Dark Souls 2 sigue contando una historia muy recomendable

Dark Souls 2 es el patito feo de la saga Souls, sin Miyazaki, sin personajes secundarios tan señalados y sin cambios profundos en la jugabilidad con respecto a Dark Souls. Si comparamos los cinco, estoy de acuerdo en que el videojuego más redondo, sólido y compacto es Bloodborne, que Dark Souls es el que tiene al mejor personaje central, que Demon´s Souls es el más arriesgado y que Dark Souls 3 aporta cambios en el combate, diseño de mundos y ritmos muy a destacar.

 

¿Pero y entonces? ¿Qué tiene Dark Souls 2 y por qué os pido que no lo paséis por alto? El tercero de los Souls, o el segundo de los Dark Souls, cuenta con Vendrick, Nashandra y los gigantes. Me gusta algo que encuentro en todos los Souls: la corrupción, el hombre que ha fracasado, que se ha visto superado por el propio poder que ha alcanzado y engullido por la sombra que este poder genera, en Dark Souls 2 se presenta a través de la relación de estos tres personajes.

 

 

Dark Souls 2 se inicia con una petición: que busques a Vendrick, al rey caído. Durante todo tu viaje se construye un relato en base a todo aquello que lo ha hecho sucumbir, una historia que empieza contra un gran gigante arbóreo, precisamente el gran rival impuesto de Vendrick. Desde este recorremos todo su mundo hasta encontrarlo, pero nos topamos primero con otro personaje clave: con Nashandra, la mujer que engañó al rey y lo acabó conduciendo a la guerra y a la oscuridad.

 

Resulta sensacional cómo se nos presenta a la reina regente de Drangleic, en la distancia cuando nos la encontramos la primera vez, y mediante un retrato que desprende una fuerte oscuridad al acercarse a él. La maldad y las tinieblas habitan en ella, y así se muestra. Finalmente nos vemos cara a cara con Vendrick, y se nos presenta como un viejo, agotado y Hueco, tan agotado que hay que atacarle repetidas veces para que reaccione y se enfrente a nosotros. Y su alma no se encuentra ya en su cuerpo.

 

Hay otro aspecto muy interesante en Vendrick, más que su presentación o lo patético de su combate. Cuando recogemos sus ropas y nos las ponemos, descubrimos que tiene cero resistencia a la oscuridad, lo que indica su derrota moral contra Nashandra. Pero ahí no acaba el relato, tras él podemos viajar al pasado, conocer a los gigantes y a la estúpida guerra que los enfrentó, seguir recorriendo el mundo de juego y las consecuencias del enfrentamiento, y si buscamos bien, encontraremos cómo el espíritu descastado de Vendrick se encuentra lejos en un santuario, sentado en una silla que nos recuerda a cuando él fue hombre y no un monstruo.

 

Esto es lo que nos cuenta Dark Souls 2, de nuevo, como todo el trabajo de From Software, no importa qué se nos cuenta sino cómo se nos cuenta. Insisto que Dark Souls 2 no es el mejor Souls ni de lejos, pero haber vivido esta historia me empuja a recomendárosla, porque este relato sí me parece de lo mejorcito que nos ha entregado Dark Souls hasta hoy.

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