Borderlands, encantado de conocerte
Hay veces que llego muy tarde a jugar a ciertos títulos, lo sé. La saga Borderlands es la prueba más evidente sobre ello. ¿Por qué no había jugado a ninguno de sus juegos hasta ahora? Podría dar mil razones aunque supongo que la más importante sería que nunca me han gustado especialmente los shooters y suelo dar preferencia a otro tipo de alternativas. ¿Por qué probar Borderlands ahora, entonces? Porque aunque no os lo parezca, a pesar de lo que os he comentado sobre los shooters, Destiny sí que me gustó al aportar ese componente rolero más propio de otros géneros. Y no fueron pocos los que me dijeron que entonces debía probar sí o sí la saga de Gearbox.
Aprovechando la llegada de Borderlands: Una colección muy guapa, que incluye los dos últimos juegos que han salido (el primero no), me he propuesto adentrarme en sus mundos. Debo decir que apenas he jugado un puñado de horas a Borderlands: The Pre-Sequel y sería injusto hacer un juicio de valor hacia cualquier lado de la balanza, pero oye, de momento sí que me está gustando.
He comenzado a entender esa comparación que algunos jugadores realizaban entre Destiny y Borderlands, porque aunque son bastante distintos sí que comparten bastantes características o eso me ha parecido al menos. Incluso, la ambientación espacial de The Pre-Sequel no ha hecho más que aumentar mi necesidad de comparar a los dos juegos. De momento, hay cosas que me gustan más en Borderlands y otras que me gustan más en Destiny. Pero bueno, tampoco he venido hoy aquí a escribiros una comparativa.
Tengo un amigo muy enfermo de Borderlands (unas 1000 horas jugadas dan fe de ello) que siempre me decía que lo que mola es jugarlo con amigos, no tanto en solitario. Esa es otra de las razones por las que me iba alejando de la saga, ya que (otro de mis rasgos extraños), no me suele motivar en exceso jugar a shooters en compañía. Pero he de decir que de momento lo estoy disfrutando en solitario y no he echado de menos la presencia de otros seres humanos con los que interactuar (¡Álex, eres un antisocial!)
Lo que más me ha gustado, con diferencia, son las armas. Todas se sienten diferentes e incluso he llegado a pasar ratos dedicados únicamente a probar algunas de ellas para quedarme con la que más me gustara. Lo bueno es que aunque las estadísticas de las armas te pueden guiar, cada una suele tener alguna característica única que sólo se siente cuando disparas y haces uso de ella. Quizás una hace menos daño que la otra, sí, pero a lo mejor dispara mucho más rápido o tarda menos en recargar, o simplemente se adapta mejor a tu manera de jugar. También hay que decir que algunos diseños están muy guapos y reconozco haber descartado algún que otro arma mejor que alguna de las que usaba sólo porque me gustaban menos estéticamente. Creo que es una de las características en que se distancia más de Destiny (lo siento por volver a mencionarlo), donde casi todas las armas son iguales.
También me gustan las sorpresas que deparan algunas zonas del escenario. Ayer mismo estaba dando un paseo matando bichos, descubrí una cueva en una montaña por casualidad a la que entré y en la que acabé encontrándome con un bichaco de un nivel muy superior al mío que me reventó de un golpe. Esos detallitos hacen que me dé cuenta de que el mundo de Borderlands merecer ser explorado y merecerá la pena revisitar escenarios en el futuro.
Ya os digo que a lo mejor me canso en unos días y sí que doy la razón en cuanto a que es necesario jugar con amigos para disfrutarlo o vete a saber, pero de momento yo me lo estoy pasando estupendamente bien y me alegro de haber podido descubrir esta saga, aunque haya sido bastante tarde. Seguro que os comento algo más del juego alguno de estos días (probablemente sobre su peculiar sentido del humor, que no me ha hecho especial gracia) aunque ya os digo que de momento estoy muy satisfecho con este descubrimiento.
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