Baja el shooter, sube la aventura

El titular es mamporrero y oportunista, sí, os lo reconozco. Pero me ha llamado la atención la bajada de ventas de Black Ops 2, que significa el segundo año consecutivo que el título vende menos que el anterior. En el otro lado del ring, The Walking Dead le ha puesto el lazo a su primera temporada con un gran éxito de crítica y un supuesto buen recibimiento entre el público. ¿Cambian las tendencias?

 

A pesar de lo bonita que quedaba esa cifra de los 500 millones de ventas durante el primer día, Activision se guardó de decir los números exactos de juegos vendidos durante el estreno de Black Ops 2 y las primeras alarmas saltaron. Tampoco seamos cínicos, el juego ha vendido lo que no está escrito y cualquier compañía del mundo, cualquiera, daría un brazo para tener un éxito así al año.

 

Pero la bajada por segundo año consecutivo puede enseñarnos alguna que otra lección. ¿Está mostrando síntomas de agotamiento el género? Hay varias corrientes de opinión: están quienes lo achacan a la crisis, están quienes argumentan que, con la salida de Halo 4 tan cercana, las ventas de Call of Duty se han resentido. Pero lo cierto es que se estiman en un 15% la bajada de ventas por el título.

 

También habrá quien se suba al carro, ya os lo decimos ahora, de que el tema futurista no vende, que se veía venir y demás. Pero no deja de ser cuanto menos curioso que el género que ha dominado esta generación con puño de hierro muestra síntomas de debilidad justo cuando llega su final. ¿Nos espera un panorama diferente para la siguiente?

 

 

No tenemos artes adivinatorias así que no lo podemos certificar, pero los resultados de The Walking Dead nos enseñan otra buena lección: el videojuego no comienza ni acaba en el shooter y la aventura está más viva de lo que creíamos. Una aventura que ha tenido que evolucionar porque, lo dice el mismo Ron Gilbert, el nicho al que le gustan los point & click clásicos es muy pequeño.

 

Pero el modelo de The Walking Dead es otra cosa, y lo ha demostrado estos días. Ha demostrado, de una tacada, que los géneros no son estancos. Que el videojuego puede, y debe, jugar con ellos, moldearlos y buscar nuevas fórmulas. Porque sí, hay un nicho al que le va a seguir apeteciendo echar una partida a su aventura clásica de toda la vida reformuloada pero hay un público al que le gusta ese juego y que, con el enfoque adecuado, puede lanzarse a él.

 

Vuelvo a Gilbert que cree que el hecho de dotar de acción a una aventura "permite que una parte de tu cerebro esté siempre en funcionamiento". En esa mezcla entre el puzzle y la acción puede haber encontrado el género una tabla de salvación. No nos extrañaría nada que comiencen a salir clones del juego de zombis porque ha demostrado que, por esa vía, hay un filón. Tiempo al tiempo.

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