Cada vez escucho más `música de videojuegos´ en mi coche

Cada vez escucho más música de videojuegos en el coche, aunque debo confesarlo, no se trata de música de videojuegos propiamente dicha. No es como cuando Yuzo Koshiro nos ponía palotes con sus sintonías, Mike Morasky nos enseñaba narrativa melódica y Joe Hisaishi seguía demostrando ser Dios sobre la tierra frente a esos semidioses conocidos como Michiru Yamane, Nobuo Uematsu y Akira Yamaoka. 

Ná. 

Ahoras escucho 'música de verdad' gracias a los videojuegos, canciones y temas que ya conocía pero que gracias a las promociones y anuncios vuelven a mi memoria y que me recuerdan a lo que pasó en su momento con uno de los anuncios televisivos más impactantes de la historia: el primer Gears of War que huyó de la norma de plasmar su acción y utilizó el Mad World de Gary Jules para enamorarnos de esa otra forma de hacer las cosas... e invitarnos, de paso, a ver Donnie Darko y el estupendo trabajo de Michael Andrews con el señor Jules. 

 

 

Fuente de cultura

Los videojuegos son cultura y fuente de cultura, sirven como puerta de entrada a otras formas de ocio y arte, y lo mejor es que nos ayudan a ir más allá y comprender otras facetas de un género compartido con la literatura, el cine, el teatro, la música y otras vías artísticas como la pintura, la escultura y la arquitectura. En este caso, el de la música, las compañías tienen una obligación moral con el mundo de enseñarnos no sólo aquello que triunfa y ya es famoso, sino también aquello que vive en las sombras a pesar de su gran calidad y que merece que el mundo lo conozca. 

 

Uno de estos casos ha sido, por ejemplo, el trabajo de Kojima Productions con Death Stranding, que ha usado un tema de un grupo no super famoso, Low Roar, que tiene ese toque espiritual y de denuncia y cuyo tema, I'll Keep Coming, entronca perfectamente con el mensaje del juego, ya que por compartir comparten hasta inquietudes, y si no lo creéis ved el vídeo oficial, no falta ni el chapapote. 

 

 

Pero Kojima es uno entre muchos

Y en este E3 parece que las compañías se han puesto las pilas en esto de encumbrar a grupos quizá no archi-famosos con un Battlefield 1 que ha apostado por un The White Stripes que, bueno, estos sí que tenían ya fama, que incluso fueron tema en su momento de una coreografía robótica en America's Best Dance Crew; y un Call of Duty Infinite Warfare que ha cogido un clasicazo de Bowie, sí, pero en una versión de los chicos de Lady Heroine, muy majos y con un arte impecable. 

 

 

Ubisoft también hizo sus deberes el año pasado con Watch Dogs apostando por una impresionante cantante con una voz impecable, Julia Klee, que a muchos nos enamoró con su Talk, y poniéndola a la altura de otros como Machine Gun Kelly. Algo parecido al trabajo de Guitar Hero, en especial con su Legends of Rock, que no dudó en meter a Mago, y lo mejor, con su canción Satania y no con ese coñazo del chapapote o la fiesta pagana que cantáis todos los pijoteros cuando van a cerrar la caseta, el bar o la boda. 

 

 

Buenos juegos que nos enseñan buena música

No se mataron en GTA San Andreas cuando pusieron el Welcome to the Jungle de los niños del accidente con los espaguetis, las pipas y las rosas, pero el trabajo de Michael Hunter con GTA antes de que Edgar Froese -descanse en paz- entrara con Tangerine Dream en GTA V fue tan espectacular como el de su sucesor. Algo que también funcionaría en Scarface: The World is Yours y otro sandbox de buena música: Sleeping Dogs, que de paso nos ayudó a conocer buenos grupos de música oriental más allá del J-pop de Gackt, L'arc'n'ciel o las mini moni con Bonomo y The Budos Band, algo que ya había descubierto con Nico Bellic y su pasón por la música 'del este' con Kinó, Seryoga y los chicos de la Eurovisión ukraniana: Ruslava.

 

No estoy en contra de las composiciones exclusivas para videojuegos, pero sigo prefiriendo el uso de canciones 'de verdad' para determinados momentos, ya sea para explorar el páramo con Nat King Cole, Bing Crosby o Skeeter Davis, o para correr a toda velocidad con la mencionada Julia Klee, Iggy Pop, Bonobo o Seryoga, o incluso cantar a voz en grito La Vida es Una Lenteja o ver qué nueva canción tiene para mí el bueno de Lazlow. Vosotros... ¿Qué música escuchaís gracias a los videojuegos?

 

¡Nos leemos! 

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