Avance XCOM Enemy Unknown ,PC,PS3,X360

Ayer mataron a mi soldado favorito. Cuando escuché a Jake Solomon, diseñador jefe de XCOM, hablar de la personalización de los soldados, reconozco no haber hecho mucho hincapié en el tema. En el fondo, solo son un par de cabezas predefinidas, varios colores y tipos de pelo, Etc. Pero eso, unido a la posibilidad de poner nombre, apellido y apodo a tus tropas hace que ese soldado sea especial. Perderlo por tu mala estrategia o, sencillamente, por una circunstancia imposible de prever es una desgracia. Cuando más adelante me embarqué en una misión suicida y perdí todo el pelotón no pude hacer otra cosa que cargar partida. Sí, hice trampas, pero no iba a permitirme el lujo de perder también a mi francotiradora, a la que he tenido el gustazo de llamarla Teniente Kara Thrace. Starbuck.

XCOM es un juego de mesa. Uno de los mejores. Toda su estructura te hace estar en tensión y preguntarte si estás haciendo lo correcto en el momento correcto. Tanto en el combate como en la organización de tu base (qué gran base) debes prever varios turnos (o días) en adelante para no perder el favor de los países del consejo, ya que si se retiran ocho o más naciones la partida acabará y a ver quién es el bueno que lo arregla.

No pienses solo en XCOM como un juego por turnos de soldaditos, porque caerás en el mismo error que yo cometí antes de ponerme a los mandos. Todas las características, opciones y posibilidades que ofrece el título están unidas por una mente tan precisa como la de R.R. Martin o la de un asesino en serie. Una mente calculadora que te reta a construir bien el puzle, administrar tus recursos y tu escaso dinero de forma que cuando llegue el informe mensual ningún país se retire. Yo ya he perdido a Francia y casi todas mis calificaciones han sido bastante buenas, por lo que el desafío que te espera no hay que tomarlo a la ligera.

Ahora bien, el combate. Tras crear bien (o eso crees tú) la estrategia en la base de operaciones, toca salir a patear el culo de unos alienígenas cuya tecnología desconoces y cuyos movimientos son imposibles de predecir. Algunos de tus soldados pueden entrar presa del pánico y perder el turno en disparar a lo loco. En el fondo, que el juego se base en una ocupación alienígena tiene todo el sentido del mundo, ya que se lucha contra lo desconocido y tú, como jugador, luchas contra un juego que desconoces.

Empieza a moverte, usa los flancos y aprende cuando debes avanzar, cuando debes esperar y cuando utilizar tus habilidades especiales. Cada tropa tiene una clase especial, por lo que es bueno dejar atrás o en una posición elevada a tu francotirador, adelantar con tu clase de Asalto y de Apoyo, tener bien posicionada la clase pesada con su potente ametralladora, flanquear con el fusilero y, si te lo has podido permitir, llevar una unidad mecánica que proporcione fuego de cobertura.

Un simple truco, guardar y cargar partida, revela lo mucho que puede cambiar un turno depende del movimiento que hayas hecho de tus tropas. Y si ya es difícil matar a las diferentes razas de alienígenas que se van presentando progresivamente, más duro es intentar capturarlas o, en su defecto, no reventarlas en mil pedazos, por el bien de la ciencia.

Ahora, no te aflijas por perder un soldado. Cada vez que retornas a la base lo más probable es que mandes a dos o tres a la enfermería y a uno a camposanto. Pero es que en la guerra hay bajas y los soldados pueden llorarlos entre chupitos de whiskey en el bar mientras contemplas las fotos de los caídos cual, de nuevo, Battlestar Galactica.

Volvemos a la base. Cada recurso obtenido o capturado en el campo de batalla sirve para crear nuevas armas, armaduras y accesorios que debes ir obteniendo si quieres sobrevivir a la siguiente batalla. Hay que hacer tecnología inversa, cambiar la metralla por el láser y el plasma, cambiar el kevlar por los duros caparazones de algunas criaturas alienígenas. Toda precaución es poca, puesto que si pierdes el combate en una misión vital, el pánico en la ciudad aumentará. Y, por si fuera poco, XCOM te hace elegir entre varias ciudades a la vez, por lo que aunque salgas victorioso el pánico crecerá en las ciudades a las que no acudas. Como una especie de carrera contra el crono pero sin reloj.

Otra de las mecánicas a medio camino entre la base y el campo de batalla es la intercepción OVNI. Construyendo satélites, detectarás naves espaciales de diversos tamaños que tendrás que interceptar con tu propia nave. No deja de ser un minijuego automático, pero si has mejorado tu interceptor podrás derribar las naves nodrizas más grandes y vale la pena invertir en ello. Al derribar un OVNI, desbloqueas una nueva misión de asalto y tendrás la posibilidad de recuperar material alienígena muy importante para tus investigaciones.

Envolverte en el mundo de XCOM es una delicia. Solomon decía que había leído mucho sobre leyendas y mitos alienígenas, pero no imaginábamos hasta tal punto. Tener a razas como los 'grises' de Roswell es obvio, claro; platillos volantes, ¿por qué no? Insectoides como Starship Troopers, a todo el mundo le gustan… Pero cuando empiezan a salir algunos sujetos salidos de la cultura reptiliana de la mente de David Icke, o empiezas a notar que el consejo del que recibes órdenes tiene connotaciones de la conspiración Illuminati, pues tu lado conspiranoico entra en armonía.

Olvídate de XCOM como "un juego por turnos", a caballo entre remake del UFO original y los siguientes juegos homónimos al que ahora se presenta. Pasa por el tutorial y ya estarás terriblemente enganchado. Ánimo, tienes la demo en Steam para hacerte una idea muy buena de lo que el juego presenta. Jake Solomon ya decía que llevaba más de diez años queriendo hacer este juego y el mimo con el que está hecho se nota. Jugar con un mando es igual de veloz que con ratón y teclado, así que no busques más excusas para disfrutar de uno de los mejores juegos del año. Nosotros, por nuestra parte, vamos a seguir deteniendo la ofensiva alien. Pero Starbuck, por favor, no te mueras o me destrozarás el corazón.

Recuerde, estaremos observando.