Avance Thief ,PS4

Ramón Méndez

El regreso de Thief al mercado es uno de los más esperados por los usuarios de todo el mundo. Avalada por tres títulos de elevada calidad, la franquicia se ha convertido por méritos propios en una de las favoritas de los usuarios: un estilo de juego único, con un apartado técnico y artístico de gran calidad, sin olvidarnos de una historia intensa y envolvente como hay pocas en la historia de los videojuegos. Pero diversas circunstancias han privado a los aficionados, durante más de una década, de un nuevo capítulo que satisfaga sus ansias de volver a ponerse en la piel de Garrett. Afortunadamente, Eidos y Square Enix han oído nuestras plegarias y es cuestión de meses que podamos asistir al renacer de Thief.

Lo primero que llama la atención nada más echar un primer vistazo al juego es su espectacularidad gráfica. Aunque es un juego de primera hornada de la nueva generación, Thief luce un aspecto increíble y no ya solo por el fotorrealismo, sino por el excelente uso de los nuevos motores gráficos; destacan especialmente los fascinantes juegos de luces y sombras (con el gran peso que tienen en la jugabilidad), pero sin olvidarnos tampoco de los mapas enormes y extensos, con distintos niveles de altura, por los que podremos movernos libremente para cumplir nuestros objetivos.

Da gusto ver cómo la calidad técnica y gráfica se ha orientado completamente hacia la jugabilidad, buscando ofrecer soluciones más que simple impacto visual. Si estuviésemos ante un shooter (de esos que han abundando en la todavía presente generación), toda la belleza se quedaría reducida a avanzar despreocupadamente para cumplir nuestros objetivos mientras disfrutamos del espectáculo audiovisual que nos rodea; pero Thief vuelve a sus orígenes y, desde esa famosa vista en primera persona (que regresa tras los escarceos con la tercera persona en la última entrega, Dark Shadow), todo ese espectáculo audiovisual existe para sugerirnos qué hacer a continuación. Thief es, por definición, sinónimo de sigilo e infiltración, de explotar el escenario para hacer lo que consideremos más apropiado en cada momento. Pues bien, la nueva entrega coge ese concepto básico y lo explota con maestría para llevarlo a su máxima potencia.

En la demo que se mostró en el E3, el objetivo era colarse en un castillo para robar un objeto. Para ello, había que atravesar un patio repleto de guardias que cuidan de la seguridad de su señor. Y eso es todo cuanto necesitamos para afrontar el desafío, ya que el propio juego nos lo dice: esto es lo que hay, ahora aprovéchalo como prefieras para llegar a cumplir tu objetivo. Esto quiere decir que podremos jugar con las sombras para ocultarnos, crear distracciones para que los guardias salgan de nuestro camino, colarnos en todo tipo de almacenes y edificios secundarios, matar a todos nuestros enemigos, intentar dejarlo todo a oscuras, movernos por las cornisas y tejados, robar dinero o llaves de los bolsillos de los guardias… El único límite que se pone a nuestras acciones es lo que nuestra propia imaginación sea capaz de concebir con el entorno que se nos ofrece; por ejemplo, si queremos avanzar por una zona iluminada, podremos usar flechas de agua para apagar las antorchas. O podremos usar las flechas de fuego para prender fuego a zonas impregnadas de aceite para sembrar el caos (algo que puede echar por tierra nuestros intentos de pasar desapercibidos y alertar a los guardias). También regresan, de los Thiefs clásicos, la flecha con cuerda para escalar a sitios elevados. O podemos usar flechas de punta metálica para hacer ruidos que distraigan a los enemigos y así alejarlos de nuestro camino. Y por supuesto, podremos usar las flechas para matar a los guardias, aunque eso requiere mucha precisión y la seguridad total de que nadie nos vaya a ver (aparte de esconder el cadáver para que no se pueda dar la alarma).

Aunque podría parecer que Garrett está bien armado gracias a las numerosas posibilidades que le ofrece su arco, lo cierto es que sus flechas de poco o nada sirven cuando todo se reduce a un enfrentamiento directo. Los enemigos están bien armados y Garrett no es ningún superhéroe: bastará con un golpe bien dado para caer, y bastará con hacer ruido, pisar un charco, ponernos a la luz o que nos ladre un perro para llamar la atención de los guardias. Esto es lo que hace de Thief una experiencia diferente e inolvidable: su realismo lleva a que los errores se pueden pagar muy caros. Así pues, Thief es una experiencia bastante más difícil de lo que pueda parecer a simple vista, en la que empezaremos siendo asesinos novatos hasta convertirnos en expertos que sabremos aprovechar todos y cada uno de los elementos que se nos presentan en el juego. La resurrección de esta franquicia se convierte en una bocanada de aire fresco para la nueva generación, un título diferente que plasma toda la complejidad de convertirse en un ladrón experto con suma maestría. Una lástima que todavía tengamos que esperar hasta 2014 para poder disfrutar de él…