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Viviendo la Madrid Gaming Experience

Esto no es MGW
Miercoles 02 de Noviembre de 2016 por Kysucuac

Niños, niñas y los demás, si venís os voy a enseñar algo extraño que hay aquí, ya no es la Madrid Games Week. Esto es MGE, esto es MGE, MGE, MGE… Perdón, que me vengo arriba. Ya todos sabemos lo que me gusta Halloween y las fiestas en general, ¿verdad? No puedo evitarlo, y más si mezclamos Halloween con otro evento. En este caso, la Madrid Gaming Experience.

 

Este encuentro para – supuestamente – los más gamers, se ha instalado en el Ifema, donde lleva desde el pasado viernes 27 y donde siguió hasta ayer, día 1 de noviembre, aprovechando, así, el festivo de Todos los Santos. Y coincidiendo con la fiesta de Halloween, para que así nadie mire raro a los cosplayers del metro.

 

Como sabéis, la Madrid Gaming Experience no es lo mismo que la Madrid Games Week, habiendo cambiado el “eje” que todo lo mueve. Es decir, la organización del evento. Mientras que la Games Week se mudaba a Barcelona, el Ifema se hacía con una nueva feria que sólo recuerda, y no con mucha claridad, a lo que esto fue una vez. Pero no quiero adelantar acontecimientos, vamos a ir punto por punto analizando qué hemos podido encontrar en este nuevo punto de encuentro videojueguil.

 

 

¿Para vosotros, jugadores?

Nada más entrar por el pabellón 12 del Ifema, nos venimos arriba. Al frente se veía el cartel de Realidad Virtual – con una cola de tres horas un sábado a las diez de la mañana –, que no prometía nada relativamente nuevo con respecto al año pasado. A la derecha, el autobús de Razer para los gamers más exigentes también tenía su cola, aunque no llamaba tanto la atención (que tampoco ocupaba mucho en comparación con la VR).

 

En cuestión de videojuegos, teníamos un poco de todo. Hasta Wii U tenía una zona para ella con Mario Kart 8 y Smash Bros (si bien las dos veces que pasé estaba bastante desocupada). Yo, sinceramente, me pasé mucho más tiempo por los indies. El pequeño stand de BandLand Games me permitió probar algunas cosillas, como Ginger y Zenith, de los cuales os hablaré en próximos artículos (si queréis).

 

 

No obstante, debo decir, y a sabiendas de que igual sueno a vieja cascarrabias, que esto ya no es lo que era y, como os he dicho antes, dista bastante de la Games Week. Quizás podríamos compararla con la última edición de ésta en Madrid – ya que, al no haber asistido a Barcelona, no os puedo decir nada al respecto –, donde las últimas novedades ya no son lo importante.

 

Tengo que aclarar que yo viví esta Gaming Experience como prensa más que como jugador, por lo que a mí lo que verdaderamente me interesaba era probar cosas que hasta ahora nadie hubiera podido. No pude cumplir con mi objetivo y tuve la misma sensación que el año pasado: No había nada de hype hacia nada. Sólo los estudios españoles pudieron reavivar la llama de la pasión con algunos títulos adorables/entretenidos.

 

 

Otro atractivo añadido fue la gran acogida que tuvieron los juegos retro. Y con esto me refiero a las máquinas recreativas y consolas de cuando los dinosaurios dominaban la Tierra. Fue un deleite para la vista ver todos esos modelos antiguos, y, sobre todo, ver a niños de once y doce años disfrutar con ellas sin quejarse de que no era como jugar con una Play 4.

 

 

Los eSports ocupaban medio pabellón... y eso es bueno

Dejando a un lado el pabellón 12, y atravesando un corto pasaje lleno de comida, entrábamos en el pabellón 14 buscando lo mismo que el año pasado: el espacio para los deportes electrónicos. Eso sí, tuve que irme hacia el otro lado del pabellón para encontrar el enorme espacio protagonizado por ESL. Lo mejor: Los clubes españoles contaron con un stand para cada uno, y eso lo aplaudo muchísimo.

 

Es muy importante dar visibilidad a los equipos nacionales, especialmente cuando acaban de empezar. Sí, había stand del Valencia CF eSport, con el equipo de League of Legends capitaneado por PePiiNeRo.

