Sorpresa e incredulidad. Esas son las sensaciones que nos despertó el anuncio de una versión para DS de Assassin's Creed.
Cierto es que las compañías nos tienen acostumbrados a este tipo de cosas, cada juego de éxito en consolas mayores suele tener su versión para portátil de cara a aprovechar el filón de ventas, pero en el caso de un título tan complejo y rico en matices como el que nos ocupa, la adaptación se nos antojaba poco menos que difícil de llevar a cabo.
Assassin's Creed (el original), a pesar de contar con un número de defensores igual al de detractores, tiene muchísimas virtudes: una historia con mucha profundidad, una jugabilidad llena de elementos diferentes que la hacen apartarse de una mecánica sencilla, unos escenarios enormes donde poder pasarnos horas sólo buscando misiones secundarias, unos gráficos espectaculares llenos de detalles tanto en los personajes como, especialmente, en los entornos... y podríamos seguir un buen rato. Y claro, es evidente que todo esto no cabe en un cartucho de la pequeña DS.
Sí, pero igual de evidente es que sacar una versión para la consola más vendida en la actualidad de un título como este era una jugada demasiado apetecible como para rechazarla, y Ubisoft lo planteó de la manera más inteligente posible: unos meses después de la salida del juego original, cuando todo el que lo ha jugado tiene ganas de más y el que no lo ha podido catar aún está deseando hacerlo, sale una versión para la portátil que todo el mundo tiene. La cuestión es, ¿Habrán conseguido que, tras jugar la versión de DS, nos quede la sensación de haber jugado realmente a un 'Assassins'?
Desde luego esa ha sido la premisa principal: recrear al máximo el concepto de juego y el universo del original, manteniendo sus señas de identidad pero adaptándolas a las posibilidades de la portátil.
Así, los desarrolladores de Gameloft han optado por plantearnos un plataformas con los suficientes toques de aventura como para poder albergar las batallas, robos, interrogatorios y asesinatos que encontrábamos en su hermano mayor; en sí, el producto nos ha recordado mucho a los últimos Prince of Persia, salvando las distancias.
Otro gran acierto, bajo mi punto de vista, ha sido resolver esta versión como una precuela del título original; esto les permitirá tener la libertad suficiente como para plantear aventuras y situaciones nuevas sin interferir en el hilo argumental general (porque supongo que nadie duda que la historia va a continuar en sendos futuros Assassins) y, al mismo tiempo, darnos más información acerca de los inicios del protagonista y el origen de las motivaciones que le llevan a los sucesos de Assassin's Creed, dejando contentos tanto a los que juegan por primera vez con Altair o a los que ya disfrutamos del título anterior.
Así pues, esta precuela se desarrollará a través de misiones, en las que recorreremos las principales ciudades del juego original, aunque esta vez de una forma totalmente guiada dada su naturaleza plataformera; una vez más, los tejados de los edificios serán el camino más inteligente a seguir si no queremos quedar expuestos a los soldados enemigos, con los que volveremos a enfrentarnos en batallas a espada en las que nos superarán ampliamente en número. Además, en ocasiones nos hará falta obtener información para poder llegar al objetivo de nuestra misión, al igual que en el juego original, y nos volveremos a ver obligados a robar objetos e interrogar a víctimas para poder continuar nuestro camino hacia el jefe de final de fase, sólo que en este caso lo haremos a través de minijuegos: nuestra habilidad con el stylus decidirá si podemos sustraer ese objeto de la bolsa de la víctima sin que se de cuenta o si somos capaces de tocar sus dolorosos puntos vitales mientras le estamos interrogando. Los minijuegos eran inevitables en un título como este.
Gráficamente el título también cumple de sobra, e intentar mostrar los diseños originales hasta el punto que le permite el hardware de DS. Nos encontramos con unos modelados que, más que probablemente, estén tocando el techo de la consola; se ha optado por seguir la línea de realismo del original y, dada la capacidad gráfica y las dimensiones de pantalla, la DS hace lo que puede. De todas formas los escenarios en perspectiva y los personajes en 3D reales, con los que podemos movernos por todo el mapeado libremente, crean una sensación 3D que, aunque no es completa y resultaría insuficiente en un planteamiento de juego como el del original, sí se adapta bien a la jugabilidad basada en las plataformas que tiene la versión que nos ocupa.
En definitiva, y por lo visto hasta ahora, el título tiene todos los ingredientes para entrar con fuerza en el catálogo de DS por meritos propios, pero está claro que tendrá que superar el handicap de las inevitables comparaciones con su hermano mayor. Si los chicos de Ubisoft han conseguido recrear el espíritu del original en esta versión o no, es algo que no sabremos hasta que probemos el juego completo previsto para finales de Marzo. Mientras, iremos afilando nuestros stylus.
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Lanzamiento: 27-03-08 
Altair en su salsa.
La DS lleva la carga gráfica lo mejor que puede.
El minijuego de sustraer la llave de la bolsa.
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