MGSmart | Sons of Anarchy: The Prospect

A todo cerdo le llega su San Martín, y a toda serie de éxito le llega su aventura gráfica. Pasó con The Walking Dead, pasó con Juego de Tronos, y ahora le toca el turno a Sons of Anarchy, aunque éste con un resultado más bien mediocre. La afamada serie de moteros ha optado por prescindir de los servicios de Telltale para su conversión a videojuego y contar con los chicos de Orpheus Interactive, una joven compañía canadiense que a pesar de su publicidad parece que se bautiza con este Sons of Anarchy: The Prospect.

 

De la tele al móvil

Sons of Anarchy: The Prospect se plantea como una aventura gráfica estilo Telltale: Argumento enlazado a la serie pero en forma de spin-off, lanzamiento dividido en capítulos descargables, gráficas al más puro estilo cell-shading -aunque eso sí, mucho menos detalladas que las de la compañía de The Walking Dead- y una jugabilidad basada en las decisiones y los movimientos realizados en primera persona sobre el escenario de juego.

 

Lamentablemente, y aunque esto pueda parecer bueno a simple vista, no lo es. Con Sons of Anarchy: The Prospect pasa como con el Game of Thrones de Cyanide y Atlus, que por mucho que fuera un clon del estilo Bioware, no llegaba a sus juegos ni a la altura de las suelas. 

 

 

Pues bien, como digo, algo parecido sucede con este Sons of Anarchy: The prospect si lo comparamos con el estilo propio de Telltale Games. En primer lugar, como ya os hemos advertido, las gráficas parecen estar poco pulidas y se echa en falta la mano artística que en los juegos de Telltale le da ese acabado de ilustración a mano que tan bien funciona. Por otro lado, el resultado de estas gráficas es muy desigual, con unos escenarios que van perdiendo calidad de detalle hasta llegar a un simplismo atroz. 

 

Los escenarios son, quizá, uno de los puntos más flojos del juego. No sólo son 'feos', sino que además son pocos y moverse por ellos se convierte poco menos que en un infierno al ofrecer poquísimas posibilidades de exploración, lo que nos lleva a pensar que estamos ante unjuego de búdsqueda de pantallas estáticas o una película guionizada en la que poco podemos modificar.

 

Los controles tampoco destacan demasiado, basándose en el clásico point'n'click para movernos, con algunas secuencias 'diferentes' que nos invitarán a utilizar la pantalla táctil de forma más original, ya sea para conducir o magrear a una de las enviadas de la filial SAMCRO. Para rematar la jugada, la duración de éste primer capítulo apenas llega a la media hora. Una duración ridícula que difícilmente justifica su precio, por bajo que sea, de 1,99 euros.

 

 

Pero no todo es malo, hermanos

Una vez aceptamos que los gráficos no nos van a volver locos y que el trabajo artístico es más bien deficiente, el argumento cuaja bastante bien con el de la serie y contiene materia de sobra para contentar a los aficionados a la misma.

 

En este spin-off interactivo encarnamos a Clint Lancet, un chico que trata de huír de un pasado de delincuencia y es captado por su hermano, miembro de SAMLIN en Lincoln, Oregón, para realizar algunos trabajitos para la hermandad. En este sentido podremos vivir de primera mano las desgracias de Clint y comprender lo que le lleva a volver a caer en su pasado en una historia que, al menos en este campo, está más que lograda.

 

Lamentablemente las cosas tambén acaban por torcerse en el argumento al darse por hecho que el jugador conoce la serie, lo que da como resultado una narración pobre que, en ocasiones, pierde el hilo y mezcla secuencias que no acaban de aclarar lo que está sucediendo.

 

 

En definitiva

Nos quedamos con un sentimiento agridulce con Sons of Anarchy: The Prospects. Mal llevado, poco trabajado, un poco insulso y, para colmo, corto y en inglés.  Sólo la ambientación, su bajo precio y el carisma de la serie lo salvan. Esperemos que la cosa mejore en futuros capítulos y salga un recopilatorio a bajo precio cuando se decida a dar el salto de iOS a Android. Mientras, ni siquiera los 15 euros que cuesta el pase de temporada de los diez capítulos es un precio lo suficientemente atractivo como para hacerse con él. 

 

¡Nos leemos!

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