Es curioso que esta sea la tercera vez que analizamos Street Fighter IV (y no será la última, si al final llega a consolas su versión Arcade), y que cada una de las veces que lo hayamos hecho nos haya parecido totalmente diferente. Y es que
la cuarta entrega de la franquicia de lucha por excelencia nos ha sorprendido en su aclimatación a la nueva consola de Nintendo, sacando todo el partido posible a una portátil, que es sinónimo de pérdida de control en un juego de lucha.
No podemos volver a analizar Street Fighter IV, los dos análisis de MG deben servir para que el jugador entienda lo que ha supuesto este retorno de la franquicia en esta generación, por lo que sólo repasaremos las diferencias que suponen el paso a Nintendo 3DS.
Gráficamente, esta 3D Edition posee un empaque inmejorable que sólo nos hace soñar con lo que podremos ver en el futuro. Street Fighter brilla en 3DS como lo hace en la consola de sobremesa y sólo acercando bien la mirada es posible percatarse de que hay cosas que han cambiado.
La concentración en la suavidad y la calidad de los personajes hace que los fondos sean lo que menos impacto produzca, y es que todos los personajes, animales y elementos que animaban el fondo son ahora estáticos, sin ningún tipo de animación. Variando el tipo de 3D, también nos parece ver algo más borroso el detalle del conjunto con el 3D desactivado, aunque la diferencia es mínima.
Aunque el efecto 3D está bastante bien conseguido, sin ser el máximo exponente de la consola, nos hemos encontrado más cómodo con la opción desactivada, ya que la atención requerida en un Street Fighter es máxima y en ocasiones las diferentes capas de profundidad llegaban a distraernos demasiado. La nueva cámara dinámica potencia aún más el efecto, y puede resultar más espectacular para las repeticiones, pero si eres jugador experimentado de Street Fighter, esta nueva cámara no es una opción válida, ya que es imposible medir las distancias, ni aprender combos o estrategias en su repetición. Simplemente, para un usuario avanzado no sirve más que como punto curioso y un extra de bonificación.
Ya a los mandos y en plena partida, veremos que todo es igual que en Super Street Fighter IV. Lo que cambia, como decimos, son los controles.
Si a muchos usuarios ya les era complejo utilizar un pad en vez de un arcade stick, luchar con los controles de una consola portátil eleva algo más el handicap. Principalmente, porque perdemos dos botones en la parte superior de la consola, perdiendo los ataques que suman los tres puños y las tres patadas, que dan acceso a los Ultras y a los golpes EX.
Para ello existe la pantalla táctil que se encarga de colocar cuatro nuevos botones a los mandos y que son totalmente configurables. Gracias a ellos podremos hacer las mismas tácticas que hacíamos en el juego de sobremesa, pero con el inconveniente de que nuestros dedos no hagan más que cruzarse como si estuviéramos a los mandos de una mesa de mezclas en los combos más complicados. Realmente es difícil, aunque posible, dominar SSFIV 3D Edition al mismo nivel que lo hacíamos en su versión original.
Y es que aunque contemos con la pantalla táctil,
hacer cancels o focus attacks en una botonera tan diminuta es altamente complicado, sobre todo porque ya es complicado hacerlos en condiciones óptimas. El stick, sin embargo, se comporta excelentemente bien para aquellos usuarios que aprendieron a dominarlo en vez de la cruceta.
Volviendo a los botones de la pantalla táctil, decir que hay dos modos: el Pro y el Lite. Este último permite hacer ataques especiales, Ultras y Supers simplemente apretando el botón, mientras que el modo pro no permite seleccionarlos. Únicamente podremos configurar los agarres, los focus, y la triada de puñetazos o patadas, obligando a hacer los combos manualmente.
En el modo online, existen opciones restrictivas que no permitirán a los amateurs utilizar el modo Lite, por lo que las batallas serán igualadas para aquellos que sí lo desean, pero ojo: nunca desaparecerán los botones táctiles. Sin embargo, en una partida multijugador local será posible fusionar los dos modos. Huelga decir que el modo multi local funciona con una estabilidad 100% fiable, sin pérdidas por ralentizaciones de ningún tipo en ningún momento de la partida.
Street Fighter es uno de los juegos más importantes del catálogo inicial de 3DS, si no el que más.
Y no lo es simplemente por emular sorprendentemente bien al juego de sobremesa, sino por exprimir al máximo las posibilidades de la nueva portátil de Nintendo, con un online en toda regla, un modo de figuras que es un juego en sí mismo, y sobre todo, un control que no rebaja las posibilidades excéntricas que encumbraron a la cuarta entrega, y donde es la consola la que por su carácter portátil la que no puede ofrecer un esquema mejor al juego de Capcom. No hay ninguna queja. Lo que hemos visto es suficiente para ver a los maestros en todo su esplendor. El cambio es, simplemente, como comprarse un nuevo pad o arcade stick para tu querido juego de lucha.
NOTA FINAL: 8,5
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