1. Mundogamers
  2. Avances
  3. PS4

Avance Final Fantasy XV ,PS4

Más de 4 horas con él.
Martes 16 de Agosto de 2016 por Álex Pareja

Tener la suerte de pasar más de cuatro horas junto a Final Fantasy XV a unos meses de su lanzamiento no ha podido ser más beneficioso. He resuelto muchas de mis propias dudas, se me han generado otras y, lo más importante, os puedo contar mis impresiones sobre esta versión todavía no finalizada del juego, pero que ya deja muestras de lo que terminaremos viendo en su versión comercial. Para empezar y para que os quedéis tranquilos, os dejo claro que no voy a contar absolutamente nada de la historia y ni siquiera me voy a centrar demasiado en algunos detalles que sí me permiten transmitir, obviando incluso algunos nombres de personajes y algunas apariciones, porque creo que es algo personal y que merece la pena descubrirse por uno mismo. Así que me centraré en la experiencia de juego en sí y en mis opiniones sobre todo lo que pude ver.

 

El punto de partida de esta prueba tuvo lugar en el principio del juego, por lo que pude disfrutar de lo que podrían llegar a ser perfectamente las primeras cuatro horas de cualquier jugador de Final Fantasy XV una vez que el juego llegue al mercado. Momentos para descubrir la trama, acostumbrarse a las mecánicas y comenzar a deambular por el mundo abierto que se plantea en esta ocasión con total libertad. Noctis, el protagonista del juego, comienza la aventura desde el principio junto a sus compañeros, sin que el título proporcione demasiados datos sobre ellos ni sobre nuestro objetivo. Aunque el juego incorpora bastantes secuencias cinemáticas entre los propios segmentos jugables, parece que la trama se va a desentrañar muy poco a poco, ya que al principio no deja de ser algo puramente anecdótico, pero con potencial para llegar a ser algo interesante. Poco a poco nos acostumbramos a la manera en que esta entrega de la saga va a proporcionar sus misiones, al más puro estilo sandbox.

 

 

El coche será un instrumento totalmente fundamental en Final Fantasy XV y tendremos acceso a él desde el principio de la aventura. Básicamente, la manera principal en la que iremos descubriendo las nuevas zonas del mapa y transportándonos de manera más o menos veloz hasta las distintas misiones será con él, aunque no os penséis que su control es el típico que encontramos en otros muchos mundos abiertos. El vehículo, en caso de que decidamos controlarlo manualmente, tiene una dirección automática, y nosotros solo podemos acelerar, frenar y variar su dirección pero siempre dentro de los caminos y carreteras establecidos; también tendremos otra opción bastante más sencilla en la que directamente cedemos el honor de conducir a alguno de nuestros compañeros, que nos llevará hasta el destino que elijamos, aunque siempre podremos pedir que se detenga en cualquier momento.

 

El mapa es enorme y tiene multitud de misiones, secretos, detalles y elementos que encontrar y con los que poder perdernos durante horas, así que será lo más normal del mundo emprender un viaje hacia una misión principal pero terminar entretenidos durante mucho tiempo en otro tipo de menesteres. Ya desde el principio de la aventura, de hecho, uno de los personajes que conocemos nos proporciona una misión secundaria que podemos cumplir. Todos estos elementos opcionales, como en todo buen RPG, nos servirán para obtener experiencia, objetos y otro tipo de bonificaciones que nos permitirán hacer más poderosos a nuestro grupo de personajes. Pero no penséis que todo se basa en matar monstruos o recolectar objetos (aunque también hay de ese tipo de misiones), sino que Final Fantasy XV también nos proporciona experiencias o bonificaciones hablando con otros personajes y seleccionando algunas respuestas en las conversaciones que les guste escuchar. Es decir, que en ciertos momentos tendremos la posibilidad de elegir la respuesta que proporcionará Noctis en una conversación, y dependiendo del resultado (si a nuestro interlocutor le caemos bien o no) también se nos darán puntos de experiencia.

