Dark Souls III no es más fácil, tú eres mejor
Con cada nuevo Souls que se lanza, y ya van unos cuantos si nos paramos a contar años y lanzamientos (cinco juegos desde 2008), ocurre la misma cantinela: este es más fácil que el anterior. Es un problemita con el que nos vamos encontrando todos los que jugamos a los títulos de From Software de manera compulsivo y creo que estamos obviando una cuestión de fondo sencilla, pero no del todo evidente: que somos mejores jugadores. Curioso que un juego famoso por su dificultad dependa tanto de sus jugadores, ¿verdad?
Así son las cosas y From Software lo sabe bastante bien. No es como si reciclaran contenido, pero sí saben reinterpretarse a sí mismos para intentar pillar desprevenidos a los jugadores que ya se saben sus técnicas. En Dark Souls III, hay momentos que te pillan desprevenido, desde luego, pero cuando ves una larga rampa con enemigos al final que no se atreven a subir del todo arriba... Pues sí, te hueles que hay una gran bola de algo que va a caerte de encima. Así es.
¿Y qué pasa cuando hay una esquina con un punto muerto? Es curioso, porque esto me pilló a mí con la guardia baja: asumí que habría un enemigo en dicha esquina y fue directamente a atacar con un ataque cargado: error. El enemigo estaba justo encima y en la esquina solo había unas vasijas, y me cayó directamente en la cabeza, quitándome bastante vida. Es otro de los clásicos: pasillo estrecho y moco del techo, pero aquí me lo dieron un poco la vuelta. Bien jugado, From Software.
Algo similar puedo decir de los jefes finales. "Vaya, un jefe con una maza inmensa y un culo aún más grande. A por ese culito que voy" Error. Este nuevo demonio es capaz de lanzar un ataque con la cola muy rápido, pero al margen de ese nuevo giro, la forma de superarlo es exactamente la misma. "Oh, ¿y ese enemigo con una espada inmensa que intenta atacarte con un golpe cargado?" Al ser del mismo tamaño que tú, y tras haber jugado a Bloodborne, ya sabes que el parry es la mejor técnica. Y efectivamente, posiblemente el jefe que más gusto me ha dado en todo Dark Souls III.
Tanto si eres un novato y necesitas cinco intentos para entender estos truquitos como si eres un expertazo y ves venir estas cosas, hay un pequeño giro siempre que te puede fastidiar la 'expertise'. Sin embargo, verse venir al juego es algo habitual y casi bonito, incluso si se estropea cierta magia. Ningún jefe me ha pillado desprevenido porque me veía venir su aparición, incluso sin haber niebla ni nada para avisarme, y eso no es porque el juego no sea difícil: es porque yo sospecho.
Quizá para el siguiente juego de este estilo, From Software necesita cambiar estas artimañas para que los expertos volvamos a sorprendernos y los novatos aprendan más lentamente. Bloodborne consiguió un poco esto al cambiar estética y ambientación, pero al final las bases eran casi las mismas: ir con cuidado, ir mirando las esquinas y no fiarte ni de tus propios giros de cámara.
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