Los 100 mejores de NDS, del 25 al 1 DS

El videojuego que revolucionó la interacción entre el usuario y la imagen en pantalla, la evolución natural del fenómeno Tamagotchi y toda una sensación que disparó las ventas de la consola. Cuidar de un cachorro en tu consola es algo que ha sido muy imitado posteriormente, pero nunca ha sido superado. Acariciarlo, jugar con él, sacarle a pasear... Quienes no puedan tener mascotas, no tienen excusa. ¡Incluso reconoce la voz de su dueño!

Rompecabezas táctiles, una historia de misterio y un apartado artístico de órdago son varias de las muchísimas cualidades de esta saga que crece a pasos agigantados. Esta segunda entrega nos propuso más puzles situacionales que acertijos clásicos, y aunque ya no contaba con el factor sorpresa del original, la calidad sobresaliente de la franquicia es innegable.

Esta especie de buscaminas tridimensional es uno de esos títulos perfectos para una portátil. Para llevar a cualquier lado y sacar la consola en 5 minutos, despejar un par de bloques y volver a cerrarla para continuar cuando tengas otro momento. Uno de esos títulos que crean una adicción difícil de superar, similar a cerrar los ojos y ver caer piezas de Tetris.

Lo mejor que ha hecho Wario desde que ingresó en el mundo de los videojuegos ha sido pasarse al mercado de los micro-juegos. Y va puliendo la fórmula y adaptándose a cada sistema a la perfección. Desafíos táctiles de apenas 5 segundos escupidos como por una ametralladora, con una originalidad que parece no tener fin.

Cuando Castlevania parecía que ya no daba más para lograr algo de originalidad en sus juegos 2D de estilo Castletroid o Metroidvania, apareció esta entrega doblemente innovadora. Poniendo a una mujer de protagonista, con un sistema de habilidades que nada tiene que envidiar al de Soma Cruz, y mezclando sutilmente la jugabilidad y dificultad de los primeros Castlevania con la época post-Symphony. Innovación sin ningún alarde, pero funciona de maravilla.

La saga táctica de Intelligent Systems se aleja de guerras de postín y estilo cartoon y nos muestra en un tono más serio la crudeza de la guerra en un mundo sin apenas recursos. Con las mismas reglas, pero empezando siempre en inferioridad, esta guerra de guerrillas difícil y seria supuso una de las mejores evoluciones de una saga ya asentada por su calidad.

Toda la expectación que genera esta saga no es baladí, más aún cuando el paso de una leyenda del rol japonés a la portátil supone un nuevo concepto a medio camino entre rol clásico y multijugador online. No sólo lleva a la consola a un nivel gráfico difícil de igualar, sino que cambia con acierto los patrones de una de las franquicias más populares de la historia.

Mario y RPG para nada es una mala combinación, y más aún si lo introducimos junto con su hermano y su mayor enemigo en una de las aventuras más originales que ha podido salir de la factoría Nintendo. El trío de personajes tendrá que colaborar, cada uno desde su lugar en la doble pantalla, y todo da lugar a situaciones tan desternillantes como bien planteadas.

Tras la infinidad de juegos de Pokémon que llevamos a nuestras espaldas, sólo hay una pareja que haya podido superar a Oro y Plata, y no tiene mérito, ya que se trata de sus propios remakes. Ya que la saga no innova, al menos nos quedamos con la mejor opción, la más duradera y variada, y la que mejor trata a sus aficionados con un guiño tan grande como poder volver a recorrer Johto y Kanto.

Un pequeño Dios cachorro armado con un pincel es capaz de transmitir tanta belleza como lo hizo en su día Amaterasu en el Okami original. A la sombra de Zelda al no ser una aventura con tanto recorrido, pero igualmente divertida, y en ocasiones, con mayor variedad gracias a los poderes del Pincel Celestial. Aunque no llega a la majestuosidad de la entrega original, tener un pequeño Okami entre las manos es algo que no tiene comparación.

