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[Análisis expandido] Just Cause 3

¿Por qué comprarlo?
Por Dayo

Este texto es una expansión del análisis de Just Cause 3.

 

Este, sin duda, ha sido el año del sandbox ¿Y por qué no iba a serlo? Junto al terror, es el género que más cancha da a los youtubers centrados en el let’s play, aporta mucho valor jugable a aquellos que le den importancia a las horas que pasas sentado frente al televisor y, dentro de lo relativo, parece más fácil diseñar un puñado de mecánicas y sistemas que hilar scripts y situaciones únicas a través de un guión elaborado. Sin embargo, con la progresiva saturación lo que una vez fue único se vuelve norma y, con el tiempo, suben los estándares. Al fin y al cabo ¿por qué iba a tener que soportarte si hay otras diez personas que lo hacen mejor y es fácil encontrar otras mil que hacen lo mismo que tú? Es en este mapa, en el de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, el de Fallout 4, Mad Max, Batman: Arkham Knight, Assassin’s Creed: Syndicate, Westerado: Double Barreled Edition, The Witcher 3 o Dying Light, en el que entra Just Cause 3, y la pregunta al valorarlo cambia ligeramente de matiz. Ya no estamos preguntando si merece la pena o no, si es bueno o malo en sí mismo. Más bien, en un mundo en el que existen GTA V, Sleeping Dogs o Minecraft ¿por qué debería escogerte a ti?

 

La respuesta es difícil. Ed Smith describe a Just Cause 3 como el lugar “donde todas las mecánicas e ideas viejas, cansinas, recicladas, poco inspiradas, monótonas y podridas de la pasada década vienen a morir”, y quitando el hecho de que este es uno de los periodistas más duros del panorama actual, cuesta quitarle la razón. Moverse con el traje de planeo es un placer, desde luego, pero no se diferencia mucho a lo que podía hacer en Gat out of Hell ni tampoco parece muy distinto a lo que tiene Batman en Arkham Knight. InFamous: Second Son tenía el que probablemente sea el mejor sistema de movimiento en un sandbox de la presente generación porque te mantenía en relación con la ciudad y no podemos ignorar que Far Cry 4 le diese importancia a la verticalidad. El gancho, antes seña de identidad de la saga, es ahora un tropo tan visto que GameSpot ha dedicado todo un vídeo a repasar los juegos de este año que tienen un gancho entre sus mecánicas principales (y eso sería descontar juegos pasados, como Lost Planet 3).

 

GTA

 

Quizá la respuesta sea “porque me gustan los juegos que me dan libertad para expresarme”, pero eso es ignorar la reciente tendencia de juego emergente que hemos visto estos últimos meses. Ubisoft está cada vez más interesado en hacer títulos que conecten sistemas para crear situaciones impredecibles, Fallout 4 te da todo un mundo para explorar a tu gusto y GTA V a estas alturas de la película es más barato y tiene más opciones y contenido. Y también tiene un modo multijugador. Si todavía conservas una Xbox 360 puedes repasar el catálogo de la séptima generación con Crackdown y La Tierra Media: Sombras de Mordor posee un estilo único a la hora de permitir al jugador relacionarse con todo un ejército (aunque ese estilo todavía deba pulirse).

 

Entonces retrocedemos otro paso hasta las mecánicas, pero Just Cause 3 no aguanta un solo asalto. Es como jugar a un juego de PlayStation 2, y en esa época ya estaban The Mercenaries o GTA: San Andreas. Y ese juego tenía un jetpack. También es la generación de Hulk: Ultimate Destruction, juego que te permite agarrar un autobús lleno de inocentes y convertirlo en unos guantes de boxeo, aunque no ofrezca mucha libertad a la hora de cómo quieres destrozar algo ¿Guión, pues? Nop. El reparto de Just Cause 3 es soso y predecible, sin ningún carisma, y aunque intenta no tomarse en serio a sí mismo, no sabe cómo tomarse a broma. Entonces ¿por qué quieres jugar a Just Cause 3? Sólo hay una respuesta.

 

Porque te gusta el estilo de Just Cause.

 

No te gusta cualquier sandbox ni cualquier juego emergente. Quieres uno muy específico, uno que te ponga en un mapa enorme y convierta cada asalto del ejército de tu enemigo en una oportunidad para robar helicópteros y tanques y hacer que se estampen contra un transformador mientras saltas del vehículo en llamas. No te gusta jugar; te gusta pasártelo bien, sentirte, hablando en plata, como el puto amo. Juegas a Just Cause porque tú estás a su altura, no porque el juego vaya a darte lo que necesitas. Eres un monstruo vayas donde vayas, pero sólo aquí puedes pensar en tantos usos para un gancho y una bombona de gas inflamable. Miras por encima de la suma de las partes. Estás demasiado ocupado poniendo minas en un coche para hacer que vuele y caiga sobre una estación de radares como para pensar en si se controla mejor o peor, si se siente más vivo o qué dice la gente mientras huye. Juegas por la experiencia jugable, no por el placer kinestético, la solidez técnica, el detallismo o los chistes. De hecho ni siquiera sabes lo que significa “kinestética”; esa es una palabra para los pedantes. Tú haces estallar el mundo. Si conectas con ese estilo, Just Cause 3 es tu juego y espero de verdad que lo disfrutes.

 

El resto podéis jugar a GTA V. O a Just Cause 2. Está más barato.


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