Avance Metal Gear Rising Revengeance ,PC,PS3,X360
Metal Gear Rising Revengeance apareció hace dos años en un E3, lo petó en un tráiler de poco más de un minuto y desapareció. No se recordaba una aparición tan fulgurante como la de Robinho en septiembre de 2005 en Cádiz cuando debutó con el Real Madrid.
Coñas y tontadas futboleras aparte, la de Rising era la historia de una frustración: anunciado a bombo y platillo como un spin off de la saga Metal Gear enfocado descaradamente a la acción, nadie supo nada del proyecto hasta que se desveló que Platinum se había hecho con él ante la incapacidad de Kojima Productions para sacarlo adelante.
Bien, la hora ha llegado y Metal Gear Rising se ha presentado en el E3 sin hacer mucho ruido. Quizás por miedo a lo que pueda pensar la base de fans que miran con recelo el proyecto o por pura precaución para no levantar más atención de la necesaria. A nadie se le escapa que después de toda la polvareda que levantó en su momento el cambio de estudio puso más atención de la deseable sobre el proyecto.
Pero la verdad es que Revengeance es lo que es, con sus pros y sus contras, y que no engaña a nadie. Es un producto de Platinum puro y duro por lo que hay que esperar acción a mansalva y un punto de sangre. Bueno, más que un punto, un puntazo, porque si de algo va sobrado Revengeance es de sangre. De sangre, de visceras y de miembros mutilados que son el resultado de la escabechina que se marca Raiden a lo largo de la partida.
La premisa es sencilla. Con un botón de salto, dos para atacar y un stick, el derecho, para rebanar a nuestros rivales, la misión de Platinum es conseguir que Revengeance ofrezca una sensación de acción desenfrenada y fácil de llevar a cabo. Algo parecido a las hostias como panes que reparte Batman en los juegos de Rocksteady.
La idea es tan fácil de ejecutar que en poco menos de diez minutos ya es posible hacer combos rebanando casi cualquier elemento del escenario. El tema de cortar a tu gusto no se acaba con la barra libre que nos ofrece Platinum en cuando a variedad, sino que también tiene que ver con el número de veces que podremos rebanar a los enemigos de Raiden cuando hagamos un combo.
Que Metal Gear Solid Revengeance no es un juego que beba de las bases de Metal Gear Solid se ve desde el principio. Que haya seguidores de la saga que se sientan estafados o indignados (o las dos cosas a la vez) porque Kojima haya dado luz verde a un proyecto de estas características es una injusticia para Revengeance. El título puede ser mejor o peor, puede ser más o menos frenético, un punto muy de Platinum y que, a juicio personal, puede quitarle cierto encanto al juego, pero por lo menos es uno de esos juegos que levantan interés allá donde van.
Ya sea por ser la ampliación del universo creado por Kojima o por ser una obra de Platinum Games, que en esto de los juegos de acción sabe un rato, la cuestión es que Metal Gear Rising Revengeance merece una oportunidad. Visto lo visto con otras apuestas del estilo como DmC, puede que la jugada sea redonda para Platinum y hasta podría alumbrar una nueva saga, pero lo que es absurdo a estas alturas es dejar de lado al juego porque opte por tomar la saga y darle un soplo de aire fresco para conseguir algo diferente.
A fin de cuentas, la historia que se cuenta en Revengeance no es canon por lo que a los indignados por el proyecto les debería dar bastante igual que el juego llegue a las tiendas.
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