 

Los torneos también formaron parte del universo eSport, y hubo bastante público para los diferentes enfrentamientos. Destacar que la Madrid Gaming Experience ha coincidido con la final del Mundial del MOBA de Riot, por lo que la emoción ha estado más que asegurada.

 

 

Estoy en un Salón Manga

(Tenía que poner una foto de Leon Chiro para quedarme tranquila, a pesar de no haber podido verle y tocarle como me gustaría. Eso ha sonado muy mal)

 

No obstante, debo decir que algún tipo de portal ha quebrado el espacio-tiempo y nos ha trasladado desde el Ifema a Barcelona, porque a ratos he sentido que no estaba en una feria de videojuegos, sino en un salón del manga. ¿Será por aquello de que hayan coincidido en fechas y se hayan puesto de acuerdo? Quizás la organización de Gaming Experience pretendía atraer al público otaku que no se ha podido permitir un viaje a la ciudad condal, pero puede que se hayan pasado un poquito.

 

Entre stand y stand de videojuego, había siete sobre manga. Bueno, más concretamente, sobre merchandising. Pensaba que Manga-o-Rama tendría su parte protagonista, junto a Pop Culture, pero lo que me he encontrado es medio pabellón dedicado al universo del cómic japonés. Si tengo que poner un porcentaje para resumir la feria, diría que ésta ha sido un 30% probar/jugar videojuegos, un 10% ver y participar en los torneos y un 60% manga, anime y merchandising.

 

También había bastantes puestos de comida, y no a precios muy exagerados. Los que ya han acudido otras veces a Ifema, saben cómo se ponen las cosas cuando quieres comer en la cafetería de la feria o cuando te da por hacer cola en el Telepizza. En cambio, dentro de los pabellones encontrábamos algunos puestos de comida – en algunos casos, me llevé descuento por prensa, lo cual está muy chachi pistachi – con cosas mu' ricas (como mi imprescindible fondue de chocolate) y exóticas, típicas de Japón, principalmente.

 

No estoy diciendo que esto sea algo negativo, sólo que quizás habría que delimitar mejor las diferencias entre un evento gaming y un Mangafest. ¿Que queremos las dos cosas? Vale, está bien, pero no me lo vendáis como Gaming en ese caso. Sobre el merchandising hay que aclarar que muchas tiendas contaban con bastante material sobre videojuegos: peluches, muñecos, figuras, sombreros, camisetas, sudaderas...; pero no dejabas de encontrar prácticamente lo mismo en cada una de ellas.

 

Punto fuerte del tema #MangaStyle: Los/as cosplayers. Increíbles trajes que lucieron algunos. Vi varias Kindred que se lo habían currado bastante, una Janna Chica del Tiempo que me conquistó, todo un ejército sacado de Star Wars y... Bueno, sí, había alguna Harley Quinn, como era de esperar. De hecho, a mí, que no iba disfrazada de nada (llevaba una peluca rubia), un niño me pidió una foto, pensando que iba de Harley. Fue momento de risas. No para mí, pero mis amigos todavía me lo recuerdan.

 

 

Pero, entonces... ¿Ha merecido la pena?

Haya calma, chicos, no quiero que os lancéis a la yugular de nadie, y mucho menos a la mía. Sí, Madrid Gaming Experience ha merecido la pena. La cita del videojuego ha contado con más de 124.000 asistentes en los cinco días que ha durado la fiesta, superando con creces las expectativas. Lo mejor, y es algo que noté muchísimo nada más entrar, es que ha habido público de todas las edades y todos hemos podido disfrutar de lo que nos gusta.

 

“Ifema ha puesto en esta primera edición de MGE una gran ilusión y mucho trabajo. Gracias a los excelentes colaboradores […] hemos podido ofrecer una feria que sin duda va a servir de referencia para el futuro de estos certámenes”, ha destacado Miguel Aguilar, director del evento. Las cosas como son: Se nota el trabajo duro de los organizadores a la hora de querer convertir esto en algo al nivel de las primeras ediciones de la Madrid Games Week, y creo que todos hemos salido contentos, en mayor o menor medida, por lo que no dudaremos en repetir.  


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