1. Mundogamers
  2. Articulos
  3. PC

Turok Dinosaur Hunter

El videojuego en su estado primitivo
Martes 29 de Diciembre de 2015 por Álex Pareja

Los videojuegos han evolucionado y la manera de enfrentarnos a ellos también, tanto por parte de los jugadores como por parte de la prensa. O al menos de una porción de los aficionados que disfrutan de este ocio, como demuestra esta misma casa y sus seguidores. Es fácil encontrar la obvia evolución de la prensa a lo largo de los años, y tan solo tenemos que echar un vistazo a las revistas que ocupaban los kioskos hace unos años, su tono y sus contenidos, y después darnos una vuelta por los contenidos que se reclaman y gustan ahora en las revistas digitales y en la proliferación del contenido en vídeo. 

 

Pero no es tan fácil darnos cuenta de la evolución del propio videojuego, ya que la interactividad propia de este medio hace imperativo que el jugador sea parte de la obra para entender realmente todo lo que aporta. Puedes ver imágenes de videojuegos clásicos y darte cuenta de la obvia mejora en términos gráficos, pero no es hasta que te embarcas en ese juego cuando adviertes todo ello. Por fortuna en este caso, algunos de estos videojuegos clásicos vuelven a nuestros días con nuevas versiones, reediciones o simples ports que se adaptan a nuestras tecnologías pero sin variar en ningún momento el contenido original de la obra. Este ha sido el caso de la reciente llegada a Steam de Turok Dinosaur Hunter, obra que llegó originariamente en el año 1997. 

 

Turok Dinosaur Hunter

 

Hoy en día se nos llena la boca buscando coherencia en los videojuegos, en términos jugables y también narrativos. Yo no me quito la culpa y soy el primero que reconoce que estoy dándole vueltas continuamente al asunto, buscando algo más en el todo que nos entregan los autores. Pero aún así, jugando a Turok hoy en día me he dado cuenta de que la evolución del medio es muchísimo más palpable de lo que nos parece a simple vista. Ya no solo se trata de mejoras visuales, de una mayor coherencia o de la presencia de guiones más trabajados; se trata de que el lenguaje propio de los videojuegos ha evolucionado como una especie que se adapta a su tiempo. Como esos dinosaurios que nos encontramos en Turok y que con el paso de estos años han sabido adaptarse para convertirse en aves, más capacitadas para sobrevivir al mundo que hoy nos rodea. 

 

Hoy en día sería impensable enfrentarnos a un shooter en primera persona con un contador de vidas, por ejemplo. Te quedan tres intentos para pasarte el juego, si no vas a ver la pantalla de Game Over y te va a tocar empezar otra vez. Habrá jugadores que ni siquiera entiendan este concepto porque jamás lo han visto. Y si encima les cuentas que en los escenarios podemos encontrar piezas voladoras que podemos recolectar y si conseguimos sumar 100 ganaremos otra nueva vida, no me quiero ni imaginar la cara de sorpresa con la que nos toparíamos. 

 

Turok Dinosaur Hunter

 

Guardar la partida en lugares concretos, sin tener opción a hacerlo cuando nos apetezca o perdiendo esa opción que ya se ha instaurado en la industria: el autoguardado. Turok Dinosaur Hunter parece un carrusel de elementos de videojuegos del pasado que se arremolinan unos con otros para formar una obra primigenia: acción pura y dura, plataformas clásicas, elementos como los ya mencionados... ¿Qué sería de este juego si tuviésemos que valorarlo bajo los cánones casi autoimpuestos por esta nueva prensa del videojuego?

 

¿Qué diríamos si el protagonista de una nueva obra es un indio que se enfrenta a dinosaurios que nos quieren comer, hombres armados con todo tipo de armas y también dinosaurios con armas y hombres que nos quieren comer? A más de uno le implosionaría la cabeza pero, sin embargo, sabiendo que nos encontramos ante un título clásico de la historia de los videojuegos, simplemente nos dejamos llevar y emprendemos este sendero que se nos abre ante el lenguaje más primitivo de los videojuegos. Como deambular entre neandertales durante unas horas y fascinarnos al ver cómo afrontaban la vida por aquel entonces y comprender de primera mano cómo hemos evolucionado a lo largo de los años, a pesar de seguir teniendo las mismas necesidades básicas humanas. 

 

Turok Dinosaur Hunter

 

Lo mejor de todo es darse cuenta de lo increíblemente divertido que sigue siendo a día de hoy. He disfrutado lo que no os podéis ni imaginar regresando al mundo de Turok Dinosaur Hunter, de enfrentarme a estos desafíos que ya parecían totalmente olvidados y de darme cuenta, de primera mano, de cómo ha evolucionado la industria de los videojuegos. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y yo podría deciros que jugar a esta obra hoy en día vale mucho más que leerse cientos de páginas sobre la historia y la evolución de este medio. 

 

Y una vez que has terminado y te has enfrentado a ese mundo incoherente, ausente de toda lógica, sin historia, sin un objetivo claro ni unas herramientas innovadoras, te sorprendes a ti mismo cuando descubres que quieres volver. Cuando te das cuenta de que el amor por las obras clásicas sigue teniendo un sentido a día de hoy, porque siguen teniendo muchísimo valor. Un valor que quizás se ha terminado perdiendo por culpa de la propia evolución de los jugadores, que cada vez queríamos más y más realismo en cada vez más apartados. Porque adaptarse al mundo que nos rodea significa evolucionar y convertirnos en seres cada vez más eficientes, pero eso no quiere decir que por ello seamos más completos. Un ave puede ser un ser mucho más competente en el mundo en el que nos encontramos hoy en día, pero no resulta algo tan espectacular, agresivo y divertido como los dinosaurios de antaño. 


<< Anterior Siguiente >>