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Avance Call of Duty Advanced Warfare ,PS4

Titanfallizado, lo que quieras , pero para bien.
Viernes 03 de Octubre de 2014 por Diego Emegé

El gran debate: ¿Se ha Titanfallizado Call of Duty? Os debo reconocer que a mí no me gusta más Advanced Warfare que Titanfall, igual que os debo reconocer que el juicio me parece de lo más estúpido cuando desde la base se le echó en cara a la obra de Respawn ser, en lo básico, una adaptación de su trabajo cuando estaban con Infinity Ward con robots. ¿Puede ser entonces el copiado la copia del que copió? No, pero meternos en esos berenjenales a estas alturas de la película podría ser contraproducente: el que quiera que lo disfrute, el que no, ya sabe dónde está el botón para cerrar ventana.

 

Que en 2014 sigamos sin reconocerle el punto que indudablemente convierte en un éxito al juego de Activision me parece una muestra total de lo mucho que se está separando el crítico de videojuegos del jugador de los mismos. No querer adentrarse en él para conocer los motivos que lo llevan a ser jugados durante centenares de horas anualmente desde que se estrenó en Xbox 360 con la segunda parte de la franquicia no dice mucho bueno de nosotros. Dinamitarlo como se ha querido dinamitar con el argumento de Titanfall, un carro al que se han subido muchos pero por el que no han dado un duro desde su estreno, también es algo decepcionante.

 

El movimiento, la forma de comportarse los personajes de Call of Duty y cómo los usuarios los usan para poder sacar partido a sus habilidades lo son todo en la franquicia, y no son pocos los videojuegos que han intentado adaptarse a esa forma de moverse desde que Activision fructificó en éxito al gran vencedor de la pasada generación. De ahí que el añadido del exoesqueleto, el ente titanfalizador, acabe siendo tan definitivo para la presente entrega de la serie, que puede ser una de las más frescas desde Black Ops 2, todo gracias al nuevo desarrollo trianual que comienza la productora con el presente capítulo.

 

 

Algo que debemos tener claro, primero, es que Sledgehammer son nuevos. Segundo, no son Treyarch y tampoco son Infinity Ward. Tercero, puede salir mal o puede salir bien, pero poner en entredicho algo tan básico dentro de la propia jugabilidad de un Call of Duty como puede ser el propio movimiento, dice mucho de lo que ha querido arriesgar la firma en el presente episodio, y el que no quiera pensar en positivo así, no lo hará jamás. Antes de seguir con la obra, pequeño inciso: me muero de ganas de ver en qué se convierte el ciclo trianual en la futurible entrega de la serie.

 

El exoesqueleto, como decía en líneas superiores, lo cambia todo. Tendremos la posibilidad de sacar partido al artefacto haciendo dobles saltos o pudiendo esquivar con un movimiento de escape lateral que le sienta increíble a la mecánica de la obra, pero también hay una serie de habilidades que se podrán equipar una vez por vida que ayudarán al jugador en diferentes circunstancias. Una pequeña barra se llenará o se agotará según podamos usar o no la habilidad de movimiento del esqueleto en el lance de la batalla.

 

 

También va a resultar interesante el uso de las armas futurísticas, algo que dotará de mayor libertad jugable en todos los sentidos a la obra.  Los diferentes dispositivos que podremos usar para ayudarnos durante la competición o  el uso de granadas de todo tipo también acabará siendo importante. Se llegó a ver en la demostración del E3 unas granadas voladoras que también serán accesibles durante el multijugador. Las posibilidades de esos explosivos son altas, y pueden cambiar el juego en muchos sentidos, y más si los combinamos con elementos que nos permiten detectar enemigos en el escenario.

 

Advanced Warfare me parece un desarrollo valiente, más valiente que en otros títulos de la propia franquicia al menos. Sledgehammer tiene en sus manos la posibilidad de crear una tercera vía para Call of Duty a la que prestar atención en los próximos años. Y con escépticos o sin ellos, los que deben disfrutar de la serie lo van a hacer sí o sí, cuenten con su beneplácito o no, toca desear una obra a la altura de los millones de unidades que vende en todo el mundo. Algo tendrá.


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