1. Mundogamers
  2. Analisis
  3. DS

Analisis Infinite Space DS

Domingo 25 de Abril de 2010 por Víctor Junquera
El RPG japonés está estancado. La ciencia-ficción está estancada. El anime está estancado. O tal vez seamos nosotros los inconformistas, a los que ya no nos vale cualquier cosa, los que ya lo hemos visto todo. En cualquier caso, parece imposible que Platinum Games haya logrado una mezcla de estos tres factores tan típica y tópica, y a la vez tan personal, única y sorprendente.

Infinite Space es una space opera a la oriental, aunque de proporciones más bien realistas. Nada que ver con Mass Effect, pero no por ello inferior, sino simplemente dedicado a un público distinto. ¿A cuál? Al jugador más hardcore. Al fan de los RPGs más duros, como Disgaea, pero también a aquel que disfrute reclutando decenas (y centenares) de personajes para el equipo y de tramas conversacionales con tendencia a la pseudo-épica nipona, al más puro estilo Fire Emblem.

Es muy fácil perderse entre todos los conceptos que engloba Infinite Space, tan fácil como para un novato perderse en el mar de estrellas, y aún así, no es tanta la exploración ni tantas las acciones que podemos tomar como podría haber sido, pero de haber añadido más factores al juego que den libertad de decisión, probablemente nos hubiésemos vuelto locos. Simplificando, nuestro cometido es avanzar en la trama investigando entre la multitud de planetas, unidos por una red de vías lineales, a su vez agrupados en distintos sistemas a los que acceder mediante unas puertas especiales (llamémoslas Puertas de Vacío por no llamarlas Relés de Masa).

En cada planeta será donde llevemos a cabo la mayor parte de las conversaciones y el desarrollo de la historia, así como la configuración de nuestra flota de naves y la tripulación, y en las vías entre planetas será donde aparezcan los combates aleatorios contra las flotas enemigas, los que, guiándose por el escaso tutorial parecerán un infierno de complejidades, pero que resultan mucho más simples una vez que descubrimos sus entresijos a base de ensayo y error con varias formas de piedra-papel-tijera dentro del mismo combate, una entre las acciones principales de ataque y evasión, otra con los distintos tipos de ayudantes, y una más a la hora de abordar el navío insignia enemigo y enfrentarnos en batallas cuerpo a cuerpo.

Claro que, en cada una de esas formas de batalla influyen unas estadísticas diferentes, entre fatiga de la tripulación, rango de visión o rango de ataque entre otros, y lo más importante, la barra activa de comandos, que estará en permanente recarga a una velocidad determinada mientras la gastamos al utilizar cada acción.

Así, tenemos como estadísticas principales las de las naves que conforman nuestra flota, las cuáles podemos construir siempre y cuando tengamos los planos y el dinero suficiente, con números que indican datos tales como varios tipos de ataque, defensa, la velocidad a la que se desplaza la nave en combate o durante los viajes, o la durabilidad (más conocida como barra de vida), y todos estos stats pueden ser ampliados al equipar a las naves con módulos en un sistema similar al del Edelweiss de Valkyria Chronicles, ajustando piezas de diferentes tamaños al espacio disponible. Por otra parte, el rendimiento de todas estas estadísticas vendrá a su vez determinado en proporción a los miembros de la tripulación que tengamos asignados a cada puesto, teniendo cada uno unas habilidades diferentes y unas cifras repartidas entre varias capacidades, tales como liderazgo, mantenimiento, ciencia, combate, pilotaje, artillería,... Influyendo de tal modo que por ejemplo, teniendo a varios miembros que destaquen asignados a puestos de administración de recursos, la fatiga durante los viajes aumentará más lentamente y la barra de acción se rellenará más rápido.

Realmente, el juego es una experiencia totalmente empírica en la que aprenderemos a base de ensayo y error, ya que los escasos tutoriales no indican gran cosa y el sistema de ayuda no hace honor a su nombre. O nos valemos por nosotros mismos o estaremos condenados a no saber si nuestra próxima batalla será la última, o casi peor aún, a jugar con el manual de instrucciones en la mano hasta que nos hagamos a toda la terminología. Representamos al protagonista, que en un principio no es más que un joven que quiere ir a descubrir los secretos de la galaxia, y progresaremos a su ritmo, y sus intereses se convertirán en nuestros intereses.

Al avanzar entre planetas iremos conociendo a multitud de personajes, a más de un centenar que podremos reclutar para nuestra tripulación, y otros tantos que se convertirán en nuestros futuros enemigos. A muchos de ellos nos los encontraremos por casualidad, otros tendremos que buscarlos, otros tal vez vivan o mueran dependiendo de las decisiones que tomemos en determinados puntos, y otros, sencillamente, vendrán a nosotros y llegarán hasta el final, y aunque ni por asomo todos vayan a tener un papel transcendental en la historia, si que aportarán su pequeño granito de arena a la tripulación, bien sea con una conversación, consiguiéndonos los planos de una de las más de 150 naves que podremos construir, o actuando como enlace para otros personajes.

Todo esto, que no es poco, adornado con una estética anime para las conversaciones que, lejos de ser original, no desagrada a la vista, y modelados tridimensionales para todas y cada una de las naves y sus enfrentamientos, de los que mejor no comentamos sus ochenteros efectos sonoros porque de seguro acabaremos optando por omitirlos, a pesar de la buena puesta en escena que los acompaña.

Infinite Space es un gran juego, aunque la primera impresión que deja es de ser denso, pesado y lento, pero realmente nos insiste en que no nos fiemos de las apariencias, y como caso puntual, cabe recomendar una oportunidad de un mínimo de 12 horas hasta que la historia arranque y nos hayamos hecho totalmente con los combates y las estadísticas. 12 horas puede parecer mucho para una primera toma de contacto, pero hablamos de uno de los pocos juegos de la consola en los que, como aventura en solitario, podemos invertir entre 70 y 100 horas.

NOTA FINAL: 9
9

/ 10


<< Anterior Siguiente >>