Una space opera de complejidad y duración apabullantes. Platinum Games nos trae decenas de estadísticas, centenares de personajes, otras tantas naves espaciales a conseguir, y muchas, muchas horas de viaje y combate espacial denso, en uno de los RPGs más duros que se han hecho, con permiso de las excentricidades de Nippon Ichi, y que basa toda la estrategia de combate en algo tan sencillo como un Piedra-Papel-Tijeras a varios niveles.

Casi la perfección hecha juego musical táctil, y uno de los juegos de importación obligatoria. Que la selección musical sea mejor o peor es cuestión de gustos, pero es innegable que pule todas las pequeñas imperfecciones y suple todas las carencias que pudo haber tenido el primer Ouendan, y hace que queramos jugar mucho más, y que sacar puntuaciones perfectas no sea un suplicio por tener que esperar una y otra vez a que pase la secuencia previa al tema final.

Eternamente criticado por la repetición de mecánicas en la mazmorra central, no podemos olvidarnos de que esta continuación de Wind Waker supuso una nueva forma de llevar las aventuras a una nueva forma de control táctil. Crear una versión Lite del Zelda de GameCube, e incluso mejorar la experiencia al timón del barco, es algo digno de admiración.

Perfeccionar una fórmula que no deja lugar a mucha variación es difícil, pero Level-5 lo han conseguido, a pesar del agotamiento de los rompecabezas clásicos, pero nos dan más de 150 nuevos acertijos, más orientados a la percepción, y los hilan con la mejor trama de la saga, con flashbacks, viajes temporales y enfrentamientos insospechados que dan una mayor profundidad a unos personajes a los que es inevitable coger cariño.

El trinomio de Akira Toriyama, Koichi Sugiyama y Yuji Horii ha dado siempre grandes resultados, pero nunca a tal nivel que incluso casi 20 años después del estreno original de esta quinta entrega de Dragon Quest sigue atesorando toda la calidad que le hizo grande antaño. La entrega intermedia y punto álgido de la trilogía de Zenithia es uno de los RPG japoneses más puros y mejor reconocidos de la historia, y un imprescindible para todo aficionado del género.

No todos los pesos pesados del catálogo de DS son juegos de renombre. Prueba de ello es esta aventura de acción y plataformas de desarrollo lateral con un toque importante de puzle. Una mezcla ágil e inteligente, y que da la variedad suficiente como para hacer que sea algo más que un simple Bejeweled o una aventura al azar de 16 bits. Este aguerrido anciano inglés avanzará a base de combos de bastón y mechas que toman té mientras desafía a unas intrincadas plataformas al mismo tiempo que al puzle que crece en la pantalla inferior.

El comienzo de la revolución Nintendo, el juego que logró que tanto niños como ancianos descubriesen las posibilidades de Nintendo DS y disfrutasen por igual con lógica y matemáticas, además de entretenernos con los Sudokus. Otra de esas fórmulas de éxito eternamente imitadas, con la que además aprendimos que siempre podemos activar un poco más nuestro córtex prefrontal. ¿Recuerdas lo que comiste el miércoles pasado?

Porque tener ritmo no sólo se demuestra pulsando correctamente botones de colores en secuencia, Rhythm Paradise pone a prueba nuestro oído y nuestra coordinación con la pantalla táctil de multitud de formas distintas, haciendo pequeños musicales a partir de lagartos amorosos, cigüeñas militares, monos groupies, o incluso dentro de una fábrica de robots. ¡Hey, hey, hey!

Que en una consola potencialmente orientada hacia un público infantil exista un juego en el que el tráfico de drogas sea una de las mejores formas de salir adelante, es de todo menos moral. El doble filo con el que siempre ha jugado Rockstar en sus licencias también tiene su influencia en DS, y recorrer una versión en miniatura de la misma Liberty City de GTA IV, mientras solucionamos los problemas de las mafias con las tríadas chinas a base de hacer cócteles molotov en una gasolinera con un minijuego táctil, es algo que a día de hoy, sigue siendo impagable.

