MGRetro | Shenmue

En 1994, una AM#2 en pleno auge por la franquicia 'Virtua' viajaba a China para documentarse de cara a una nueva entrega de la exitosa serie Virtua Fighters. Mientras disfrutaban de su trabajo en 'el continente', Yu Suzuki pensó que tal vez podrían desarrollar algo nuevo para la saga, un capítulo con una historia y una trama de fondo que, bajo el nombre de Virtua Fighter RPG, podría llegar mucho más allá la franquicia. Mientras Suzuki trabajaba en un argumento con el que había soñado desde pequeño, el resto de componentes del equipo investigaban por su cuenta la forma de hacerlo realidad. Había nacido el proyecto Berckley, la semillita de la que surgiría Shenmue.

 

Mientras el proyecto Berckley iba tomando forma, Suzuki y su equipo hubieron de adaptarse a la complicada forma de programar para la entonces plataforma por excelencie de Sega: Sega Saturn. Tras muchos esfuerzos lograron mover un impresionante mundo 3D en la consola 32 bits de la compañía, pero ya para entonces su vida útil se estaba extinguiendo, y AM#2 hubo de dar el salto a una Dreamcast que por aquel entonces respondía aún al nombre de Katana. 

 

Tras rediseñar gran parte del juego y aprovechar la tecnología de Dreamcast mejorando todo lo creado, en 1998 comenzaría la promoción del proyecto Berkley. Al año siguiente nacería What's Shenmue? la campaña promocional del que iba a ser Virtua Fighter RPG y que prometía romper con todo lo visto anteriormente en el terreno de los videojuegos.

 

 

1999 una navidad para el recuerdo.

Finalmente, tras el lanzamiento de varios CDs enigmáticos y de vídeos promocionales y entrevistas a Suzuki, Shenmue nacía para Dreamcast en Japón el 29 de diciembre de 1999, y cautivaba para siempre a su público enamorándolo con una forma de contar las cosas tan diferentes como refrescante. 

 

La historia empezaba de noche en 1985, cuando Ryo Hazuki, un joven estudiante japonés de 18 años, volvía al dojo familiar durante una furiosa tormenta. Nada más entrar en casa descubría que unos hombres habían irrumpido en la propiedad sacando fuera a todos los integrantes de la misma. Entre ellos a su padre, Iwao Hazuki, sensei de la escuela y experimentado artista marcial. 

 

Los agresores, echaquetados, parecían estar liderados por Lan Di, un tipo alto y vestido con ropajes tradicionales chinos, que en ese momento interrogaba a su padre acerca de un misterioso espejo. Tras derrotar a Ryo con un sólo golpe y amenazar con matarlo ante su padre, Lan Di conseguía que Iwao le diera el espejo. En ese momento, antes de marchar, el chino le recordaba a Iwao un nombre: Zhao Sung Ming, 'el hombre al que mataste, Iwao'. Dicho esto, Lan Di acababa con la vida del padre de Ryo y se marchaba dejando al joven en estado de shock.

 

 

La búsqueda de la venganza 

Siempre que se habla de Shenmue se habla de la búsqueda de la venganza, pero más allá de ese sentimiento del ojo po ojo se oculta la necesidad de un hijo de saber más sobre una faceta de su padre muerto que jamás llegó a conocer. Al igual que sucede en Chichi no Koyomi -El almanaque de mi padre- el manga de Jiro Taniguchi, en Shenmue lo que mueve a Hazuki no es la venganza, sino el querer saber si realmente conocía a su padre, si ese hombre recto y bondadoso al que amaba llegó a matar realmente a alguien y cuáles fueron las circunstancias que rodearon ese incidente.

 

Es con esta investigación con la que empieza el juego, una investigación que nos lleva a pasear por los terrenos de los Hazuki, a hablar con familiares, amigos y gentes del pueblo en busca de una respuesta a nuestras preguntas. ¿Conoces a Lan Di? ¿Viste un coche negro en la noche de la tormenta? y más adelante, tras la llegada de una carta misteriosa, ¿Quién es el maestro Chen? 

