Controlar a Ellie en The Last of Us 2 es importante
NOTA: Este texto incluye spoilers de The Last of Us.
La presentación de The Last of Us 2 (o The Last of Us: Parte 2) el pasado fin de semana nos dejó con un tráiler espectacular y con algunos detalles de lo que llegará a ser esta secuela, esperada por muchos y temida por otros. Lo más importante es obvio y confirmado por su propio director, Neil Druckmann: controlaremos a Ellie en lugar de a Joel en esta segunda entrega. Puede parecer un simple cambio de rol sin importancia, dentro de un mundo de juego que seguramente sea similar al original, pero implica mucho más de lo que parece.
En The Last of Us, nosotros crecemos a la par que Joel en muchos sentidos. Nos enfrentamos con él al inicio de la pesadilla, con la muerte de su hija, y la construcción de la relación con Ellie se produce en casi todo momento desde su perspectiva. Él y nosotros, a la vez, vamos estrechando lazos con el personaje: nos va importando cada vez más, entendemos su importancia en todos los sentidos y notamos cómo el sentimiento es recíproco. El jugador se va adaptando al mundo del juego a la vez que Joel, pero también lo va haciendo a un nivel personal y relacional. Cambiar a controlar a Ellie en la segunda entrega tiene todo el sentido del mundo.
Para empezar, el mundo que habitamos ya no es desconocido para nosotros, al igual que para ella. Ahora es una mujer mucho más madura, acostumbrada a tener que lidiar con los problemas de este nuevo fin del mundo, al igual que nosotros si hemos completado la primera parte. También ha tenido que vivir uno de los sucesos más importantes de la historia del primer juego: el engaño final de Joel, que el jugador no controla en ningún momento a pesar de haber acompañado a este personaje, tal y como hemos comprobado antes, a lo largo de toda su construcción. Probablemente, en esta ocasión, The Last of Us 2 también parta desde el mismo punto del jugador: Ellie conoce la verdad contada por Joel, y nosotros comenzamos a ver el mundo desde sus propios ojos, conocedores de ese hecho. Es un cambio de rumbo interesante y que no solo implica ver en pantalla a uno u otro personaje.
Habrá que ver cómo se va construyendo la relación entre ambos personajes, si es que la hay. Corren teorías por internet que comentan que en ese mismo tráiler de presentación, Joel no es más que parte de la imaginación de Ellie, y que en realidad ya está muerto cuando comienza esta secuela. Sería interesante plantear la obra desde ese punto de inicio también, tratando de construir algo nuevo con la historia y dejar de insistir en la misma relación que el primer juego.
Por un lado, todos estos elementos me dan ilusión y me hacen desear disfrutar de The Last of Us 2, pero por otro me generan bastante miedo. Precisamente, una de las mejores sensaciones al acabar el primer juego era la incertidumbre final provocada por la mirada de Ellie. ¿Lo sabrá o no lo sabrá? Ahora ya no hay vuelta atrás: en cuanto comience el juego sabremos la verdad, cambiando todo el significado a la primera parte de la obra, que sigue siendo una de las piezas maestras de la historia de nuestra industria. Controlar a Ellie y construir la historia a través de su perspectiva, compartiéndola con la nuestra, es mucho más importante de lo que parece.
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