Spirit Tracks es un Zelda bastante alternativo. No sólo abandona sus mitologías habituales para centrarse en una ambientación precolombina, sino que aborda la trama desde un punto de vista mucho más cinematográfico, además de orientar la experiencia a un ?cooperativo solitario, manejando a dos personajes al mismo tiempo. Si a esto le sumamos tener un Wind Waker en miniatura entre las manos con todos los defectos de Phantom Hourglass pulidos, nos deja con uno de los mejores juegos de la consola, con un regusto de Zelda atípico digno de Majora's Mask.

Cuando Game Boy Advance no nos dio ni un sólo Mario nuevo a pesar de sus cinco ports, y desde Mario 64 no habíamos tenido un plataformas que encandilase, con permiso de Mario Sunshine, llegó esta vuelta a los orígenes en forma de nuevo cartucho. Toda la jugabilidad clásica del desarrollo 2D inconfundible, con un apartado gráfico renovado. Los años de experiencia de la saga han permitido este salto certero en el que sólo se ha cogido lo mejor y ha dado pie al resurgimiento de uno de los iconos más reconocidos de los videojuegos, más en forma que nunca.

Layton no sólo nos maravilló con su apartado artístico, sino que esta nueva licencia caló hondo en nuestra sed de puzle y aventura. Mitad aventura gráfica, mitad rompecabezas, el profesor experto en acertijos nos llevó por primera vez a un pueblo en el que todo el mundo parecía obsesionado con los puzles, e incluso la trama central, el asesinato sobre el que arrojar luz, tiene que ver con ellos. Multitud de rompecabezas populares, de observación, de habilidad, de movimiento de piezas,... Aunque la trama haya ido en aumento de calidad conforme avanzaron las entregas, el primero fue la gran sorpresa, y también fue el más variado y accesible.

Lo han intentado en móviles, probaron con Xbox Live Arcade,... Pero nunca fue lo mismo. Meteos no puede existir fuera de Nintendo DS. Esta creación conjunta de Masahiro Sakurai (Super Smash Bros., Kirby) y Tetsuya Mizuguchi (Rez, Lumines) combina maestría musical y visual en un puzle vertical en el que la percepción y la rapidez lo son todo para conseguir barrer la pantalla de bloques en un sólo combo. Multitud de modos, desafíos y desbloqueables, en más de una veintena de planetas, cada uno con sus propias características de gravedad, ignición, meteos de colores y objetos, además de toda la variedad musical y rítmica que puedas imaginar. Mención especial a los títulos de crédito más adictivos de la historia.

La prueba fehaciente de que el catálogo de Nintendo DS no sólo tiene juegos en los que usar el stylus. Pionero en el juego online de la portátil, y un imprescindible de cualquier tipo de evento multijugador. Aunque como todo Mario Kart, también cuenta con horas ilimitadas de juego para un jugador con todos los personajes y karts desbloqueables, desafíos, contrarreloj,... Las descompensaciones que producen algunos ítems para ?hacer más justas las carreras son el único límite que aleja a Mario Kart DS de ser el mejor juego de la portátil, desequilibrios conocidos por todos los aficionados de la saga, que no evitan que sea la entrega con mejor selección y diseño de circuitos que existe.

Nintendo DS ha sido hecha para juegos como éste. No es un Kirby al uso, pero su control puramente táctil nos enamoró desde el principio. Crear caminos, rampas y loopings a golpe de stylus para avanzar por las fases mientras nos aprovechamos de las habilidades conseguidas por los enemigos en una orgía de color a toda velocidad, mientras se conserva el espíritu único de los títulos de Kirby más clásicos es algo difícil de igualar, incluso para HAL. Más de media década después, sigue siendo uno de esos títulos que no podría vivir en otra plataforma. No nos deja patidifusos con un argumento o unas secuencias dignas de Hollywood, ni siquiera reinventa la rueda en los videojuegos, pero cumple al 100% con todo lo que le podemos pedir a un juego de Nintendo en una portátil de pantalla táctil. Entretenimiento, diversión, colorido, un control a prueba de bombas y una experiencia que querremos repetir una y otra vez sin llegar a cansarnos nunca. El juego perfecto para llevarse a una isla desierta.

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