 

Virtua Fighter RPG 

Está claro que la idea de ese supuesto nuevo capítulo de la saga fue tan ambiciosa que al final tuvieron que cambiarlo todo para adaptarse a un juego que era y sigue siendo único en su especie. A las mecánicas de Virtua Fighter se unían los QTE que modificaban la historia según actuábamos, la posibilidad de explorarlo todo y abrir cajones, armarios y neveras a nuestro antojo en primera persona. Y es que no todo era pelea y acción: Shenmue invitaba a relajarse y pensar, a buscar y tomar anotaciones, a investigar, y sobre todo a conocer a las personas que rodeaban la vida de Hazuki.

 

Los personajes en Shenmue eran tan importantes como los escenarios y las habilidades de combate de Ryo, y todos tenían un papel importante en la obra que se desarrolaba ante nuestros ojos. Personajes que según actuáramos y según nos acercáramos a ellos podían ayudarnos, mentirnos, decirnos la verdad o ponernos las cosas mucho más difíciles. A la vez, todos tenían un transfondo, desde la vendedora de chucherías hasta nuestro jefe en los muelles, que hacían que jugar fuera siempre una aventura tan inmersiva como complaciente.

 

 

La magia de Shenmue

Shenmue es un juego de investigación que se basa en la tecnología que suzuki llamó FREE (Full Reactive Eyes Entertainment) Una mezcla de historia, realidad, entretenimiento y videojuego que nos permite interactuar con todo lo que nos rodea a la vez que nos obliga a amoldarnos a las reglas que rigen la normalidad en la que vivimos. Las personas y tiendas tienen diversos horarios que se rigen según el día de la semana, los personajes actuarán según nos desenvolvamos con ellos, y la exploración nos premia con pequeños flash backs de la vida de Ryo que nos ayudan a comprender mejor sus motivaciones y su situación. 

 

La historia se desenvuelve en un pueblo pequeño, Yamanose, de la zona de Yokosuka. Un pueblo en el que todos conocen al joven Ryo y en el que, como no podría ser menos, Hazuki tiene a sus mejores amigos, sus rivales, y la chica de la que está enamorado. Todo esto viste a la historia de una cotidianeidad en la que problemas diarios que suelen estar ausentes en este tipo de juegos dan la cara para ponernos las cosas complicadas mientras avanzamos en la aventura. 

 

Situaciones como las de tener que trabajar para ganar dinero, tener que confiar en un extraño o ser estafados por un amigo, se unen a la vida diaria de Hazuki como joven estudiante: Las broncas de la chica de la que está enamorado por no acudir a clase, la preocupación del otro discípulo del dojo de su padre por lo extraño de su comportamiento, las riñas de la 'abuela' cuando son más de las once y Ryo sigue fuera de casa... La magia de Shenmue no está tanto en lo que cuenta si no en las formas de contarlo, y es por ello que guarda un rincón de respeto en los que pudimos disfrutar de él en su momento. 

 

 

¿Dónde estabas cuando viste por primera vez Shenmue?

Recuerdo como si fuera ayer la primera vez que vi Shenmue. Corría el año 1999 y estaba, junto a la que ahora es mi esposa, en Iman Cádiz, nuestros camellos particulares que nos proveían de material japo de importación, juegos de Atlus, J Music, Anime, Yellow Monkey y lo que hubiera de menester. Se acercaba la navidad, y una flamante Dreamcast japonesa estaba conectada a un viejo televisor en la trastienda. A su alrededor, todos veíamos la intro del que sería Shenmue una vez saliera al mercado. 

 

Tras ese primer combate de Iwao con Lan Di y ese grito de Ryo, desgarrado y ahogado por la lluvia al afrontar la muerte de su padre, salí a la calle, me encendí un cigarrillo y, al salir mi novia de la tienda, le pregunté: "¿te importa si trabajo este fin de año para pillarme una Dreamcast?". Creo que eso define perfectamente lo que fue Shenmue.

Y ni que decir tiene que ese fin de año trabajé y me compré una Dreamcast.

 

¡Nos leemos! 

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