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Avance Borderlands 2 ,PS3

Puede que este sea el año de Borderlands 2
Viernes 07 de Noviembre de 2014 por Bruno Louviers

Debo decir antes de comenzar a hablar de este Borderlands 2 que es un juego al que me enfrento con posturas encontradas. Por un lado su concepción estilística, un FPS en toda regla, me echa para atrás (y si sois seguidores del MG Podcast conoceréis la razón) al no ser un gran seguidor de este tipo de juegos. Pero no menos cierto es que los juegos de rol en mundos abiertos son una de mis debilidades y el hecho de que mirara al primero con curiosidad aunque no llegara a meterle mano como se merecía.

 

Dicho todo esto, 2K nos ofreció un recorrido por una de las misiones de la trama principal de Borderlands 2 para que nos hiciéramos una pequeña idea de lo que nos espera con la secuela del título, una de las gratas sorpresas que esta generación nos ha deparado.

 

Cuidadito porque estos bichos mecánicos con alas nos van a tocar la moral, sobre todo cuando estemos rodeados de enemigos por tierra.

 

Se le podrán echar en cara muchas cosas a Gearbox, pero si algo hay que agradecerles es que impriman personalidad a sus juegos. Si Duke Nukem Forever pudo ser un juego fallido por miles de razones, no es menos cierto que a su manera era una apuesta única y un juego con mucha mala leche para los tiempos que corren. Como diría Warren Spector, “nos gusta repetir fórmulas en las que nos sentimos cómodos” al afrontar el mercado. Claramente, ese es un lema que no está colgado en las oficinas de Gearbox. O, al menos, no de la manera que nos lo imaginamos.

 

Por ello, cuando te enfrentas a Borderlands 2 te das cuenta que es uno de esos títulos a los que la categoría de secuela le sienta más que bien. No diré que sea lo que Assassin’s Creed 2 a su antecesor, pero sí que parece claro que Gearbox se centró en crear las bases para el primer título y ha sido en este segundo en el que ha decidido que era el momento de exprimir dicho universo.

 

El cell shading sigue molándolo todo. Puede que esté pasadísimo de moda, pero en apuestas como este Borderlands 2 se hace querer.

 

Pero dejo de enrollarme y paso a los hechos. Comenzamos nuestra misión en una ciudad en la que, como buen RPG que se precie, se nos acumulaban las propuestas para ir haciendo misiones. Escogemos una en la que tenemos que ir al encuentro de una niña con muy mala leche, Tiny Tina, que nos va a encargar que vayamos a buscar a sus peluches porque quiere organizar una fiesta con ellos a la par que tortura a un tipo random que pasaba por allí.

 

El primer punto interesante de este Borderlands 2 es que lo vasto del mapeado no va a ser una simple excusa para vendernos las bondades del juego. Que el mapa sea enorme es una excusa más adentrarnos a explorarlo y sacarle réditos. De camino a nuestra cita nos topamos con un par de misiones secundarias a la vez que teníamos que luchar contra las hostilidades del medio. Como sucediera en Skyrim o en Red Dead Redemption, el entorno no nos va a ser nada favorable de buenas a primeras, y eso que nosotros comenzamos con un personaje de un nivel elevado.

 

En lo relativo al juego en sí, las mecánicas siguen siendo muy parejas a las del primer Borderlands. Insisto en el concepto de que este título es una visión ampliada y mejorada del primero. Esto es, mantener todo aquello que funcionaba y arreglar los puntos negativos, siendo la linealidad del juego uno de ellos.

 

Aunque el juego está pensado para jugarlo de manera individual, el cooperativo va a ser la forma de sacarle toda la chicha posible.

 

No van a faltar las casi ilimitadas posibilidades de personalización de armas, los árboles de habilidades con mil y una opciones y esa sensación que te abruma al entrar en Pandora. Esa sensación de agobio y de enormidad a la vez, una cierta agorafobia al comprobar que el escenario en el que estás jugando la partida se te escapa de las manos.

 

Esa sensación marca una vez más la mano de Gearbox en el proyecto. Lo decía al comenzar este avance, el estudio puede jactarse de imprimir un sello propio a sus juegos. Puede que tengan más narices que nadie al hacer un juego más hardcore todavía de lo que demanda el gran público, pero las buenas cifras del primer Borderlands indican que no iban por mal camino.

 

Visto lo visto con Skyrim, visto que el mercado responde con productos de calidad sin importar la profundidad o la dificultad de acceso al mismo y visto que este otoño esta algo falto de grandes pelotazos, puede que este sea el año de Borderlands 2. Cualidades, a primera vista, no le faltan.


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