1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS3

Bendito Dishonored

Cuatro años en la cumbre
Por Tipo de Incógnito

En esta casa se ha escrito muchas veces sobre Dishonored, pero toda ocasión de recordar este juego a quienes solo lo hayan jugado una vez o a quienes todavía no se hayan animado a probarlo es poca. El 12 de octubre, hoy, día de la "Fiesta Nacional de España", o de muchas otras cosas menos patrióticas en América; también es el aniversario de este fabuloso juego de Arkane que en menos de un mes recibirá una merecidísima secuela.

 

Me da miedo que la secuela no sea tan redonda como su primera parte, pero teniendo esta ahí, creo que puedo soportarlo. Regresar a Dunwall, a Dishonored, es una experiencia fabulosa porque, aunque el mundo siga siendo igual, siempre hay oportunidades nuevas para quienes nos lo conocemos bien. Donde antes había duda y miedo a actuar, ahora hay precisión milimétrica y juegos de malabares con poderes, enemigos, ratas y edificios. Es un juego asombrosamente versátil.

 

Así se juega a Dishonored

 

Esa versatilidad está presente en todas partes y creo que define bien al juego. Ya no es solo porque puedas conseguir un final mejor o peor dependiendo de si matas a mucha gente o no, lo cual también afecta a cómo avanza la infección en Dunwall. Puedes elegir entre seguir al pie de la letra la misión que te ponen y ser un mero peón en un juego mucho más profundo de lo que te hacen ver los personajes o puedes implicarte con el mundo, descubrir nuevas cosas que no te han contado y cambiar la historia para obtener distintos resultados.

 

Curiosamente, 'distinto' no significa mejor. ¿Es mejor matar a una mujer a sangre fría o drogarla y dársela a un hombre que está obsesionado con ella y que, probablemente, le dé una vida terrible? ¿Es ético o moral cortar la lengua de dos fascistas prostituidores y condenarlos a una vida de sufrimiento en minas de carbón o simplemente matarlos? No hay medias tintas en este juego y tu, desde luego, no eres muy heroico. Pero el fin justifica los medios, ¿no? 

 

163840uge40qjomsqxdcbiw3wn

Pedazo dirección artística, por cierto

 

Dishonored, además, no cae en el error de muchos de sus contemporáneos. Sí, tiene escenarios abiertos donde explorar es un gusto y donde tus habildiades, que tú desarrollas libremente, te permiten llegar más alto o matar mejor, lo que a su vez puede desbloquear historias paralelas y secundarias que también influyen en tu desarrollo como personaje. Pero no es un mundo abierto que se repite y vuelve tedioso, sabe contener sus escenarios en la justa medida para que no sean lineales. Esto es algo muy complejo y digno de alabanza, porque es ir en contra de la moda, saliendo encima airoso. 

 

Dishonored 2 quizá no sea peor, o quizá sea mejor, es pronto para saberlo. Pero las lecciones de diseño, de narrativa y de pura y sana diversión que tiene su primera parte siguen a día de hoy, cuatro años después y una generación de por medio, fresquísimos. Pocos videojuegos consiguen ya que te impliques con lo que haces porque te señalan con una flecha o un icono donde ir, pero Dishonored (incluso cuando te permite hacer eso en ocasiones) es tan intrigante y coloca sobre el tablero también todas las partes que lo componen que es imposible no jugar con ellas y probar todas las combinaciones posibles.


<< Anterior Siguiente >>