 

 

Esa experiencia que obtenemos y que, evidentemente, es básica para poder avanzar en Final Fantasy XV, no se administra de la misma manera que en otras entregas anteriores de la franquicia. En esta ocasión deberemos dormir para poder aplicar esos puntos, por lo que la vida más rutinaria en la que tenemos que descansar muy de vez en cuando se hace patente en la aventura. Podremos alquilar habitaciones en las distintas poblaciones que iremos encontrando (muy numerosas y de diversos estilos) o acampar en unos lugares determinados del mapa, algo más alejados de la civilización. Aquí también se nos permitirá realizar otra de las acciones más importantes del juego: comer, que en este caso no servirá para saciar una necesidad imperiosa de alimentarse, sino que nos proporcionará beneficios por un tiempo limitado que debemos saber aprovechar para tener éxito en nuestras posteriores aventuras. Cada plato proporciona diferentes habilidades, pero también necesita diferentes ingredientes para poder realizarse, además de que nuestro cocinero necesita la receta previamente para saber hacerla. Este hecho anima a seguir explorando el mundo para enriquecernos en todos los sentidos, gastronómicamente y culturalmente.

 

En ese sentido, cabe destacar muy positivamente la relación que mantiene en todo momento el grupo de protagonistas. Aunque en las pocas horas que pude jugar no se profundizaba en exceso en estos personajes, parece evidente que poco a poco iremos conociéndolos más, con el paso de las horas, por lo que debéis tener en cuenta que el juego, al igual que ocurre con la trama principal, parece que va a ir desgranando sus secretos muy poco a poco. Estos personajes se relacionan entre ellos en todo momento, físicamente (con saludos y gestos) y también a través de conversaciones, muy bien implementadas y que surgen de manera muy natural. Por ejemplo, en uno de mis viajes a una de las misiones principales uno de mis compañeros me pidió parar un momento para poder hacernos una foto con uno de los lugares míticos de esa zona del mundo, a lo que accedí gustosamente. Ese momento, totalmente opcional, contaba con su propia secuencia cinemática y con conversaciones posteriores entre estos personajes hablando sobre lo sucedido, demostrando el cariño que Final Fantasy XV parece demostrar por los pequeños detalles que encontraremos.

 

 

Las fotos son importantes, ya que uno de los miembros de nuestro grupo las toma constantemente. Cada vez que acampemos o durmamos en uno de los muchos lugares posibles, tendremos acceso a las fotografías que ha tomado durante ese día, lo que nos hace recordar los momentos y lugares que hemos visitado. Según vayamos pasando las fotos, además, se siguen lanzando comentarios sobre lo ocurrido y fomentando ese buen rollo que parece que va a reinar al menos durante las primeras horas con estos personajes. Por poneros otro ejemplo curioso de misión secundaria que pude realizar, para que veáis que no todo van a ser típicos objetivos banales, tenemos a un pequeño gato como protagonista, al que me encontré por casualidad en una localización. Entre los personajes decidieron que lo mejor era pescar algo para el animal, que parecía tener hambre. Esto también nos lleva a descubrir lo diferentes que son los miembros del grupo protagonista, ya que cada uno cuenta con una afición diferente que va potenciando conforme la va realizando, permitiendo obtener cada vez más bonificaciones al respecto. Noctis pesca, otro toma fotografías, otro prefiere caminar...

 

También son diferentes sus armas, características y habilidades, ya que tendremos que gestionar a todo el grupo pero compartiendo siempre el mismo número de puntos. Es decir, que cuando subamos de nivel y consigamos Puntos de Habilidad, los obtenemos en general y no solo para cada miembro de forma individual, por lo que debemos gestionarlos entre todos de la mejor manera posible. Por ejemplo, si gastamos puntos en un personaje para que aprenda Libra, quizás sea una buena decisión obviarlo con otro personaje y buscar otro tipo de especialización, para que a la ahora de la verdad todos estén compenetrados y reine una combinación adecuada de atributos en combate.

 

 

Las batallas son en tiempo real, con dos botones fundamentales: el de ataque y el de defensa, aunque evidentemente en conjunto es mucho más complejo. Pulsando el botón de ataque podemos hacer que Noctis ataque continuamente a sus rivales, mientras que si mantenemos apretado el botón de defensa podremos ir esquivando las acometidas hostiles (aunque gastando PM en el proceso). Podremos tener cuatro armas diferentes equipadas en cada momento (cada una asignada a uno de los botones de dirección del mando), aunque también podremos introducir hechizos (de los que ahora os hablaré) u otros elementos más poderosos que iremos encontrando conforme avancemos en la aventura. A pesar de su sencillez se convierten en algo muy táctico, ya que podemos ir combinando esas cuatro armas entre los diferentes tipos de enemigos o para realizar combos. Una espada es ágil, pero podemos combinarla con una lanza o un hacha más lenta pero poderosa, aprovechando sus diferentes ataques en cada momento concreto de la batalla, unido a la posibilidad de realizar ataques especiales y combinados entre los diferentes miembros del equipo. 

