Avance Sleeping Dogs ,PC
Resulta complicado para un analista de juegos acercarse a un título como Sleeping Dogs libre de prejuicios. Sin pensar que tiene delante una entrega fallida de la serie True Crime, o sin tener en cuenta el cambio de manos de Activision a Square-Enix. Una historia condenada a desaparecer que, sorprendentemente, fue rescatada por la compañía japonesa visto lo completo que estaba ya el desarrollo del juego.
Pero aún así, aprovechamos la oportunidad que Warner nos dio para jugar a Sleeping Dogs en Madrid intentando ser objetivos. Es verdad que la beta a la que tuvimos acceso tenía, pulidos aparte, un aspecto bastante definitivo, y que el título está siendo tratado con bastante mimo por parte de sus desarrolladores. Incluso a pesar de que Sleeping Dogs verá la luz el próximo otoño, en una época en la que, presumiblemente, no lo tendrá fácil para hacerse un hueco en el mercado.
Lo primero que Gareth Ramsay, de Square-Enix, nos señala del juego es su ambientación. “Hemos querido hacer una ciudad completamente viva”, nos comenta. “Que todo funcione independiente a nosotros”. Y lo cierto es que, de primeras, da esa impresión. Aunque la beta que jugamos no nos permitía salirnos del itinerario principal del juego, ciertamente los entornos resultaban muy detallados. La isla de Hong Kong en su máxima expresión, con todo lo que eso significa: sobrepoblación, callejones abarrotados, vendedores ambulantes, luces de neón y, sobre todo, delincuencia.
Empezamos a jugar dentro de un típico restaurante asiático para, poco después, comenzar una persecución por la parte más céntrica de la gran urbe. Una introducción que nos sirve para ver que Sleeping Dogs está fuertemente influido por el cine de los noventa, por la acción y por cintas como The Corruptor. Por supuesto la esencia básica de True Crime sigue totalmente presente.
Durante la persecución, la gente parece reaccionar de manera creíble a nuestros empujones, y todo funciona de forma bastante convincente. Después, y tras alcanzar al tipo al que perseguimos, comienza una pelea. “Los momentos de acción serán realmente salvajes”, nos comenta Gareth. Y tiene razón. Aunque los combates de Sleeping Dogs no serán lo que se dice revolucionarios, estando a medio camino entre las últimas aventuras de Batman y los de la serie Yakuza, sí destacarán por su explícita violencia. En cualquier momento de las luchas podremos agarrar a un enemigo e interactuar con zonas resaltadas de los escenarios. ¿Cómo? Pues arrojándole por la azotea de un edificio, golpeándole la cabeza con un ventilador o incluso quemándole la cara en una cocina. Lo dicho, el juego será bastante salvaje, resultando en algunos momentos muy cercano al gore.
Más o menos igual que en las propias producciones cinematográficas asiáticas de mafiosos.
Pero no todo será pegarse cuerpo a cuerpo en el juego. En la segunda parte de la beta, y tras conducir brevemente por las abarrotadas calles de Hong Kong, nos encontramos en mitad de un tiroteo. Nuestro personaje es torturado salvajemente en lo alto de un edificio del que, como es lógico, tenemos que escapar. Es entonces cuando Sleeping Dogs cambia su mecánica anterior por las armas de fuego. En apenas un par de pasillos encontramos pistolas, ametralladoras y escopetas, con las que atacar a unos enemigos que destacarán más por numerosos que por inteligentes. Al menos por ahora.
Aunque lo cierto es que da la impresión de que Square-Enix no busca ningún tipo de realismo en Sleeping Dogs. Más bien el típico derroche de testosterona que uno podría esperar en una cinta protagonizada por Van Damme. Y en ese sentido el juego bebe de la acción más convencional, a pesar de que presentará un desarrollo presumiblemente abierto.
Y más o menos lo mismo parece que pasará con su argumento. Aunque es pronto para asegurarlo, la parte de la trama a la que tuvimos acceso era cien por cien historias de mafiosos: venganzas, encargos como destrozar un coche o liquidar a tipejos a cual más despreciable. Partiendo de la doble identidad de agente secreto infiltrado del protagonista, Wei Shen.
Según parece, Sleeping Dogs saldrá a la venta dentro de unos meses. Mientras, Square-Enix tiene aún tiempo para pulir algunos aspectos, empezando por una falta de fluidez gráfica más que evidente. Tal vez consecuencia de que aún queda trabajo por hacer y detalles por limar. Pero sería injusto no decir queSleeping Dogs será un juego atractivo. Por su violencia, por su cuidada ambientación hongkonesa y porque despertará al amante de películas de acción de serie B que todos llevamos dentro.
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