Culturilla general, el nacimiento del E3

1995 fue un gran año. Empezó mi primer curso en la facultad, le pedí salir a la que a día de hoy es mi esposa, y las revistas de videojuegos se llenaron de información acerca de un evento pionero que, ya por aquel entonces, prometía que iba a convertirse en algo mítico: El Electronic Entertainment Expo, o si lo preferís, el E3.

 

Nueva generación a la vista

En 1995, la IDG -International Data Group, empresa dedicada a los estudios de mercado, celebración de eventos, representación y un largo etcétera- había llegado a una conclusión más que obvia: La industria de los videojuegos estaba dando un paso importante y era necesario crear una convención en la que las compañías mostraran sus productos más allá de la ya mohosa Consumers Electronic Show, que perduraba desde el 67, la lejana Tokyo Game Show, a la que aún le quedaba un año para nacer o la vecina European Computer Trade Show.

 

Localizada la sede en la ciudad de Los Ángeles, California, el mes de mayo de ese año fue testigo del pistoletazo de salida de una convención que inauguraba una nueva forma de ver los videojuegos con unas plataformas que prometían alcanzar las ya tan prometidas y anheladas 3D. Así, el primer E3 concidió con un momento único en el mundo del entretenimiento digital, con una Sony joven en el terreno del entretenimiento que se estrenaba en eso de las videoconsolas en medio de una batalla que hasta el momento había pertenecido a Atari, Nintendo y Sega.

 

Las presentaciones de este primer evento, al que acudieron unos 50.000 asistentes, recayeron sobre todo en las nuevas máquinas y proyectos. Sony presentó su flamante Playstation, Sega hizo lo suyo con Sega Saturn, Nintendo tuvo que retrasar su presentación de Ultra 64 -que luego sería rebautizada con el original nombre de Nintendo 64- y salió del paso con un Virtual Boy que no acabó de funcionar. Neo Geo, por su parte, acudió con su Neo Geo CD.

 

El rincón de los videojuegos fue ocupado por los nuevos proyectos que iban a asolar el planeta y las carteras de los usuarios en los próximos meses: Virtua Fighter, Panzer Dragoon, Battle Arena Toshinden, D y Ridge Racer y sus derrapes infinitos hicieron las delicias de la prensa especializada de la época y convirtieron al recién nacido E3 en el evento de videojuegos más importante de los Estados Unidos desde su primera celebración.

 

 

Cambios y cosas

En años posteriores, el evento tendría sus más y sus menos según oscilaba la industria. 1996 volvió a ser un gran año con presentaciones de la talla de Resident Evil en una época en la que Capcom era mítica. Nintendo presentó al fin su Nintendo 64 y esa tecnología del futuro llamada cartuchos... Otra vez. Una recién nacida Naughty Dog se ofrecía a crear una mascota para la Play con Crash Bandicoot y Sega se quedaba con su Nights Into Dreams mientras Eidos presentaba al mundo a su Lara Croft y los chicos de Epic MegaGames anunciaban a bombo y platillo un motor que a lo mejor os suena y se llamaba Unreal Engine. 

 

La cosa decaería un poco en los años posteriores. Ni siquiera la presentación del mítico Half Life en 1997 junto a juegos como Sin, Daikatana, Panzer Dragoon Saga y ese pajilleo de Toriyama con Tobal nº1 consiguió que hubiera más de 40.000 asistentes al evento, tal vez porque ese año se celebró en Atlanta. Un año después, de vuelta en los Ángeles, la feria se saldó con 75.000 asistentes y unas resentaciones pobretonas de las que apenas se salvó Zelda, Ocarina of Time junto a los ya vistos Half Life y un tristísimo Prey.

