1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. DS

Analisis Sonic Generations DS

Viernes 11 de Noviembre de 2011 por Enrique Luque de Gregorio
A pesar de la gran avalancha de juegos mediocres de Sonic que solemos recibir anualmente, muchos aún seguimos sintiendo un especial interés por el personaje. Suponemos que por una cuestión de nostalgia y simpatía. Pero, ya decimos, Sonic llevaba mucho tiempo sin ser el que era. Al menos hasta ahora. Sonic Generations es, sin resultar una vuelta al Olimpo de las plataformas, un homenaje en toda regla al personaje. Una tierna mirada al pasado, a un pasado que, al menos en este caso, siempre fue mejor.

El argumento de Sonic Generations es una mera y predecible excusa para devolvernos a la época de MegaDrive y Master System, incluyendo sus diálogos de patio de colegio (la fiesta sorpresa inicial es de juzgado de guardia). Un nuevo enemigo abre una serie de agujeros negros que, de alguna manera, alteran el espacio-tiempo del mundo del erizo. Y para colmo arrastran por ellos a Tails, Amy, Knuckles y demás amigos de Sonic. A partir de ese momento, nuestra misión consiste en rescatarlos, claro.

Para ello, el juego está dividido en distintos niveles, que a su vez cuentan con dos actos cada uno. El primero de ellos es un fiel reflejo de los tiempos de dieciséis bits; es decir, pantallas de desarrollo lateral, estilo bidimensional (aunque los gráficos sean siempre en 3D) y unos diseños que, si bien no son idénticos a los de MegaDrive, casi lo parecen. Y aquí es fácil hacerse una idea de por qué Sonic fue capaz en su día de plantar cara al mismísimo Mario: la sensación de velocidad, la ajustada dificultad (descaradamente rebajada, eso sí) o el encanto de cada zona son irresistibles, incluso a pesar de que en esta ocasión el control sea algo más precipitado de lo que recordábamos. En cualquier caso, es como volver al mejor momento del personaje.

Durante estos niveles, además, el juego reta al usuario a que lo disfrute como prefiera, tal y como sucedía a principios de los noventa. Si uno quiere avanzar a toda velocidad e intentar superar su propio record, es posible; pero si prefiere explorarlos a conciencia, hay multitud de objetivos por descubrir, en forma de ítems, bocetos, niveles secretos, etc. De hecho, desbloquear el cien por cien de los secretos hace que la duración del título prácticamente se duplique (yendo rápido puede acabarse en torno a las cinco o seis horas).

Los segundos ?actos? de cada nivel mantienen, por el contrario, la dinámica típica de los últimos juegos del erizo. Es decir, la cámara pasa a estar a nuestra espalda y la jugabilidad es diferente. Y lo mismo sucede con las habilidades de cada uno de los dos protagonistas: el Sonic rechoncho y clásico y el moderno. El primero es capaz de hacerse cohete para rodar más rápido, mientras que el actual se desliza, hace filigranas en el aire o golpea cual bola de pinball a los enemigos.

Así pues, SEGA ha logrado reunir en un solo título toda la esencia histórica de Sonic, y éste es, precisamente, el mayor acierto y la peor pega del juego. Mientras que los primeros niveles, los de estilo clásico, son sumamente adictivos y divertidos de jugar, los segundos no lo son tanto. No es que sean especialmente malos (sobre todo comparándolos con las últimas aventuras de Sonic, exceptuando, tal vez, el honroso Sonic Colours), pero están a años luz de los primeros. Es difícil pensar que un jugador, ya sea veterano o novel, se lo pueda pasar igual de bien en unos que en otros.

Donde no se admite discusión alguna es en los gráficos. Visualmente el juego es bonito, y respeta el explosivo colorido del que siempre han hecho gala los juegos de Sonic. Algunos momentos, especialmente al coger velocidad, son muy espectaculares, sin apenas ralentizaciones o bugs (aunque alguno que otro sí hay).

Sonic Generations es, en definitiva, una inmejorable manera de resumir lo que ha sido esta simbólica serie sin caer en la simpleza de lanzar otro recopilatorio. Un homenaje cuidado, respetuoso y muy honesto con la historia del erizo, que seguramente logre emocionar lo suyo a aquellos jugadores que se pasaran las tardes de su infancia jugando a Mega Drive o Master System. De hecho, el título es sincero hasta en su imperfecto equilibrio entre unos niveles y otros. Así ha sido, y así lo refleja SEGA.

Lo dicho, feliz cumpleaños, Sonic.

NOTA FINAL: 8
8

/ 10


<< Anterior Siguiente >>