Bajada de pantalones (Parte II)
Miercoles 07 de Septiembre de 2011 por Víctor Junquera
Dios, parecerá que estoy todo el día a vueltas con lo mal que lo está haciendo Nintendo con 3DS, que no hablo de otra cosa, ¡y que hasta disfruto! Nada más lejos de la realidad. Lo que no sufro como periodista, lo sufro como usuario, a veces incluso doble sufrimiento, y es que no es agradable ver los donde dije digo, digo Diego a los que está teniendo que recurrir Nintendo para sacar adelante esta sucesora fallida de la que lleva camino de convertirse la consola más vendida de la historia. Pero en serio, ¿habéis visto qué cosa más fea?
Hablo del 3DS Expansion Slide Pad, claro, esa nueva maravilla que habrá que colocar bajo el primer modelo de 3DS para tener un imprescindible segundo joystick y un no tan imprescindible segundo botón R, algo que, según las grandilocuentes palabras de Miyamoto, eran perfectamente prescindibles porque, ¡hey!, los giroscopios de la consola pueden servir para girar una cámara tan bien como un redundante joystick. ¿Lo recordáis?
Saltándome un poco las normas de la profesión, de esa objetividad (ja) que debería de caracterizarnos, escribo como usuario, como usuario idiota además, porque caeré una y otra vez, y sin poder evitarlo -porque en el fondo, es parte de mi trabajo-, y por muy evidente que esté siendo Nintendo en la campaña de su nueva consola, intentando contentar a todos, intentando tenerlo todo pero desde el orgullo de los 150 millones, quienes la tenemos desde el primer día deberíamos asumir que caeremos con cualquier cosa, porque, dios, ese Mario Tanooki nos tiene bien cogidos por los huevos.
Y esto va funcionando así desde antes de Marzo:
Promesa: Es un dispositivo premium, hi-tech, ¡3D sin gafas!, el diseño más elegante que puedas imaginar.
Realidad: Estando muy bien y siendo conformistas porque no buscamos la mayor potencia gráfica, al final no era para tanto.
Promesa: Un gran apoyo de las third parties.
Realidad: Gracias, Capcom, por el port y el minijuego. Las demás, ponéos las pilas.
Promesa: Contentaremos a todos los públicos, más calidad general que en Nintendo DS.
Realidad: Más de medio año de ports y remakes, apelando a la nostalgia y al negocio fácil, abriendo el catálogo con un Nintendogs peor que el original que revolucionó la primera DS.
Promesa: El miedo a las 3D evita que Nintendo 3DS arranque. Ya llegará el éxito.
Realidad: Nintendo 3DS no es lo que era, rebaja más de un 30% su precio y compensa a los engañados con ROMs.
Promesa: Nintendo 3DS tiene todo lo necesario para ser una gran consola.
Realidad: No lo tiene todo, ¡pero se le puede añadir! Preparáos para montar el MegaZord. Volvemos a la época de Game Boy, con sus mil periféricos para tener luz, lupa, sonido stereo, joystick...
Nintendo, la evolución es para todos, y estas cosas hay que pensarlas antes, que para eso se paga a un equipo, para que piensen. Pero lo peor de todo es que aún deberíamos darnos con un canto en los dientes, que entre que sale 3DS Lite y no (hagan sus apuestas), con su segundo joystick incorporado, casi deberíamos de estar agradecidos de que el añadido sea, eso, un segundo joystick, que seguro que alguien pensó en encasquetarnos de nuevo los cuatro botones C...
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Hablo del 3DS Expansion Slide Pad, claro, esa nueva maravilla que habrá que colocar bajo el primer modelo de 3DS para tener un imprescindible segundo joystick y un no tan imprescindible segundo botón R, algo que, según las grandilocuentes palabras de Miyamoto, eran perfectamente prescindibles porque, ¡hey!, los giroscopios de la consola pueden servir para girar una cámara tan bien como un redundante joystick. ¿Lo recordáis?
Saltándome un poco las normas de la profesión, de esa objetividad (ja) que debería de caracterizarnos, escribo como usuario, como usuario idiota además, porque caeré una y otra vez, y sin poder evitarlo -porque en el fondo, es parte de mi trabajo-, y por muy evidente que esté siendo Nintendo en la campaña de su nueva consola, intentando contentar a todos, intentando tenerlo todo pero desde el orgullo de los 150 millones, quienes la tenemos desde el primer día deberíamos asumir que caeremos con cualquier cosa, porque, dios, ese Mario Tanooki nos tiene bien cogidos por los huevos.
Y esto va funcionando así desde antes de Marzo:
Promesa: Es un dispositivo premium, hi-tech, ¡3D sin gafas!, el diseño más elegante que puedas imaginar.
Realidad: Estando muy bien y siendo conformistas porque no buscamos la mayor potencia gráfica, al final no era para tanto.
Promesa: Un gran apoyo de las third parties.
Realidad: Gracias, Capcom, por el port y el minijuego. Las demás, ponéos las pilas.
Promesa: Contentaremos a todos los públicos, más calidad general que en Nintendo DS.
Realidad: Más de medio año de ports y remakes, apelando a la nostalgia y al negocio fácil, abriendo el catálogo con un Nintendogs peor que el original que revolucionó la primera DS.
Promesa: El miedo a las 3D evita que Nintendo 3DS arranque. Ya llegará el éxito.
Realidad: Nintendo 3DS no es lo que era, rebaja más de un 30% su precio y compensa a los engañados con ROMs.
Promesa: Nintendo 3DS tiene todo lo necesario para ser una gran consola.
Realidad: No lo tiene todo, ¡pero se le puede añadir! Preparáos para montar el MegaZord. Volvemos a la época de Game Boy, con sus mil periféricos para tener luz, lupa, sonido stereo, joystick...
Nintendo, la evolución es para todos, y estas cosas hay que pensarlas antes, que para eso se paga a un equipo, para que piensen. Pero lo peor de todo es que aún deberíamos darnos con un canto en los dientes, que entre que sale 3DS Lite y no (hagan sus apuestas), con su segundo joystick incorporado, casi deberíamos de estar agradecidos de que el añadido sea, eso, un segundo joystick, que seguro que alguien pensó en encasquetarnos de nuevo los cuatro botones C...
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