Avance Epic Mickey Mundo Misterioso ,3DS
En un mercado dominado por asesinos, soldados y toda clase de tipos duros que comen alambre de espinas, mean napalm y tienen mucha mala leche, parece que Mickey y Disney lo tienen difícil para hacerse un hueco más allá del mercado infantil y entre un público adulto. No es que yo sepa de qué popularidad goza Mickey entre los infantes del siglo XXI, pero viendo las cosas que triunfan actualmente, imagino que no debe pasar por su mejor momento. Supongo que es por esto que Disney no se está limitando a sacar juegos del montonazo y genéricos hasta la náusea con su personaje estrella para explotar su nombre, sino que se está preocupando por sacar juegos interesantes que sirvan para algo más que devaluar el valor de la franquicia.
Pero aunque ahora triunfen los Marcus Phoenix y los Kratos, raro es el occidental que no ha crecido con los personajes y películas de Disney, y aunque ahora para muchos carezca de atractivo y lo recuerden como un entretenimiento pueril, estas creaciones sin duda están muy arraigadas en nuestro subconsciente, y son una puerta para trasladarnos a través de la memoria y la nostalgia a otros tiempos inocentes y despreocupados a los que en el fondo a todos nos gusta asomarnos alguna vez. En la presentación de este Epic Mickey: Mundo Misterioso no debí jugar más de media hora, pero fue media hora en la que volví a ser un niño.
Es importante aclarar desde el primer momento que no se trata de un port del Epic Mickey de Wii, sino que estamos ante un juego por derecho propio. De hecho, lo que encontramos es un clarísimo homenaje al Castle of Illusion, Starring Mickey Mouse de la Mega Drive. Y aunque aquí, por cuestiones de derechos, se haya renombrado “Mundo Misterioso”, el título original es “Power of Illusion”, para que el homenaje sea más patente aún, aunque hay otros detalles más sutiles, como la reutilización de efectos de sonido y melodías del juego original.
La historia une ambos juegos de manera perfecta, e incluso tiene un pequeño toque de metaficción (que debe ser lo último que uno espera de un juego de Mickey, todo sea dicho): tras años en el limbo, el Castillo de la Ilusión ha caído en El Páramo, el mundo al que van a parar las creaciones olvidadas en el que transcurría el primer Epic Mickey de Wii. Atrapada en el olvido, la bruja Mizrabel traza un plan: capturar a los personajes populares y robarles su energía para poder volver al mundo de los dibujos. Con esta sencilla premisa, ya tenemos montado un juego que encaja a la perfección: enlaza con Epic Mickey porque utilizamos el pincel mágico para pintar o borrar objetos y El Páramo es el detonante de la acción; pero transcurre dentro del castillo, por lo que el estilo de side-scroller y la estética pixelada están más que justificados, así como el enorme elenco de personajes de Disney que nos encontramos.
Cada nivel está ambientado en una película, en la que además de enemigos genéricos, encontramos otros específicos basados en ese film; un jefe, que por supuesto es el malo de turno de la peli; y rescatamos al protagonista que corresponda para que nos ayude más adelante. También hay un toque de RPG, puesto que a medida que rescatamos personajes, estos van a La Fortaleza, donde podremos hablar con ellos para que nos encomienden misiones, mejoremos sus habitaciones, y finalmente conseguir bonus u opciones especiales (desbloquear una tienda, invocaciones, etc). Incluso podremos conseguir que algunos villanos se nos unan, como el Capitán Garfio.
Pero como es un Epic Mickey, también tiene gran importancia, y es lo que saca partido al Dual Screen (el 3D no está muy exprimido), el tema de los pinceles: uno va jugando tan normal en la pantalla superior, utilizando el pincel como arma, y de vez en cuando verá en la inferior algún objeto resaltado, que si lo tocamos activará un minijuego de pintar/borrar. Ambas cosas son fáciles: para borrar, pasamos el disolvente sobre el dibujo al completo y este desaparecerá de la pantalla superior; para dibujar, calcamos la silueta y el objeto o personaje correspondiente se materializará arriba. Se nos recompensará según lo bien que lo hagamos, pero para hacerlo bien tendremos que andar cogiendo y soltando el stylus cada dos por tres.
Llevo muchos años jugando, y en ese tiempo he viajado a lugares asombrosos, he aplastado civilizaciones enteras en complejos juegos de estrategia y política, he matado incontables enemigos y bichos en infinidad de shooters, y he hecho tantas cosas increíbles que muchas ni las recuerdo ya. Pero lo que más me ha sorprendido en muchísimo tiempo, es encontrarme debatiéndome si guardo mis estrellas para arreglar la casa de Blancanieves o el barco del Pato Donald.
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