Desarrolladoras huérfanas: Fundadores que abandonan sus empresas
Ayer, escribiendo la noticia de Halo 2: Anniversary, ese documental acerca del remake de Halo 2que están preparando entre Microsoft y 343 Industries, no pude menos que sorprenderme. Leyendo en otros medios 'hermanos' la noticia, la sorpresa no ha tardado mucho en dar paso a la indignación: '343 Industries, estudio al cargo de Halo', 'los tipos de Halo, 343 Industries' o, la mejor: '343 Industries, creadores de la IP Halo'.
Es para echarse a llorar.
Porque resulta que si hace unas semanas Bonnie Ross, la directora general de la empresa de tres números en el nombre -343 Industries-, quería quitarle la numeración a Halo porque a fin de cuentas no es Final Fantasy, hoy Microsoft y 3543 Industries quieren celebrar otro aniversario más de uno de los capítulos de la saga DE BUNGIE con un vídeo documental del remake de Halo 2 para su inclusión en The Master Chief Collection, metraje que otorgará 'acceso sin precedentes al proceso de desarrollo de 343 Industries y sus socios alrededor del mundo a la hora de llevar Halo 2 a Xbox One manteniendo toda su esencia'.
Y la pregunta es...¿De qué desarrollo me están hablando? Porque, que yo sepa, del desarrollo de Halo 2 ya se encargó en su momento otra compañía, y si de lo que hablamos es de adaptar, el concepto de desarrollo como tal se le queda un poco grande, por muy bonito que lo pongan y muchas cositas nuevas que le suelden. Otra cosa que me hace gracia es que van a celebrar el 10º aniversario de un juego desarrollado por la compañía Bungie en 2004 mediante un documental que graba el trabajo de otra compañía que ahora se encarga del juego de Bungie y que responde al nombre de 343 Industries.
¿Tiene sentido? Pues sí, claro que tiene sentido. Tiene sentido si, al sumar el 1 de Bonnie Ross quitando el numerito, más el 1 de hacer un documental aniversario sin contar con la compañía que lanzó el juego hace diez años, te sale el 2 de 'queremos que el pasado de Bungie desaparezca'
La historia la escriben los vencedores
Eso es algo que sabe todo el mundo. Hoy le toca a Microsoft re-escribir la historia de una de sus IP más carismáticas, de intentar borrar del pasado la presencia de aquellos que, al final, pudieron eludir el mando, y a nosotros, los redactores puñeteros, nos toca el trabajo de poner la puntilla y decir 'eh, cuidado, que no nos borren la historia, que las cosas no siempre son como nos las cuentan'.
El problema es que esto que hace Microsoft no es nada nuevo y hemos podido vivirlo en otras compañías. Una lástima, pero supongo que es lo que toca cuando los auténticos fundadores de una idea terminan cansados de sus propias decisiones que terminan llevándolos a manos ajenas y deciden hacer mutis por el foro sin poder evitar que se aprovechen de su ausencia, de sus nombres y, ¿por qué no? de su trabajo.
¡Perro malo!
El caso más reciente lo tenemos en Naughty Dog, una compañía que hace buenos juegos en la que Neil 'quierosergayman' Druckmann y Bruce Straley parecen haber borrado de un plumazo la herencia de un pasado que perteneció por entero a los fundadores de la compañía, Jason Rubin y Andy Gavin. Apoyados en esta ley del silencio por los co-jefazos de la empresa, Wells y Balestra, hemos llegado a momentos de absurdo tales como que el co-director Evan Wells concediera una entrevista en las que utilizó casi las mismas palabras que Druckmann para hablar de la posibilidad de un The Last of Us 2 o que Druckmann y Straley hablaran de la saga Jak and Daxter como si hubiera sido concebida por ellos, cuando su trabajo por aquel entonces era más bien el de 'pasante'.
No hay que ser un lumbreras para ver el cambio producido en Naughty Dog desde sus inicios hasta la época actual, aparición de ICE mediante, y no hay que ser un lumbreras para abrir wikipedia y comparar fechas y nombres. El libro conmemorativo del 30º aniversario, The Art of Naughty Dog, hace un curioso recorrido por la historia de la compañía sin mencionar la marcha de Gavin y Rubin, y los nuevos protagonistas de la compañía se hacen los suecos con proyectos antiguos que, 'bueno, si en algún momento le apasiona al equipo, lo mismo hasta lo retomamos', y lo dejamos caer para ver cómo reacciona la gente, que aunque todos somos artistas a nadie le amarga sacar un juego por el vil metal.
Papá y mamá se han ido, Elsa
El último caso, por poneros algunos ejemplos, recae en las manos de una de las compañías más irregulares de toda la historia de los videojuegos, capaces de lo mejor y lo peor en el terreno del desarrollo.
Rare Ltd. nace en 1985 de la mano de los hermanos Stamper, Chris y Tim, quienes ya habían hecho sus pinitos en ordenadores personales a través de otra empresa propia, Ultimate Play the Game, poniendo lo isométrico de moda con Sabre Wulf y Knight Lore. Tras varios proyectos, Rare entraría a trabajar para Nintendo sacando titulos de la talla de Donkey Kong Country, Golden Eye 007, Perfect Dark, Banjo-Kazooie y Conker a Bad Fury Day.
En 2002 la compañía pasaría a manos de Microsoft y seguiría trabajando en remakes de las viejas licencias de Nintendo que aún estaban en su poder -Conker: Live and Reload o Perfect Dark Zero- así como nuevos títulos como Kameo: Elements of Power, Viva Piñata y Kinect Sports. La marcha de los hermanos Stamper en 2007 junto a la nueva dirección de los de Redmond, que los llevó a trabajar en exclusiva para kinect, se cobró gran parte del espíritu de la compañía, lo que llevó a gran número de trabajadores a abandonar acusando el excesivo control que estaban sufriendo por parte de Microsoft.
En la actualidad, Rare busca trabajadores y habla de un nuevo proyecto que nos deje con la boca abierta, y francamente, esperamos que sea así.
Cuando el gato no está, los ratones bailan.
Y no quiero decir con esto que Naughty Dog haga malos juegos, Rare sea incapaz de levantar cabeza o Microsoft no tenga derecho a hacer un documental de Halo si le da la gana. Ná, lo único que quiero decir con esto es 'eh, cuidado, que no nos borren la historia, que las cosas no siempre son como nos las cuentan'.
¡Nos leemos!
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