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MGReplay | Return to Castle Wolfenstein pc

Sábado 12 de Septiembre de 2015 por Diego Emegé

Si entre vosotros hay algún lector recurrente de esta sección: lo primero, quería darte las gracias por interesarte y, lo segundo, me disculpo por haber faltado a mi palabra. Este MGReplay iba a tratar sobre The Darkness, obra de Starbreeze. Desgraciadamente, esta semana, cuando me dispuse a jugarlo me encontré que la caja estaba vacía. Presté el juego y se les habrá traspapelado, imagino. Con esto he tenido que elegir una obra diferente, y me he decidido por Return to Castle Wolfenstein.

 

Para mí la saga de Wolfenstein es algo muy personal y muy familiar. Wolfenstein 3D fue la primera experiencia con los videojuegos que tuve. Tendría yo cinco o seis años cuando ya me ocupaba de controlar el ratón para «ayudar a mi padre» a matar nazis (cosa que podría servir para reflexionar sobre la violencia en los medios de entretenimiento y cómo afectan al correcto desarrollo mental de la muchachada, pero eso es otra conversación). Después de ese comienzo llegaron muchos otros juegos y, por fin, una noche mi padre instaló Return to Castle Wolfenstein y me quedé maravillado con todo. La música, la atmósfera, los gráficos… todo era genial. Cuando inicié mi propia partida me encantó el fuerte componente de sigilo que se podía aprovechar y toda la historia. Creo, no obstante, que a mi padre le gustó más que a mí.

 

Me he tomado la libertad de elegir la bansa sonora para la lectura...

 

Hace un par de semanas hablé de esto mismo con Vic y Álex. Venía a colación de la reciente salida de Wolfenstein: The New Order. Les comenté que mi padre era un exquisito fan de Wolfenstein. Hay señores que se entretienen escuchando un vinilo, viendo la peli del oeste de Telemadrid o leyendo el libro de los Beatles que le regalaron sus hijos hará dos cumpleaños. Padre, aparte de todo eso, juega a Wolfenstein. Es algo muy suyo. Desde que sacaron RTCW, creo que lo ha terminado dos o tres veces cada año. En esa línea también jugó a Max Payne y al mismo Wolfenstein que se lanzó en 2009, pero el nivel de vicio que ha tenido RTCW no lo ha reproducido con ningún otro título.

 

Creo que se debe a que para él ese juego representa la experiencia lúdica definitiva. A mí no me engaña. Muchas noches me he acercado, atraído por los familiares ruidos de disparos y alemanes muriendo, y le he preguntado si no se aburría de los mismos escenarios una y otra vez. Como a veces trabaja en casa, suele darle cargo de conciencia y se excusa alegando que está probando el juego con algún controlador nuevo de la tarjeta de vídeo. Pero yo sé que le gusta jugarlo y punto. Porque es verdad que es un título completo, siendo objetivos. Tiene unas mecánicas de juego sencillas y directas; una historia atractiva, casi exótica;  unos personajes carismáticos como pocos; unos escenarios variados y ricos en detalles; tiene secretos; montones de armas; un elenco de enemigos florido y respetuoso con los orígenes de la saga… Siendo objetivos se saca de todo, la verdad.

 

Una de mis cruzadas personales durante estos años ha sido conseguir para mi padre un título que le enganchara de igual manera. Como os decía, Max Payne 1 y 2 le gustaron, como lo hicieron Doom 3, Quake IV y RAGE. Creo recordar que en algún momento probara Serious Sam… Pero nada. Siempre ha vuelto a su castillo de Wolfenstein, a Paderborn, a las catacumbas, a sabotear el V2, a enfrentarse con los Uber-Soldaten y, una y otra vez, a acabar con Heinrich I. Y no le culpo, por lo que os decía de que es un título redondo. Y sé que en parte lo que le gusta de RTCW es también lo inmediato y directo de todo. Mi padre es un gamer que nunca ha dejado de usar la cruceta. Nunca se ha acomodado al WASD, a pesar de mis esfuerzos por conseguirlo. Por eso jamás se me ocurrió ponerle delante de un Call of Duty moderno. Sé que no le habría gustado por ser demasiado pretencioso. Wolfenstein: The New Order, por su parte, es una cosa diferente.

 

Cuando Alexpasc, hace un tiempo, vio en primicia The New Order y me comentó que era un shooter de vieja escuela no llegaba a entender hasta qué punto llegaba esa definición. Yo mismo había perdido la perspectiva de lo que era pegar tiros antaño. Ahora sé que un shooter de vieja escuela es aquel que podría poner delante de mi padre para entretenerle durante 5 o 10 años si se terciara.

 

Padre ha comenzado a jugar a The New Order hace un par de días. Si en los próximos meses me lo encuentro jugando aún lo nuevo del agente BJ Blazkowicz significará que MachineGames habrá pasado la última prueba para demostrar su valía. Aun así, me da que muy pronto volveré a pillar a padre volviendo al castillo de Wolfenstein. En cuanto a ti, lector, volveré a verte el próximo martes, espero que junto con Jackie Estacado y The Darkness.


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