Avance Ghost Recon Wildlands ,PS4
Los amantes clásicos de la franquicia Ghost Recon recordarán algunos de sus títulos con cariño, sobre todo por lo diferentes que solían sentirse respecto a otros shooters y juegos de acción existentes en el mercado. En general, eran títulos exigentes donde la táctica y la cooperación entre compañeros era extremadamente importante para conseguir alzarnos con la victoria en las misiones. Ghost Recon Wildlands nos vuelve a aproximar a esa esencia de la franquicia, aunque de una forma totalmente diferente y más adaptada a los tiempos que corren.
Para empezar, tendremos un mundo abierto enorme por el que poder desplazarnos, donde encontraremos diferentes misiones y objetivos por cumplir. No es una premisa del todo original, desde luego, sobre todo cuando la propia Ubisoft ya tiene en el mercado otro ejemplo de shooter en tercera persona que nos ofrece libertad en unos escenarios abiertos. Pero Ghost Recon Wildlands tiene muchas diferencias respecto a The Division, sobre todo en lo que respecta al realismo y a la manera de afrontar los enfrentamientos con los enemigos.
Podremos enfrentarnos a cada situación de diferentes maneras y, evidentemente, no será lo mismo tratar de infiltrarnos en una instalación nosotros solos o acompañados. En la Demo que se mostró en el E3 2016 se presentaba a los jugadores un objetivo que había que capturar y que, obviamente, se encontraba en una zona del mapa altamente vigilada. Hasta el momento todo es típico y ya lo hemos visto en multitud de juegos: elige un medio de transporte, dirígete hasta el punto concreto del mapa, echa un vistazo a la zona desde un punto elevado para marcar a los enemigos visibles y procede a adentrarte de la manera en que prefieras.
Podremos intentar ser sigilosos, utilizando armas con silenciador o tratando de aplacar a los enemigos directamente por la espalda. También podremos decidir utilizar un rifle de francotirador o dejar las sutilezas a un lado para entrar a tiros de forma directa. Aquí es donde precisamente Ghost Recon Wildlands se aleja un poco de otras propuestas ya conocidas para aportar su propio toque personal, que también recuerda a otras entregas de la franquicia gracias a un mayor realismo.
Por el momento, parece que no hay un sistema de coberturas como tal, por lo que la manera de afrontar los tiroteos debe ser muy diferente, dando importancia a nuestra posición ventajosa en el campo de batalla. Además, los enemigos caen de muy pocas balas, aportando realismo, y lo mismo ocurre con nosotros. Por ello, al menos, tiene cierto sentido que planeemos nuestros movimientos, ya que un simple error puede costarnos la misión al completo. Es en esa fusión entre shooter de mundo abierto que ya conocemos de sobra por otros ejemplos y la táctica y el realismo propio de Ghost Recon donde el juego puede terminar brillando, por supuesto.
Obviamente, para enfrentarnos a este gran mundo abierto tendremos multitud de vehículos diferentes que podremos utilizar para la ocasión, cada cual con sus puntos fuertes y débiles. Coches, motos y helicópteros son los que se han mostrado hasta ahora, cada uno variando enormemente la manera de enfrentarnos a una misma situación por razones evidentes. Eso sí, por el momento desconocemos el tamaño real que tendrá este mundo abierto y las posibilidades que encontraremos en él aparte de las misiones que se nos encomiende realizar.
Parece que el aspecto social y multijugador también va a tener mucha importancia, ya que cooperar con otros jugadores parece ser la manera más divertida y satisfactoria de enfrentarnos a lo que propone Ghost Recon Wildlands. Habrá que comprobar si en solitario también es una obra que pueda llegar a disfrutarse, por supuesto, ya que no todos querrán colaborar con amigos o con desconocidos a través de internet. En este sentido, parece que podremos modificar a nuestro personaje de forma estética, aunque todo hace indicar que no habrá ningún tipo de elemento de mejora o de incorporación de habilidades al estilo RPG, ya que precisamente iría en contra de esa naturaleza propia del juego, que trata de desmarcarse de otras propuestas gracias al realismo.
En Ghost Recon Wildlands tendremos acceso a una enorme variedad de armas y también a distintos gadgets y elementos tecnológicos propios de los ejércitos actuales, con posibilidad de utilizar, por ejemplo, drones con cámara para echar un vistazo cercano al escenario donde vayamos a enfrentarnos antes de lanzarnos a la acción. En general, parece que la tónica habitual del juego será planear los enfrentamientos con cierta táctica, llevarlo a cabo y enfrentarnos también a las posibles complicaciones de la misión.
La obra todavía se siente algo verde, faltando mucho trabajo por delante para terminar de pulirla en todos los sentidos. También es una incógnita, al menos por el momento, si esta mezcla de conceptos tan modernos de mundo abierto y del realismo propio de esta franquicia terminan por tener efecto y realmente nos vamos a poder enfrentar a una obra a la altura. Ghost Recon Wildlands, por ahora, pinta bien y al menos ofrece una personalidad propia dentro de un estilo de juego que ya no se siente tan único y original.
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