Avance Saints Row IV ,PS3

Parece que algo ha terminado de saltar en el cerebro de Volitión. Hasta ahora nos habíamos encontrado con sucesivas entregas de un sandbox con un carácter irreverente y desenfadado. Pero parece que con esta cuarta la compañía le ha dado una vuelta de tuerca a la franquicia juntando el habitual toque humorístico con un homenaje a la ciencia ficción. Algo nos dice que es por eso que el título pasó de un posible DLC a un juego en sí mismo.

En esta entrega de Saints Row comenzamos con una ambientación de comedia setentera en la que se utiliza la visión del sueño americano como un chiste. Una felicidad teatralizada que hace imposible, desde el principio, que lo tomemos en serio. Encarnamos al presidente (o presidenta) de los Estados Unidos y todo es maravilloso. El entorno se llena de luz y todo cuanto vemos parece derrochar felicidad. Es como esos anuncios de compresas en que un hombre querría ser mujer solo por probarlo. Todo se viene a bajo cuando descubrimos una invasión alienígena que nos arrebata todo ese color para sumir la ciudad de oscuridad y caos, convirtiendo a todo el que nos rodea en un enemigo.

Es ahí donde nuestro famoso equipo Saints entra en escena y nos rescata como si de la Nebuchadnezzar se tratase. Toda esta ambientación transforma una saga en la que habitualmente somos la amenaza en otra en la que somos los héroes. Debemos liberar la tierra de estos invasores y no nos bastará con el uso de armas para deshacernos de ellos. Se nos plantea un sistema en el que iremos obteniendo unos poderes como, superfuerza, correr a la velocidad de la luz, poder saltar edificios, telequinesis o planear en el aire. Estas habilidades que podrían recordarnos a un Crackdown mucho más vitaminado nos convierten en un superhéroe, haciéndonos más fácil vencer a las hordas de alienígenas. Aunque por supuesto que tendremos armas potentes para defendernos, como por ejemplo el dubstep, que mezcla la estupidez de hacer bailar a quien disparemos con una fuerza destructiva asombrosa.

Aparte del armamento y esos poderes que, en cierto modo, modificarán la jugabilidad de la franquicia, tenemos algo que no se a vosotros pero a mi me absorbe durante horas, el editor de personajes. Con todos los juegos que disponen de uno invierto horas explorando todos los rasgos personalizables, y hay que reconocer que los chicos de Volition saben ofrecer un gran registro. Y también, como ya sabéis de anteriores entregas contamos con un toque de humor en este aspecto.

El hecho de presentar poderes y buscar salvar al mundo no aparta ese carácter destructivo que Saints Row lleva a sus espaldas. Vale, normalmente era intencionado o al menos nos importaba poco, pero ahora es inevitable. Cuando vamos a la carrera, el impacto con los vehículos hace que estos salten por los aires y nuestra fuerza sobrehumana hace que seamos un arma de destrucción masiva en nosotros mismos. Pero toda esta potencia destructiva no hará que recorrer la ciudad y enfrentarnos a los enemigos sean tareas fáciles. Durante la aventura encontraremos diferentes tipos de alienígenas, unos más comunes y otros que representarán un auténtico reto hasta dar con su punto débil.

Además de nuestra misión principal de liberación, encontraremos varios retos alternativos como las carreras por la ciudad. Todas enfocadas en darle bombo a los poderes y aprender a controlarlos a la perfección. Podremos encontrar un reto en que iremos corriendo y saltando por los edificios superando puntos de control en un tiempo límite. Todas estas acciones también suman puntos de experiencia que nos servirán para mejorar nuestras habilidades.

En el fondo lo que hemos de reconocer a Volition con este Saints Row IV es que, sin perder ese carácter humorístico que representa a la franquicia, lleno de pechos, violencia y bromas al estilo del humor absurdo de películas como Hot Shots, se renueva dándole un rumbo nuevo. Continuamos encontrándonos en el estilo de juego típico de la saga pero todo alrededor está cambiado. Un motivo nuevo en forma de una invasión alienígena y dos ambientes muy diferentes que cambian de forma brusca, uno inocente y bonito, lleno de luz y color, y otro oscuro y amenazador en que los alienígenas amenazan nuestro sueño americano y la libertad. Esta cuarta entrega de Saints Row promete haber echado toda la carne en el asador, lo que venía avisando desde que paso de ser un posible DLC a un juego completo con su propio número adjunto.