Avance Mafia III ,XONE,PC
2K nos ha permitido volver a sentir la mano dura de Lincoln, el protagonista más imponente del panorama actual de los videojuegos, a través de una partida en directo en la que hemos presenciado una misión que transcurría en el centro de la ciudad de New Bordeaux. El contable de la mafia italiana, una de las múltiples cabezas que se alimenta de la ciudad sureña, se encuentra en lo alto de un rascacielos. Lincoln tiene la obligación moral de acabar con él y con todos los capos, pero la forma de hacerlo solo depende de nosotros.
Antes de comenzar la misión, descubrimos una forma de acceder al contable pasando desapercibidos. El contable, después de cobrarse con sangre una deuda, le encarga al compañero del ex acreedor la misión de terminar la ronda de cobros por él. Así, tenemos ante nosotros dos formas de entrar en ese rascacielos: desde el garaje, en el coche del cobrador; o entrando a tiros por todo lo alto. Lincoln es un tipo duro, curtido en las selvas de Vietnam, y no le teme a ninguno de los dos acercamientos. No obstante, en la presentación, desde el público hemos preferido la opción más sigilosa.
De todos los distritos que existen en Mafia III, el distrito centro es el más moderno, pero también la base de operaciones de la mafia italiana. También existen otros distritos, como el bayou, misterioso y apartado; Frisco Fields, una zona de postín ubicada al norte de la ciudad; o el distrito sureño, en el que la droga pasa de manos más rápido que un caimán con hambre en el pantano. Cada distrito muestra un estilo visual totalmente distinto, es reflejo de varios estratos de la sociedad de New Bordeaux y está plagado de localizaciones en las que realizar misiones que harán avanzar la historia.
Mafia III nos permite elegir nuestro camino en muchos sentidos. No solo es el primer Mafia de mundo abierto, sino que además explora su historia a través de él. La clave es la jerarquía de la mafia. Lincoln quiere acabar con la mafia en su totalidad, y para ello debe ser meticuloso y atacar cada pata y cada soga que permite que se tenga en pie. Por ello, cada misión que realizamos en el juego repercute directamente en la historia. En palabras de los desarrolladores, el sistema narrativo funciona como un embudo, en el sentido de que la interacción y la expresión narrativa se amplían para permitirnos obrar, para luego volver a unirse en un punto convergente en el que se concentra la atención del jugador.
Con esto, y volviendo a la misión que nos ocupa. Seguimos a un Lincoln tan eficiente y letal como ya nos tiene acostumbrados. Empuñando su pistola silenciada, que antes le ha sido entregada en un punto concertado por teléfono, se abre paso subiendo por el rascacielos y liquidando sin pestañear a uno y otro, y otro, mafioso. Cuando las cosas se ponen densas, no duda en recoger las ametralladoras y escopetas que van soltando los matones. Así, volvemos a presenciar movimientos finalizadores brutales y muy vistosos que nos recuerdan que a quien controlaremos es un veterano de Vietnam. Ya arriba, el mozo se nos pone creativo y deja que las cosas caigan por su propio peso. Es decir, que tira al contable por la ventana para que toda la mafia sepa que va a por ella.
En todo momento nos envuelve una atmósfera muy especial que gana cuerpo gracias a la estupenda representación de una época marcada por la moda, la música y el cambio social. El jazz se mezcla con el rock, que tiene especial presencia en los momentos más intentos de los combates. Por otra parte, en lo que respecta a lo visual, y a pesar de que la demostración tuviera que ver reducida su capacidad gráfica por beneficiar la calidad de juego ante todo, destaca por un aprovechamiento muy impactante de la paleta de colores. El resultado es, por ejemplo, unas imágenes del bayou que, seguro, quedarán para el recuerdo.
Mafia III ya está al alcance de la mano. Ver a Lincoln repartir bollos preñaos entre los matones de la mafia es algo que nos llena de ilusión y nos proporciona mucha calma. La propuesta de Hangar 13 no viene a defenderse de nadie, pero con todo el carácter y la fuerza que trae, nos va a costar muy poco sacar el burbon para brindar.
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