Avance Spider-Man ,PS4
Spiderman fue mi primer superhéroe. Yo era mucho de cómic español cuando era pequeña, pero no fue Superlópez el primero en llegar a mi vida. Mortadelo y Filemón no cuentan como superhéroes, por muy bien que se les pueda dar lo de ser agente secreto. El hombre araña también fue el primero que me enganchó en la pequeña pantalla. Ah, qué recuerdos de aquella magnífica serie en la que Peter se llevaba media hora explicando qué percibía a través de su sentido arácnido.
No ha habido serie como esa. Incluso sin ver la serie, y solo por los memes, Spiderman se hace de querer. Spider Man, Spiderman, o Spider-Man, cada uno lo llama como quiere pero muchos lo quieren. Niños y esos otros que empezaron a crecer y le siguen queriendo. Es de los héroes más queridos de Marvel. También para los chicos de Insomniac, que entran dentro de ese segundo grupo que empezó a crecer pero siguió sintiendo amor por Spider-Man. Sí, a partir de ahora lo voy a escribir con guión para ir a juego con el juego, valga la redundancia, que el estudio de desarrollo nos traerá el próximo mes de septiembre en exclusiva para PlayStation 4. Ayer tuve la oportunidad de probar este nuevo título tan arácnido y he querido traeros mis impresiones al respecto. ¿Preparados? Id cogiendo unas pocas telarañas, que os van a hacer falta.
Spider-Man es un icono de Marvel y de la Cultura Pop. Le tenemos cariño, pero empezamos a hartarnos de que nos cuenten siempre la misma historia. Esto es algo que hizo muy bien Marvel Studios con el Spider-Man de Tom Holland: se ahorró la historia de la picadura de la araña y pasó directamente a la evolución del héroe. No obstante, siguió vendiéndonos la idea del Spider-Man joven, adolescente, novato. Insomniac, en cambio, ha decidido romper con la imagen del Peter Parker quinceañero para traernos un Peter más adulto y, por consiguiente, un Spider-Man experimentado.
Nuestro señor de las telarañas no va poco a poco aprendiendo para qué le sirven sus artilugios, sino que desde el principio puede hacer distintos combos y ataques. Spider-Man se mueve por la ciudad con soltura, completamente libre y completamente consciente de hacia dónde va y cómo debe ir. Para el jugador esto se traduce en: mira, puedes ir a donde te plazca y como te salga de la araña. Peter Parker tiene aquí 23 años, y lleva 8 siendo Spider-Man. Sabe lo que tiene que hacer y sabe qué chistes puede hacer y con quién. A su vez, Peter termina la universidad y se prepara para ser un brillante científico que ya apunta maneras.
Por supuesto, la madurez significa tener más responsabilidades y, por tanto, muchos más problemas a la hora de que todos los aspectos de su vida estén en armonía. Insomniac ha perseguido la idea de la colisión entre la vida de Parker y la vida de Spider-Man, de tal manera que este tenga que tomar decisiones que afectan a sus dos formas de vida. Este aspecto del juego se ve más claro con dos ideas que persigue Peter: la tutoría, el papel del mentor, y la colaboración. Por un lado, Parker sabe que necesita un mentor, puede llegar a ser alguien en el campo de la ciencia. Por otro, también es lo suficientemente adulto como para reconocer que a veces hay que aceptar la ayuda de los demás. De ahí que Mary Jane, aquí como periodista de investigación, pase a ser un personaje jugable, o la presencia de Miles Morales (quien espero que tenga un papel importante), por ejemplo.
La espectacularidad del juego de Spider-Man reside en recoger la idea de lo que haría una película de Marvel y trasladarlo a PlayStation 4. Nuestro héroe se vuelve un maestro de la improvisación con multitud de posibilidades. La telaraña para cegar o inmovilizar a los enemigos, los ataques cuerpo a cuerpo, el sigilo, recoger objetos del entorno para golpear, los artilugios... La experiencia de Insomniac con Ratchet y Sunset Overdrive le ha servido para encajar adecuadamente todos los gadgets de Spider-Man, quien puede ir modificándolos, al igual que su traje.
La dinámica del Focus será la clave en los combates. Atacando a los enemigos acumularemos Focus. Cuanto más consigamos, más daño haremos. Aquí cobra importancia el combo, que nos permitirá acumularlo con mayor facilidad. También nos valdrá para recuperar salud o para dejar ko a un enemigo con un ataque especial. Por cierto, podéis quedaros tranquilos: Insomniac no abusa de los Quick Time Event con Spider-Man. En dos horas de juego, solo he tenido que sufrirlos (más que nada porque me ponen algo nerviosa) hacia el final del combate con el primer jefe. Los villanos son otro gran atractivo del juego, por supuesto. Empezar luchando contra el imparable Kingpin impone bastante.
Lo más bonito del juego es lanzar telarañas de edificio en edificio. Spider-Man pasa a ser Tarzán en la jungla de Nueva York. Una inmensa Nueva York que, además, nos permitirá ver todos sus distritos y edificios emblemáticos. En el mapa irán apareciendo distintas misiones, más allá de las principales, como pequeños actos criminales y recompensas variadas. El juego nos dará una libertad enorme que se vuelve muy disfrutable, y a medida que avancemos, los desafíos serán mayores.
Con las misiones, iremos consiguiendo experiencia y punticos que gastar en nuestras habilidades. Tendremos tres ramas: Innovador, Defensor y Lanzaredes. Sus nombres lo dicen todo, en realidad, pero dentro de cada una hay habilidades muy interesantes. Esto, sumado a todos los cachivaches que puede llevar nuestro héroe, crea unas mecánicas la mar de jugosas. Por otro lado, Peter tiene otro trabajo, y le tocará de vez en cuando hacer alguna que otra tarea, como arreglar algunos de los avances técnicos del doctor Otto Octavius (imagino que ese nombre os suena). Con esos detalles, el jugador es consciente de la vida de Peter más allá de Spider-Man, y espero que sea un elemento que se mantenga durante todo el juego (tía May llamando mientras te estás dando de tortas con enemigos, blessed).
El próximo 7 de septiembre sale a la venta este Spider-Man, un exclusivo del que PS4 podrá presumir con gusto. O al menos, eso es lo que parece tras sus dos primeras horas de juego. ¿Será verdad y conseguirá no decaer? Cruzo los dedos. O las telarañas.
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