 

 

1999 dio un nuevo impulso a la feria con la llegada de la mejor máquina de entretenimiento de la historia, y ojo que aquí reto a duelo a quien me contradiga: Sega Dreamcast. Un año después vendría la competencia en forma de Playstation 2 y Nintendo Dolphin (que volvería ser rebautizada con el ingenio que caracteriza a la empresa de la seta con el nombre de Nintendo Gamecube). 2001, con las plataformas asentadas en el mercado, sería el año de la entrada de Microsoft y sus mandos pequeños para japones con la primera Xbox. También sería el año de los títulos fuertes: Jet Set Radio Future, OddWorld: Munchs' Oddisey, Halo: Combat Evolve, Medal of Honor: Allied Assault, Project Gotham Racing... Un año después, la retirada estratégica de Sega completaría el catálogo de Microsoft con sus títulos más emblemáticos mientras Nintendo se hacía grande con TimeSplitters 2, Zelda: Wind Waker, Starfox Adventures, Metroid Prime, Resident Evil Zero o Phantasyu Star Online. Curiosamente, Sony quedó rezagada con la primera de pistoleros de Rockstar y su Red Dead Revolver, el sandbox de Londres de Getaway y una de 'arráncalo Carlos' en Colin McRae Rally 3.

 

2004 fue el año portátil, con los rumores de PSP y NDS -aún tardarían en salir- pegando fuerte junto a un segundo juego de Zelda para NGC con una princesa crepuscular que terminaría en Wii y un poco más de Half Life 2. Un año después, E3 llegaría a la telvisión gracias a G4, y la feria se puso guapa para la tele con la séptima generación de consolas: PS3, Xbox360 y un proyecto de nintendo llamado Revolution y que luego se bautizó como Wii. Tendríamos que esperar a años posteriores para disfrutar de  los lanzamientos de la nueva generación en presentaciones separadas, así como del lanzamiento de las ya soñadas PSP y NDS.

 

 

2006 fue el E3 de Wii, cuyo concepto revolucionario eclipsó a la competencia a pesar de la presencia de Bill Gates en la presentación de 360 que incluyó títulos como Halo 3, Fable II, GTA IV... Sony tampoco lo pasó bien, y empezaba su penitencia con PS3, que aún tardaría años en dar sus frutos gracias a la modernidad del BluRay. Ni siquiera Final Fantasy XIII pudo evitarle sufrimientos. 

 

2007 y 2008 fueron años de cambios, y la feria se rebautizó como E3 Media and Bussines Summit. ¿Por qué? Ni idea, pero a la hora de la verdad todo se redujo a más de los mismo con menciones de nacimientos gordos como Gears of War, Fallout 3, Assassin's Creed, Uncharted: Drake's Fortune y Heavenly Sword junto a episodios épicos como Metal Gear Solid 4, God of War 2 y Silent Hill 5. Nintendo dejó de llamar la atención y Wii empezó a flojear por culpa de un software que no hacía sombra al hardware que se nos había prometido, lo que paree ser la maldición de la gran N en los últimos años. 

 

Los siguientes años fueron más de lo mismo, presentación de los títulos que ya tenéis en casa junto a conferencias, peleitas de bar y comparaciones de tamaño que nos llevan a 2012 y la presentación casi secreta de una WiiU que obligó a la competencia a desarrollar la octava generación a marchas forzadas. Junto a unos cambios que incluyen ese invento extraño de Nintendo con su Nintendo Direct y la presentación cuasi forzosa de PS4 y One el año pasado con poco más que rumores -descansa en paz, Mattirck-, todo parece indicar que este año 2014 va a volver a ser cuna de un E3 MÍTICO de esos de los que hablaremos durante años. Y es que incluso con la octava generación ya presente en nuestros hogares poco o nada se sabe aún de la capacidad de estas máquinas y del futuro que nos aguarda. ¿Habrá Fallout 4? ¿Se ha convencido al fin a Suzuki de que saque su Shenmue sin dejar a Sega sin un duro? ¿Veremos algo de Borderlands 3? ¿Y qué me decís de Destiny? Espero que el E3 de este año sea capaz de contestar a todo de forma satisfactoria. 

¡Nos leemos! 

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