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Acabar un juego sin finalizar la campaña

O cómo pasar de Skyrim a las 40 horas
Por Jaume Esteve Gutiérrez

Venía dispuesto a hablar de mi experiencia con los RPG de Bethesda, esos que consigo acabar a duras penas, pero una charla con el compañero Alejandro Pascual me ha dejado pensativo: ¿cuándo damos un juego por finalizado? ¿En el momento en el que acabamos con la campaña principal o cuando decidimos que ya le hemos sacado todo el jugo posible? ¿Es posible finalizar Skyrim en un lapso razonable de tiempo y mantener la cordura y la vida social intactas?

 

Todas estas reflexiones llegan cuando te pones a pensar en los grandes RPG de Bethesda, juegos largos como ellos solos, y te das cuenta de que te los has pasado con grandes problemas, si es que has sido capaz de lograrlo. De hecho, tengo un ratio del 100% en la saga Fallout y uno del 0% con los Elder Scrolls en la presente generación, cada uno de ellos con sus circunstancias.

 

Recuerdo pasarme Fallout 3 sin mayores problemas, fruto de un verano sin grandes planes y muchas noches de total libertad. De hecho, recuerdo esa experiencia como una de las más placenteras de mi vida como jugador, paseando por el Yermo a las tantas de la madrugada, con la ciudad adormilada y una suave corriente de aire refrescando el calido ambiente de julio.

 

Fallout 3

 

También es muy cierto que con Fallout: New Vegas tuve que plantarme. Después de cincuenta horas de campaña, de llegar a soñar con la repetitiva banda sonora del título, de perderme en mil tareas secundarias, decidí poner freno al asunto y centrarme en la campaña. En un par de días estaba finiquitado.

 

Con los Elder Scrolls, en cambio, me pierdo. No sé encontrarle el motivo porque son títulos que, a grandes rasgos, comparten la misma concepción y por tanto lo que en unos se cumple se debería cumplir, también, en los otros. Pero a pesar de que tanto Oblivion como Skyrim los he jugado dos veces por separado, cada uno, no he sido capaz de finalizarlos.

 

Una buena explicación al asunto podría ser la que he comentado en el primer párrafo. Llegado el momento en el que has exprimido todo el jugo a un título, lo dejas y pasas a otra cosa. No digo que la historia de Skyrim no sea interesante, pero me sucede como con esos títulos deportivos en los que, una vez conquistados todos los títulos, decides dar carpetazo a tu carrera.

 

Sleeping Dogs

 

Un buen ejemplo de este punto es Sleeping Dogs. Juego al que, pese a saber que no tenía una duración extremadamente larga, no he sido capaz de poner el punto y final. Una vez recorrido todo Hong Kong, saboreados esos combates cuerpo a cuerpo y sus persecuciones, decidí que era el momento de pasar a otro título a pesar de que me intrigaba conocer el futuro de Wei Shen.

 

¿Cómo se puede luchar contra este abandono prematuro? Una opción es ir mostrando nuevas mecánicas a medida que avanza el juego. No dártelas todas de sopetón. En este punto es interesante ver el caso Grand Theft Auto. Si en San Andreas no podíamos pilotar un avión hasta bien entrada la partida, parece que en la quinta entrega podremos hacer de todo desde el minuto uno. ¿Jugará en contra del taquillazo de Rockstar?


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