Construye tu refugio con Fallout 4 Vault-Tec Workshop
Todavía no hay nada oficial en el lanzamiento del sexto y último DLC de Fallout 4, Nuka World, el último de los seis DLCs prometidos para Fallout 4 e incluídos en su pase de temporada que nos permitirá visitar un parque temático ambientado en la bebida del apocalipsis: La Nuka Cola, muy por encima de ese caldo de pescado de Vim! y el intento de popularidad de Sunset Sarsaparilla.
Como fan que soy de la saga y de sus marcas oficiales, decidí que nada mejor que abrir boca a la espera de Nuka World con Vault-Tec Workshop, el DLC que nos invita a montar nuestro propio refugio nuclear Vault-Tec en la Commonwealth. Y la verdad, me ha vuelto a sorprender gratamente.
De vuelta en la Commonwealth
Hacía ya un par de meses que no volvía a jugar Fallout 4. Dejé las cosas tras el DLC de Far Harbor, la gran expansión que ofrecía nueva isla, nuevo escenarios, nuevas condiciones climáticas y facciones, armas y equipos de la que podéis leer aquí. Mi personaje había vuelto a la Commonwealth tras los sucesos vividos en Far Harbor, había concluido su misión con los Nakano, charla mediante y desenterrado su tesoro para volver a guardarlo a buen recaudo en su residencia en Diamond City sin más aspiraciones que descansar un tiempo.
Sin embargo, la cercanía de Nuka World me ha hecho volver al juego. Tras desempolvar mi viejo traje blindado de aventurero con almacenamiento extra, mi rifle de francotirador y mi magnum híperalimentado, he vuelto a caminar por sus tierras en busca de una llamada de auxilio del refugio 88, un refugio de Vault-Tec que nunca llegó a ser construido del todo y que jamás recibió supervivientes. I'm a mighty might man, I'm young and I'm in my prime, canto mientras dejo atrás la seguridad del hogar en busca de una nueva aventura.
Misiones y gestión
La verdad es que Vault-Tec Workshop me ha sorprendido gratamente, si bien hay cosas que podría mejorar, pero con un baremo general de sobresaliente gracias a que vuelve a hacer lo que mejor sabe hacer Bethesda: meternos en la historia desde el minuto cero y sorprendernos gratamente con su nuevo giro de guión y su nueva jugabilidad.
Fallout 4 vault-Tec Workshop nos invita a entrar en un refugio tras acabar con los saqueadores que están tratando de forzar la entrada, y conocer a su supervisora, una necrófaga que nunca pudo trabajar en su puesto. Nos toca limpiar el refugio de materiales innecesarios, construirlo a nuestro antojo y, una vez hecho esto, invitar a los habitantes del yermo a su 'seguridad' y cumplir una serie de misiones de moralidad discutible para continuar con los experimentos de Vault Tec.
En resumen, lo que ofrece Vault-Tec Workshop es una forma de explotar uno de los recursos más propios y entrañables de la franquicia, los refugios, y sentirnos amos y señores de Vault Tec para protagonizar de primera mano los informes que estamos acostumbrados a encontrar en los refugios abandonados y que, aunque puedan ponernos los pelos de punta, podrían acabar redundando en una ayuda para la sociedad del futuro.
Todavía me quedan muchas horas para estar a gusto con mi refugio y apenas he cumplido dos de las nueve misiones que incluye el DLC. No obstante, y aunque aún me queda por probar, la sensación inicial es muy positiva: lleva a otro nivel los DLCs de la serie Workshop, aprovecha lo aprendido en Fallout Shelter y, si bien el gestor de creación sigue siendo muy farragoso, al menos ahora es un poco más ágil e intuitivo. Un delicioso aperitivo con el que ir haciendo tiempo hasta la llegada de Nuka World.
¡Nos leemos!
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