Consolas retro: ¿Los nuevos eBook?
Ya tenemos a SEGA y a Nintendo pegándose en las esquinas, como en los buenos viejos tiempos de la Nes y Master System, aunque eso sí, con mucho más elegancia, vestidas de traje y con movimientos más meditados y sosegados. Las peleas a la salida del colegio han dado paso a duelos de dominó en los que no falta el pacharán, y benditos sean, aunque, entre nosotros, no acabo de entender el concepto.
NES Classic Edition y Mega Drive Classic Game Console
Todo empezó con el anuncio de Nintendo de su NES Classic Edition, una consola 'retro' que emulará a la vieja consola de 8 bits con la que Nintendo conquistó el mundo y que traerá preinstalados 30 juegos de la época y volverá a invitarnos a jugar con mandos retro, cable incluidos, que a Nintendo eso se le da de lujo.
SEGA no ha tardado en responder, aunque lo ha hecho con truqui, y a falta de uno ha sacado dos modelos de su clásica Mega Drive que bajo el nombre de Mega Drive Classic Game Console y Mega Drive Ultimate Portable Game Player ofrecen una consola réplica de la original, compatible con los cartuchos originales, y una consola portátil que podemos conectar a la tele y que podemos actualizar mediante tarjeta SD.
Las comparaciones son odiosas
Las comparaciones son odiosas, pero también necesarias. En primer lugar cabe aclarar lo que os decía antes de que SEGA usa truqui: las dos consolas que SEGA presenta son novedad... es España, dado que ya hace muchos años que están disponibles fuera de nuestro país, y corren de la mano de la gente de FunstockRetro.
Por otro lado, quitando el detalle de su 'frescura', hay grandes diferencias entre unas y otra consola. Por un lado el precio es más o menos el mismo en los tres casos, si bien NES Classic Edition parece quedarse un poco atrás en número de juegos, con 30 títulos frente a los 80 que ofrecen las réplicas de la máquina de SEGA, que además cuentan con un catálogo ampliable vía SD o cartucho original en el caso de la Mega Drive de sobremesa.
Técnicamente, sin embargo, parece que la máquina de 8 bits supera a la réplica de 16 bits gracias a la inclusión de una conexión HDMI que permitirá incluir la opción Pixel Perfect para disfrutar de los juegos de los 80 con toda la calidad de la tecnología actual, algo en lo que las réplicas de SEGA se queda atrás con su conexión AV que, sin embargo, permite resoluciones avanzadas.
¿Tiene sentido todo esto?
Como usuario amante de lo retro no acabo de entender el concepto de estas dos nuevas maquinitas más allá del de ser una excusa para sacarnos el dinero a los que solemos decir cosas como 'en nuestros tiempos los juegos sí eran difíciles' y no queremos complicarnos la vida. Que a ver, sí, son bonitas, tienen su rollo y parecen atractivas, pero... ¿Tienen sentido?
Como digo, las réplicas de SEGA no sólo llevan años en el mercado USA, sino que además las puedes conseguir por internet a 30 pavos americanos de importación sin gastarte los 60 pavos europeos que te piden aquí y con la única pega de necesitar un adaptador de coriente o un adaptador de pines, que en cualquier chino te cuestan dos duros. Por otro lado, los juegos que incluyen las tres llevan tiempo dando vueltas en diversas plataformas, y por mucho que salgan más baratos así, reunidos en la maquinita, sigue pareciéndome un gasto un tanto ilógico si lo que queres es jugar, y más ilógico aún si lo que quieres es tener una máquina retro en casa.
Entendedme, me alegro por aquellos que deseen comprar una de estas consolas 'retro' y me alegra de que haya opciones para todo el mundo, pero me da la impresión de que las consolas 'retro' son los nuevos eBook, algo que ya tienes en el móvil pro compras aparte por comodidad. Basta con darse un paseo por internet para encontrar máquinas originales de la época a buen precio y, seguramente, con más cartuchos. Puede que sea un viejo cascarrabias que no entiende qué valor retro puede tener algo hecho hace dos meses, o que realmente lleve tanto tiempo metido en esto que no comprenda a quienes se emocionan por algo que ya estaba en el mercado y a mejor precio, pero en fin... de todo debe haber, imagino, y esta vez me toca a mí personalizar al Grinch del videojuego.
¡Nos leemos!
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