Si comparamos esta versión con la original de PC, lo cierto es que el resultado de esta versión para la nueva portátil de Nintendo se nos queda más que corta, no hay duda de ello. Así que intentamos afrontar el ver a nuestros sims dentro de una portátil como si dicho juego no existiera, y lo cierto es que el resultado sigue siendo el mismo.
Los Sims 3 en Nintendo 3DS no llegan al estándar de calidad que se debiera exigir de esta franquicia. No sólo es por un aspecto gráfico obtuso, que incluso en lo que se refiere a los menús, parece haberse equivocado de consola y haber sido programados para la anterior portátil, con una resolución muy baja para lo que cabría esperar.
Todo su desarrollo, en general, se ha simplificado evitando a los jugadores crear su propio estilo de partida que es lo que caracteriza y ha caracterizado siempre a esta saga.
Y es que incluso aquella versión en la anterior portátil de Nintendo conservaba todas las famosas barras que nos indicaban cómo se encontraba exactamente nuestro Sims. En Los Sims Medieval, por ejemplo (cuyo análisis llegará en breve), únicamente tendremos dos necesidades que cubrir, pero su modo historia y de cumplimiento de misiones hace casi inevitable el que se vean reducidas. Aquí no ocurre eso,
en esta versión para 3DS todas las necesidades de nuestros personajes estarán ordenadas en cola, obligándote a cumplirlas por orden antes de que el contador llegue a cero. Cambiando esta estructura de juego, únicamente se consigue que la variedad se pierda en el camino, porque si todo el mundo atiende las necesidades, los sueños y los deberes de su sim en un orden concreto, no hay posibilidad de crear partidas distintas, únicamente dirigidas por patrones de conducta establecidos acerca de cómo reaccionará tu sim en determinadas circunstancias.
Gráficamente es loable; los personajes no parecen estrambóticos alienígenas como en la versión para la anterior DS, pero tampoco dista mucho en comparación con versiones ya vistas en PSP o iPhone/iPod Touch. Se ha aprovechado bien la táctil, gracias a una nueva vista de cámara cenital donde veremos un plano de nuestra casa, casi como los que se enseñan al comprar un nuevo apartamento. De hecho, al relegar esta vista a la pantalla táctil donde realizamos todas las acciones, la pantalla superior en 3D no deja de ser una mera ventana donde ver con detalle los acontecimientos, pero de la que no podemos interactuar de ninguna forma.
Como mayor novedad, el equipo ha querido aprovechar algunas funcionalidades de 3DS, como el giroscopio o el micrófono, por ejemplo, de manera que seamos capaces de crear terremotos, relámpagos o vientos huracanados, y a ellos accedemos cuando logramos un buen karma cumpliendo las necesidades de nuestro sim, pero no deja de ser un poco rocambolesco que el hecho de realizar las acciones apropiadas vengan recompensadas con la posibilidad de generar un terremoto. Se puede sacar partido de él, pero no deja de ser una excusa para aprovechar de alguna manera la sensibilidad de la consola.
Creemos que Los Sims 3 para Nintendo 3DS es insuficiente, porque la capacidad técnica unida a las posibilidades de control de la portátil deben ser suficientes como para sacar provecho de un juego como éste.
El control, aunque aprovecha las oportunidades, no está pulido lo que hace que mover la cámara y seleccionar acciones (pero aún, cancelarlas) sea un horror, ya que no resulta nada ágil, ni veloz, ni certero. El 3D tampoco saca lo mejor de sí, sobre todo para fuera, y el apartado gráfico se queda en lo mínimo para satisfacer a todo aquel que no se haya acercado a la versión para compatibles.
No habría estado mal comenzar la andanza de 3DS con un buen Sims que puedas llevar siempre contigo (de hecho, la parte de decoración y el apartado musical funcionan perfectamente para entretenerte en tus viajes) pero esta versión resulta apresurada, repetitiva y demasiado sencilla como para que no termines aburrido cuando llegue un juego que pique realmente tu curiosidad. Una lástima.
NOTA FINAL: 4
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