuevo juego en una nueva consola y ha de saber competir en la nueva plaza con todas las armas que estén a su alcance. Dishonored no muestra su mejor cara en el año 2015 en una Playstation 4, sino en 2012 y en consolas previas. En esos instantes el juego fue sorprendente, increíble y maravilloso, pero si lo llevamos al 2015 el port ha de hacernos ver que estamos jugando a un título de 2015, y eso se puede hacer, pero no se ha hecho.

 

Este es, a mi entender, el pecado más gordo que puede cometer un producto de estos: no saber elegir qué juego traer a nuestro presente, y si se trae, no ser capaz de hacerlo brillar como lo hizo en el pasado. Es como si a Bethesda se le ocurre traer a PS4 Fallout 3. Todos adoramos su RPG pero ya era feo en PS3 y Xbox 360, si lo acercan a nosotros en máquinas de la actual generación sin hacerle nada, solo añadiéndole nuevo contenido, le veríamos todas las costuras y nuestro enamoramiento se desvanecería.


<< Anterior Siguiente >>