 

La magia la tendremos que extraer de diferentes puntos del escenario, como en algunas entregas anteriores. Obtendremos X número de magias, que deberemos utilizar en un sencillo menú que nos permitirá combinarlas para conseguir crear los hechizos que podremos usar en batalla. Para que lo entendáis mejor, podremos elegir X cantidad de Fuego, por ejemplo, junto a X cantidad de Rayo en un mismo hechizo, al que además podemos añadir alguno de los objetos que tengamos en el inventario. Cada una de estas combinaciones creará hechizos diferentes con muy diversas utilidades, transformando este sistema en algo con posibilidades prácticamente ilimitadas, que nos van a permitir ir adaptándonos a cada situación, fomentando además la exploración de los escenarios en busca de magia y objetos. 

 

 

Deambular por los entornos del amplio mapa también nos permitirá encontrar ingredientes para nuestras comidas, tesoros ocultos... y enemigos, por supuesto. Algunas criaturas no son hostiles, pero en caso de atacar se volverán contra nuestro grupo, pero también habrá otras muy peligrosas de las que será imposible escapar. Ahora sería un buen momento para hablaros de la noche de Final Fantasy XV y de sus peligros, de los que se encargan de advertirnos nuestros propios compañeros en un momento concreto del juego. Al caer la noche aparecen los enemigos más peligrosos, por lo que hay que tener un especial cuidado. En estos momentos, además, no podremos pedir a nadie que conduzca por nosotros ya que tienen miedo de la noche, por lo que su seguridad recaerá de lleno en nuestras manos. Estos momentos serán los más propicios para buscar un lugar donde acampar o alguna población donde pasar estas horas descansando o realizando alguna de las múltiples actividades secundarias que encontraremos.

 

Cuidado, porque nuestro vehículo funciona con gasolina y se nos puede acabar, por lo que también tendremos que utilizar las diferentes gasolineras esparcidas por el mundo abierto para repostar nuestro querido coche. También se puede personalizar al completo, eligiendo el color de la carrocería, del interior, de las ruedas... y, aunque todavía no tenía acceso a esas opciones, imagino que podremos incluir mejoras en el vehículo poco a poco que lo convertirán en un medio de transporte mucho más veloz (algunos paseos en coche, hay que reconocer que se me hicieron un pelín largos) e incluso llegaremos a poder instalar un sistema que nos permitirá volar con él, como se ha mostrado en algunos de los vídeos promocionales del juego. Los fans más acérrimos de la saga también estarán muy contentos con un detalle incluido en los largos desplazamientos en coche, que podremos ambientar con piezas de las bandas sonoras de algunas de las entregas más míticas de la saga. Yo tuve acceso a canciones de Final Fantasy VII o Final Fantasy X, por ejemplo, pero algunos mercaderes venden más de estas canciones, aparte de las incluidas en la propia banda sonora de Final Fantasy XV que también podremos escuchar si lo deseamos.

 

 

La cantidad de detalles enfermizos que encontramos en el mundo abierto, unido a la multitud de misiones secundarias que prácticamente nos acosará cada vez que lleguemos a nuevas zonas habitadas, dan muestras de lo que puede llegar a ser Final Fantasy XV, junto a otras muchos sorpresas increíbles que no os quiero desvelar por motivos evidentes. Es cierto que esperaba una mayor presencia de la historia y que esta fuera algo más profunda y madura, aunque no descarto que con el paso de las horas pueda llegar a estar a la altura, y lo mismo ocurre con los personajes protagonistas, demasiado estereotipados durante las primeras horas, pero probablemente se profundice más en ellos conforme avance la aventura. El combate sigue sin convencerme al cien por cien, sobre todo por el caos que se monta en algunas ocasiones con las cámaras, pero es un gustazo utilizar las habilidades especiales de nuestros compañeros, combinar objetos, utilizar las magias, ir variando de arma... y es adictivo, dando la sensación de que será mejor conforme pasen las horas y podamos realizar más acciones. Aunque en algo más de cuatro horas es imposible sacar conclusiones de una obra de estas características, al menos me ha dejado con muchísimas ganas de más, y con la sensación de que puedo llegar a perderme durante muchísimo tiempo en todo lo que propone. La relación de los personajes con el entorno y la manera en que interactúan con él, unido a su belleza en todos los sentidos y al potencial que hasta ahora demuestra en todos sus campos, hace que esta obra no pueda llegar a ser más ilusionante.


<< Anterior Siguiente >>