MGReplay | The Simpsons: Hit & Run
Los juegos de Los Simpsons suelen ser horrendos. Yo entiendo que sea harto difícil lograr llevar la maravilla que es esta serie al plano del entretenimiento interactivo, así que no culpo a las decenas de estudios que lo han intentado a lo largo de los 25 años de vida que tienen nuestros amigos amarillos. Por esta razón, el acercamiento a The Simpsons: Hit & Run ha sido delicado y respetuoso.
Radical Entertainment lanzó esta pieza en 2003, y en muchos aspectos tendría que haberse llamado GTA: Los Simpsons. La trama nos ubica en una Springfield atacada por avispas robóticas que no afectan en nada a una familia Simpson que sigue adelante con sus quehaceres diarios, ignorando que el fin del mundo podría estar cerca. Es un juego que no se toma muy en serio, pero también un juego que resulta mejor de lo que uno puede esperar.
Como ya adelantaba, Hit & Run es un juego de mundo abierto con cámara en tercera persona. Cada personaje nos permite visitar zonas distintas de Springfield, cosa que para cualquier fan de la serie es un sueño hecho realidad. Tenemos siete misiones principales y también la posibilidad de movernos con libertad a pie o en coche, ya sea para participar en carreras, recolectar objetos o, simplemente, para interactuar con otros personajes, que son los responsables de darnos misiones. Las misiones, como se podría esperar, nos ponen en los aprietos más tontos, pero resultan divertidas. Por otra parte, la forma en que se desarrollan apunta directamente al estilo de Grand Theft Auto: aparte de las pequeñas referencias a la franquicia, los controles y la interacción básica es muy similar. Y mientras que las misiones principales suelen realizarse en coche, por suerte el resto de la exploración del mapa equilibra las secciones a pie y en coche. Entre misión y misión hay bastante que hacer, y, de hecho, el apartado de coleccionables es muy rico, y nos tendrá dando vueltas durante mucho tiempo.
Por desgracia, las misiones resultan muy toscas y simples, y tienden a repetir conceptos una y otra vez, debilitando el ritmo de juego. Aunque lo que nos mantiene pegados a la pantalla como cada día a las dos de la tarde es el poder moverse por toda Springfield y disfrutar del humor de Los Simpsons con los personajes que adoramos. Debemos elogiar la capacidad que tuvo Radical para replicar los aires de la serie: todo tiene la apariencia correcta, los personajes están muy bien renderizados y las texturas están clavadas. A pesar de lo simple de las animaciones, Hit & Run parece muy… oficial; desde la casa en Evergreen Terrace al Badulaque, pasando por la tienda de cómics y el túnel secreto de los Canteros. Me encantó darme cuenta de una ironía: el juego tiene una forma de ubicar cada localización en el mapa algo aleatoria, pero con los años los mismos guionistas han reinventado el mapa y la propia ubicación del pueblo tantas veces como han querido. Es tan Simpsons…
Los diálogos se merecen una mención aparte. Si sois como yo habréis visto cómo la serie ha pasado de ser lo más divertido de la televisión a convertirse en una sombra de lo que fue, salpicada de vicios de otras series más burdas y, a pesar de que los responsables de los diálogos de Hit & Run pertenecieran a la nueva saga de guionistas de la serie, muchas de las intervenciones son fantásticas. Además, el juego está plagado de menciones y guiños a situaciones de Los Simpsons. Hay demasiadas como para sacar a colación solo una, pero es raro el lugar en que no oigamos alguna broma de costumbre o veamos alguna referencia de la serie, o interactuemos con algún personaje u objeto que se refiera a algún episodio.
The Simpsons: Hit & Run es simple, pero muy divertido. Lo mejor que pudo hacer Radical Entertainment es recrear la ciudad de Springfield y sus ciudadanos, porque se quedó bien corto al trazar las mecánicas de juego. Quizá, lo mejor del juego es que esté basado en la mejor serie de dibujos animados que ha dado la televisión, pero por eso mismo merece la pena: es, posiblemente, el mejor juego de Los Simpsons que existe.
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