Desde que Dave Cox aseguró que le gustaría dedicarse a rehacer Contra del mismo modo que ha dado la vuelta a la saga Castlevania junto a Mercury Steam, la pregunta siempre ha estado ahí y poco tiempo pasa sin que Cox tenga que responder algo al respecto en una entrevista. Esta vez, contestando a Siliconera, hablaba de qué hacer en un hipotético caso en el que alguien trajese a Contra de vuelta.
Desde luego, parece posible para alguien que ha conseguido hacer de Castlevania un producto para todos los públicos asociándolo a la forma de aventura y acción de God of War en vez de dejarlo en una saga con un público muy limitado, pero fiel. Y desde luego, ese cambio en la saga ha traído polémica mucho más allá del reboot de la historia, ya que no se trata de una simple vuelta a empezar.
Y aunque esto no es una práctica muy habitual en la industria, podríamos estar acostumbrados a que pasen estas cosas. Castlevania no es el primero en cambiar de género, ni Contra, en caso de llegar, será el último.
Con la llegada y el auge de las 3D todos querían tener su juego luciendo mucho más espectacular, pero en muchos casos el género no cambiaba más que de perspectiva. De la acción 2D a la primera o tercera persona en 3D hubo muchos como Duke Nukem, pero cuando se habla de cambiar una mecánica bien establecida de una saga clásica, saltan chispas entre los fans.
Como saltaron cuando se empezaron a ver los primeros detalles de Metroid Prime y ese gran cambio. El temor a que Samus se convirtiese al FPS y se dejase de lado la exploración característica de la saga. Nada que ver. Desde luego, de Super Metroid o Metroid Fusion a la trilogía Metroid Prime se puede ver un grandísimo cambio, pero también se puede apreciar que es una evolución lógica para el género que pocos han sabido captar tan bien.
Otro gran ejemplo de rescate de un clásico con una renovación total es Kid Icarus: Uprising, que poco o nada más allá de guiños tiene que ver con el original de NES, pero aún así Masahiro Sakurai consiguió capturar la esencia necesaria para los fans y convertirlo en algo mucho mejor.
Algo así debió pensar también Tomonobu Itagaki al rescatar Ninja Gaiden con el cambio de la saga a las 3D que tanto nos impactó con su primera nueva entrega en Xbox. No era algo nunca visto cuando el hack'n'slash ya se había extendido lo suficiente, pero sí era algo único y especial capaz de atraer a todo el mundo.
Y no es que Contra no lo haya intentado. Dos entregas para PlayStation 2 lo atestiguan, pero tanto Contra: Shattered Soldier como Neo Contra (siendo grandes juegos) se aferraban demasiado a las mecánicas clásicas, que los convertían casi más en un shmup arcade, un género 100% para el público hardcore, que en algo dispuesto para que lo reciba un público masivo.
¿Qué podrían hacer para un nuevo Contra?