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Analisis Kirby Mass Attack DS

Sábado 29 de Octubre de 2011 por Víctor Junquera
La bola rosada de Nintendo podría y debería empezar a ser considerada como el tercer pilar de la compañía tras Mario y Zelda, ya que aunque no haya conseguido ningún título del calibre y la repercusión de Super Meroid o Metroid Prime, no sólo en constancia de calidad y fidelidad a los principios de la saga, sino en número, Kirby gana por goleada a Samus. Y es de números de lo que trata esta nueva aventura, que si bien se aleja de ser un sencillo plataformas con la gracia y el aliciente de un protagonista transformable, consigue a base de guiños y de una nueva mecánica sin fisuras hacer otro de esos juegos para el recuerdo.

Porque aunque Kirby y el Pincel del Poder siga siendo, para nosotros, el mejor juego de la consola y el que más justifica la existencia de la pantalla táctil, Mass Attack no se queda atrás. Pero las comparaciones son odiosas, y aunque, insistimos, por número Mass Attack se lleve la palma, quizá no es un Kirby tan perfecto como sí lo fue el primero de la consola.

Una vez más Dedede queda en un segundo plano como villano, y es un nuevo brujo quien maldice al Kirby original y lo separa en diez, dividiendo así su poder. Empezamos viendo que uno sólo de estos pequeños Kirbys no es capaz de mucho, pero a medida que el glotón come fruta (lo único que comerá en esta entrega), irán apareciendo más y más Kirbys, y con el esfuerzo conjunto será con lo que avancemos fase tras fase en el medio centenar de pantallas que nos propone el modo principal entre sus cinco mundos.

En Kirby Mass Attack no tocaremos ningún botón más allá de que necesitemos pausar la partida. Todo es táctil, y pongamos donde pongamos el puntero, allí acudirán todos los Kirbys en tropel. Aunque podemos enviarlos uno a uno a determinados objetivos o separarlos por la pantalla ?lanzándolos? con un toque de stylus, lo normal es que todos actúen al unísono, claro que hay veces que alguno se quedará descolgado si hacemos avanzar al grupo muy rápido, y la cámara no siempre se adecuará a estas situaciones en las que, seguramente, tendremos que acabar sacrificando a un descarriado. Este plataformas, casi más tirando a puzle, se atreve a prescindir del concepto de ?vida? . ¿No os parece absurdo que incluso en juegos tan alabados como Super Mario World exista el concepto de vida extra? ¿Cuál es el propósito de las vidas, si perderlas todas no penaliza con un ?volver a empezar? el juego completo? Kirby Mass Attack hace avanzar la saga en este sentido. Un golpe a un Kirby lo debilitará, y un segundo lo mandará al cielo. Aunque podamos recuperarlo en ese momento, sufrir daño ya nos alejará de conseguir un galardón dorado en cada pantalla, y si perdemos a un Kirby por el camino, nos quedaremos sin la plata, pero si los perdemos todos, sencillamente volveremos al mapa teniendo que reempezar ese nivel, sin complicaciones.

La idea de hasta diez Kirbys es un desafío en sí mismo, contando con que tal vez superar un nivel no sea difícil, pero como siempre, la búsqueda del 100%, de todos los medallones escondidos por cada uno, dará más de un quebradero de cabeza, y muchas veces bastará con dividir al grupo de Kirbys como antes comentábamos, pero otras tendremos que dirigirlos a todos a un objetivo que sólo reaccionará si tenemos un mínimo concreto, así que andar con pies de plomo es más importante que nunca, aunque no haya vidas.

La imagen del ejército Kirby es tan graciosa como desconcertante. Su aspecto infantil esconde máquinas de matar que no dudan en atacar diez contra uno para conseguir la victoria; impacta ver a los Kirbys dar, literalmente, una paliza entre todos a un sencillo enemigo con forma de planta o a un mono. ¿Lo malo de todo esto? Que esta vez, el número es el único arma de Kirby. Un Kirby sin transformaciones resulta algo descafeinado por mucho que, como juego, supere ampliamente a muchos de su propia saga.

¿Cómo lo compensa? Puede sonar a broma que los minijuegos sean tal vez lo más interesante del propio conjunto de Kirby Mass Attack, pero tenemos que recalcarlo. Conseguir medallones ocultos para desbloquear estos extras merecerá mucho la pena. Desde algo tan sencillo como un pinball a un RPG, pasando por un whack-a-mole y llegando hasta el extremo de ofrecernos un completo shoot'em up vertical protagonizado por un Kirby que se multiplica y se expande por la pantalla, no son pocas las horas de juego adicional que pueden ofrecer todas estas aventurillas secundarias.

La sección de extras de Kirby Mass Attack daría para un análisis aparte viendo la variedad, la cantidad de guiños y lo pulido al milímetro de cada uno de los juegos que nos ofrece. Aquí veremos transformaciones, veremos personajes que creíamos olvidados, veremos guiños en formas como enemigos del shmup o aliados del RPG como Dynablade,... Merece la pena, y es por esto y por lo intrincado de algunas fases que nos buscarán las cosquillas por lo que este Kirby es, también, uno de los motivos de existir de Nintendo DS.

NOTA FINAL: 8,5
9

/ 10


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