¿Depende de 343 Industries el futuro del multijugador on-line de One?

No es que se tenga que defender a Titanfall cada vez que sale a la palestra para comentar lo que se esperaba de él en cuanto a infraestructura on-line y lo que ha terminado siendo, pero es obvio que no puedes pedirle al software que haga lo que no puede hacer el hardware, y en ese campo, la propia Xbox One ha podido tener mucha culpa. Por tanto, va siendo hora de pegar un campanazo, y parece que ahí 343 Industries tiene mucho que decir. En realidad, menudo papelón se les viene encima a los actuales desarrolladores de Halo. Y más con lo ocurrido en el último episodio.

Halo 4, para los mortales, fue un juego fabuloso, pero en las esferas del competitivo importante se culpa a 343 Industries de haber finiquitado el multijugador de la saga y haber matado su comunidad, lo que no es poco. La cuestión sería conocer el próximo septiembre que tira más al fan de Halo, si es el propio nombre de la serie o el nombre de sus padres, Bungie. Suceda lo que suceda, en realidad, estamos ante una paradoja peculiar: el futuro del fetiche de Microsoft está en manos de alguien que los propios fans no parecen querer, y mientas tanto, se permiten el lujo de hablar del ‘futuro del entretenimiento’. No es moco de pavo.

Comentábamos que es el momento de que One se ponga las pilas; es momento de que la máquina de nueva generación ofrezca una experiencia on-line de nueva generación; es la hora de que por fin pensemos que la máquina de 500 euros hace más cosas de Xbox 360. Es difícilmente justificable lo que está pasando, y todo apunta a que 343 Industries tendrá la ocasión y la necesidad de hacer la de Bungie con Halo 3 en su momento. Y no lo tienen nada fácil: Halo 3 fue una de las primeras experiencias on-line de los jugadores de consola; 343 se enfrenta a un público hostil y a las prisas de una máquina que en algo más de cinco meses no ha sabido estar a la altura del precio y sus exigentes compradores.

Llevamos desde que la consola aterrizó hablando del poder de la nube y de las opciones que iban a dotarla como una máquina única frente a la competencia. Destiny es una de los nombres más importantes que se avecinan a corto plazo, pero a la hora de separarse de la competencia y mostrar el músculo de One, la pelota está en casa de 343. Y mientras Lionhead sigue la senda marcada por Rare desmoronando todo su talento (o al menos el que le quedaba en sus oficinas) el futuro on-line de la máquina se estructura con grandes palabras y sonrojantes voces. ¿Encontráis algún motivo para pagar Live más allá de jugar? Yo no.